Un tercio de las cabinas de teléfono desaparecen de las calles por el aumento del uso del móvil

¿Es el móvil el responsable de la agonía de las cabinas? La evolución de las cifras apunta a que sí ya que los teléfonos públicos en toda España se han reducido un tercio en la última década mientras que el número de líneas de telefonía móvil se ha duplicado y ya hace tiempo que superan a la cifra total de españoles. Los ciudadanos ratifican la situación y confiesan que llevan prácticamente una década sin usar las cabinas: se han pasado en masa al celular.
En los últimos diez años han desparecido de las calles españolas entre 20 y 30 mil cabinas de teléfono. Telefónica, la compañía encargada de su gestión, ha certificado a LaVanguardia.com que en algo más de una década ha pasado de haber 60.000 a 40.000 cabinas, aunque la empresa afirma que “su uso ha descendido en mucho menor porcentaje”. La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) maneja otras cifras aunque porcentualmente coincide con la compañía de telefonía en que en la última década se han esfumado de la vía pública algo más de un tercio de los locutorios.
El auge de los móviles
Y mientras las cabinas van a la baja, los teléfonos móviles hace tiempo que viven un gran momento, una prosperidad que ha crecido aún más con el auge de los smartphones. Si en 2001 había en España algo más de 29 millones de líneas de teléfono móvil, en 2006 la cifra ya ascendía a 46 millones y en 2010 se superaron los 54 millones. Y es que en España la cifra de teléfonos móviles supera la de habitantes. Hay más móviles y también se usan más ya que, según datos facilitados por el CMT, el tráfico de voz ha subido como la espuma pasando de 20 millones de minutos hablados en 2001 a 71 millones en 2010.
Igual que las cifras, la calle también constata el destierro de las cabinas. La mayoría de los ciudadanos encuestados por LaVanguardia.com asegura que hace una media de diez años que se ha pasado al móvil por ser “más práctico” y algunos afirman que el mal funcionamiento y mantenimiento de las cabinas fue el punto determinante que les llevó a dejarlas de usar. A pesar de las quejas, la compañía telefónica defiende que se ha mejorado el mantenimiento de los locutorios públicos y asegura que ahora las cabinas son “menos atractivas para el fraude”, lo que provoca que haya “menos incidencias”.