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2011/09/02

Nuevas esperanzas contra la arritmia más común


La novedad farmacológica más destacada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología que acaba de concluir en París se llama apixaban. Su eficacia la avala un estudio con más de 18.000 pacientes, que se ha presentado en la reunión internacional y, lo que es más importante, se ha publicado en la revista médica de referencia, The New England Journal of Medicine.
Dos años antes, la misma publicación recogía datos similares de un medicamento muy parecido, el dabigatrán, que también demostró su eficacia en un gran ensayo clínico con un número similar de afectados por fibrilación auricular (FA), la forma más común de desajuste del ritmo cardiaco, o arritmia, que se calcula que afecta a entre medio millón y un millón de españoles, según explica el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Carlos Macaya.
Existe un tercer fármaco en liza, el rivaroxaban, que también ha presentado datos positivos en París. Todos ellos buscan la aprobación de las autoridades sanitarias europeas para prevenir eventos cardiovasculares la mayoría ya están autorizados para otros usos en personas con FA que, en su mayoría, siguen tratamiento en la actualidad con acenocumarol, un fármaco muy utilizado en España más conocido por su nombre comercial, Sintrom.
Se trata de un anticoagulante que funciona muy bien, pero que requiere de controles periódicos (más o menos de una vez al mes) para ajustar la dosis. Lo mismo sucede con la warfarina, un anticoagulante muy recetado fuera de España y con el que se comparan favorablemente la mayoría de los nuevos fármacos.

Problema económico

Según explica Macaya, estos medicamentos han demostrado reducir las embolias y las hemorragias, sobre todo las craneales. Con ello disminuyen también la mortalidad por FA. "Los datos científicos son muy conocidos, el problema es el económico", subraya este experto.
El presidente de la SEC señala que, aunque es difícil calcular el coste de los nuevos fármacos antes tienen que ser aprobado y se tiene que negociar su precio con las autoridades sanitarias de distintos países, este podría rondar los 150 euros al mes, lo que supone multiplicar por 50 el coste actual del tratamiento para la FA, "de entre dos y tres euros al mes".
Por esta razón, Macaya no tiene claro que el Sistema Nacional de Salud vaya a cubrir estos medicamentos para todo el mundo. "Habrá que verlo", reflexiona. El experto señala, además, que algunos de estos fármacos requieren de dos dosis diarias. "Hay mucha gente mayor entre los usuarios de Sintrom a los que les cuesta tomar varias dosis al día, por lo que existe el riesgo de que se olviden", concluye el presidente de la SEC.  

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