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2013/10/09

FireEye quiere ser el McAfee de la seguridad de nueva generación

El consejero delegado de FireEye parece convertir en oro todo lo que toca. Como máximo ejecutivo de McAfee, el gigante de la seguridad informática, David DeWalt fue capaz de acelerar sus ventas antes de venderla en 2011 a Intel por 7.700 millones de dólares, con una prima del 60%. También como consejero delegado de Documentum, logró 13 trimestres consecutivos de ingresos récords antes de venderla al gigante del almacenamiento EMC por 1.700 millones, con otro 29% de prima. Ahora, el mercado está pendiende de qué será capaz de hacer al frente de FireEye, una empresa cuya tecnología ayuda a bloquear los ataques cibernéticos más avanzados, y cuyo estreno en Bolsa ha sido una de las OPV del año.

FireEye fue fundada en 2004 por el exingeniero de Sun Microsystems Ashar Aziz. Actualmente, cuenta con más de 60 agencias federales de EE UU entre sus clientes, incluyendo el FBI y el Departamento de Defensa, sin olvidar también importantes multinacionales energéticas, tecnológicas y financieras.

La compañía de seguridad, que salió a Bolsa el pasado 20 de septiembre, cerró su primer día con una subida del 80% y lleva acumulada una revalorización del 110%. En estos momentos, capitaliza unos 5.000 millones de dólares.

FireEye, que el pasado año fue nombrada por la revista Forbes como la nueva empresa de seguridad de referencia, había recaudado antes de su estreno bursátil 100 millones de dólares en capital privado de Sequoia Capital, Norwest Venture Partners y In-Q-Tel, el brazo inversor de la CIA. Las dos primeras poseen cada una un 20% de la compañía, de acuerdo con la información remitida por la empresa a la SEC. También otros tres pesos pesados de las finanzas de Silicon Valley (DAG Ventures, Jafco Ventures y Selicon Valley Bank) tienen casi el 25%. Azis, ahora vicepresidente y director de tecnología, es propietario del 10%, y DeWalt controla el 4%.
La compañía ha tenido un crecimiento vertiginoso. Ha pasado de tener 175 empleados en 2011 a más de 900 el pasado junio. Y sus ingresos se han multiplicado por ocho desde 2010 a 2012, gracias en parte a un modelo de suscripción a su servicio de seguridad cloud. Pese a ello, la empresa ha disparado sus pérdidas de explotación debido a las inversiones en I+D y a los costes comerciales. En 2012, sus pérdidas ascendieron a 63,5 millones. Nunca ha dado beneficios. “Es muy importante entender nuestro modelo de negocio, muy similar al de una empresa de software”, explica a CincoDías DeWalt, que ha visitado España, donde acaban de abrir una filial. “Tenemos muchos servicios y vendemos inteligencia por detrás del producto, así que lo importante es el cash flow. De los 82 millones que ingresamos el pasado año, 22 millones eran flujo de caja positivo”. El directivo insiste que es importante entender la foto global “y los inversores están viendo que FireEye es mucho más fuerte de lo que parece si solo se miran los beneficios, que los alcanzaremos en 4 ó 6 años”.

DeWalt no tiene ninguna duda de que FireEye es un proyecto sólido para invertir en Bolsa; nada de burbuja. Y para argumentarlo sostiene que la industria de seguridad tiene mucho crecimiento por delante. “El cibercrimen y el espionaje industrial se han convertido en una pandemia global, y los Estados y las empresas necesitan tener nuevas y avanzadas herramientas para combatirlo”.

Tecnologías disruptivas

“Las empresas e instituciones se están gastando al año 30.000 millones de dólares en seguridad, pero gran parte se está destinando a tecnologías antiguas, con más de 20 años, basadas en firmas y patrones, y eso ya no sirve”. DeWalt defiende que FireEye trae al mercado “una tecnología disruptiva, mucho más efectiva contra esas amenazas”. Su compañía utiliza la computación virtual para detectar ataques maliciosos y comparte inteligencia a través de las redes de todos sus clientes en tiempo casi real. “Estamos ante una nueva generación de soluciones de defensa cibernéticas”, dice.

Preguntado sobre si FireEye se mantendrá independiente o si el objetivo final es venderla (dado el interés mostrado ya por gigantes como EMC, Intel o Cisco por las empresas de seguridad), DeWalt sostiene que su meta como consejero delegado es “lograr que las ventas de la compañía suban para incrementar el valor para el accionista. Pero si en el camino surge alguna oferta se estudiará. Nunca debes limitar tus opciones”.

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