Tras el lanzamiento de la beta de Diablo 3, los usuarios se han encontrado con algunos cambios en el sistema de habilidades y experiencia de la saga.
Así, al menos en este momento de la fase de pruebas, se ha introducido un sistema por el que no hay puntos de habilidad (los clásicos skill points). Esto no impide que no se suba de nivel al luchar contra enemigos o terminar misiones, pero esto ya no se hace a través de un sistema de puntos que permita personalizar al personaje. Ir progresando en los niveles desbloquea nuevas habilidades o casilleros de habilidades que permiten aumentar el número de habilidades simultáneas. Se empieza con solo dos, por lo que progresar y conseguir más casilleros es lo que permite configurar el rango de posibilidades del personaje.
No hay tampoco puntos de estadísticas, es decir, no hay una puntuación asignada a rasgos como la vitalidad o la fuerza que se puedan asignar. Estos puntos se incrementan en cada subida de nivel en función de la clase de personaje que controlemos. Eso no implica que no haya objetos que no tengan requisitos previos para poder usarlos, pero estos dependen del nivel general y de la clase, no de las estadísticas específicas.
Además, todos los cambios en el progreso del personaje se pueden deshacer, por lo que un camino erróneo por parte del jugador en la configuración del mismo no se convierte en un condicionante fatal para el desarrollo de la partida. Asimismo, esto permite probar una habilidad y, si no nos convence, deshacernos de esa opción y tomar otra.
No está claro si este sistema se mantendrá en la versión final del juego, pero es de suponer que Blizzard estará atenta a las reacciones del público, ya que implica grandes cambios con respecto a su predecesor.
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