Desde hace tiempo los científicos han debatido cómo y dónde se originó la malaria, la infección causada por un parásito transmitido con la picadura de un mosquito.
Ahora un equipo internacional de científicos parece haber encontrado la respuesta.Los análisis genéticos del parásito Plasmodium falciparum revelan que éste llegó a Sudamérica -hace relativamente poco- desde África con el comercio trasatlántico de esclavos.
La malaria, una enfermedad que afecta a unos 500 millones de personas cada año, es endémica en muchas regiones del mundo pero hasta ahora no era claro cómo se propagó el parásito.
Hay cinco especies conocidas de este microorganismo que se sabe pueden infectar al ser humano, pero el P. falciparum, que está ampliamente propagado en las regiones tropicales y subtropicales es el más letal, causante de la muerte de más de un millón de personas cada año.
Aunque se ha pensado que el P. falciparum es originario de África, no se sabía cómo habían sido las rutas de propagación hacia otras regiones del mundo.
Por ejemplo, una teoría dice que se expandió hacia Asia hace unos 6.000 años junto con el surgimiento de las sociedades agrícolas, lo cual incrementó las poblaciones de mosquitos.
Pero otras teorías establecen que el P. falciparum se propagó hace 60.000 años junto con las poblaciones de Homo sapiens que emigraron de África.
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En cuanto a cómo llegó la enfermedad a Sudamérica, las hipótesis han mencionado tanto a los colonizadores europeos como al comercio de esclavos africanos, pero la evidencia hasta ahora no había sido concluyente.La investigación, coordinada por el profesor Francisco Ayala de la Universidad de California, en Irvine, recogió muestras de sangre humana infectada con el P. falciparum de 24 regiones del mundo, incluidas África subsahariana, medio oriente, sureste de Asia y Sudamérica.
Los análisis de ADN de las muestras mostraron que las poblaciones del parásito en Sudamérica estaban subdividos en dos grupos genéticos principales: del norte, que inlcuía a las poblaciones colombianas, y el del sur, de las poblaciones de Guyana francesa, Brasil y Bolivia.
Las pruebas posteriores sobre los vínculos genéticos de estos dos grupos con el falciparum africano mostraron que ambos fueron introducidos de manera independiente durante el comercio trasatlántico de esclavos.
Esto quiere decir que la enfermedad llegó al continente entre los siglos 16 y 19, mucho más recientemente de lo que se había pensado hasta ahora.
"Algunas personas argumentan que la enfermedad ha existido en la región durante miles de años" afirma el profesor Ayala.
"Lo que mostramos claramente es que la malaria maligna ha estado en Sudamérica por sólo unos 300 o 500 años" agrega.
Según el científico, el hallazgo, además del interés histórico, puede tener "implicaciones importantes para la salud".
"Los hallazgos revelan la importante influencia de la migración humana en la diversidad genética del P. falciparum" .
"Y podrían explicar el surgimiento de la malaria resistente a los medicamentos" agrega el investigador.
Los detalles del estudio aparecen publicados en Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).
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