Howard Stringer, CEO de la empresa, asegura que sus ventas de productos electrónicos subirán este año, "a pesar de la desventaja por la recesión en Japón".
2009 no ha sido un año muy positivo para Sony, tras haber despedido empleados, cerrar plantas y vender algunos de sus activos, y todo ello con la fuerte recesión que afecta a Japón de fondo.
Sin embargo, a pesar de todo, su consejero delegado, Howard Stringer, se muestra positivo de cara al futuro. Asegura que su compañía sigue buscando formas de recortar gastos, pero que hay aspectos del futuro en los que se puede hablar de optimismo.
Stringer aseguró durante el Consumer Electronic Show que después de la temporada navideña las ventas de productos electrónicos en Estados Unidos serán positivas para Sony, a pesar de la debilidad del yen, lo que les hace más vulnerables frente a sus rivales surcoreanos y chinos.
"Tenemos una desventaja por la recesión en Japón, y tenemos una desventaja -como todos los fabricantes japoneses de electrónica de consumo - por el yen alto, que nos da una desventaja ante China y Corea (del Sur)", señaló en este sentido.
Aún así, se mostró optimista también por los avances de la compañía, como el lanzamiento de televisiones de tres dimensiones y pantallas hechas con diodos orgánicos (OLED, en sus siglas en inglés).
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