Un grupo de científicos conocidos por su escepticismo sobre el cambio climático ha reanalizado los registros de la temperatura global de los últimos dos siglos. Su análisis confirma lo que ya habían comprobado otros: la Tierra se está calentando.
El Berkeley Earth Project ha recibido fondos de organizaciones que llevan años negando el cambio climático como los hermanos Koch, una pareja de multimillonarios de EEUU que dan dinero a todo aquel que pueda probar o defender que no hay calentamiento global y que, si lo hay, sea antropogénico.
El equipo, formado por una decena de destacados científicos entre los que se encuentran el escéptico Richard Muller, de la Universidad de California, y el recién premiado con el Nobel Saul Perlmutter, ha reunido datos de la temperatura mundial que se remontan a 1800 de 15 fuentes diferentes, incluyendo bases de datos en poder de la Organización Meteorológica Mundial y varios organismos de EEUU y el Reino Unido. No querían que una reducida recopilación de información pudiera afectar a sus resultados o debilitarlos ante las críticas.
Su proyecto, Berkeley Earth Surface Temperature (BEST), concluye que las temperaturas de la tierra han aumentado en un 1° C desde la década de 1950. El dato está en la línea de otros registros anteriores como el GISTEMP, mantenido por la NASA, o el HadCRU, gestionados por la Oficina Meteorológica del Reino Unido. Este grado extra solo se refiere a las extensiones de tierra, sin incluir la temperatura de los mares o la atmósfera.
"Nuestra mayor sorpresa fue que los nuevos resultados son muy parecidos a los valores de calentamiento publicados anteriormente por otros equipos en los EEUU y el Reino Unido ", dijo el profesor Muller. "Esto confirma que aquellos estudios fueron hechos con cuidado y que los sesgos potenciales identificados por los escépticos del cambio climático no afectaron seriamente sus conclusiones", añadió.
Buena parte del Climategate se basó en las acusaciones que los escépticos hicieron a los convencidos sobre una desviación en los resultados provocada por bases de datos deficientes.
Esta vez, los científicos reunieron datos de 1.600 millones de informes de temperatura. Después de eliminar los registros duplicados, el archivo contenía información de 39.390 estaciones únicas, cinco veces las 7.280 estaciones usadas para recopilar los datos históricos de la GHCN que ha servido como base de muchos estudios climáticos.
Con este aumento de las estaciones, los investigadores pudieron descartar que el efecto isla de calor de las ciudades, siendo real, esté detrás del calentamiento registrado por la mayoría de las estaciones meteorológicas de todo el mundo. Para los escépticos la concentración de muchas mediciones en zonas urbanas era uno de los puntos débiles de los anteriores trabajos.
Para evitar otra de las acusaciones del Climategate, como fue el secretismo y la revisión de los estudios por colegas demasiado cercanos, los investigadores del Berkeley Earth Project han decidido publicar sus resultados para que, al mismo tiempo que se inicia el proceso de revisión por otros científicos, cualquiera pueda valorarlos.
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