En nuestro periplo diario por los contenidos más singulares de la blogosfera, hoy desembarcamos en la bitácora "Curiscopio" donde encontramos algunos datos sobre la vida de Charles Osborne, un estadounidense que se fue a la tumba con un logro tan inusual como deshonroso.
Osborne nació en Anthon, Iowa (EE.UU) y fue inscrito en el Libro Guinness de los Records como el hombre con el mayor ataque de hipo de la historia. El espasmo involuntario le sobrevino en 1922, mientras pesaba un cerdo para sacrificarlo, y se prolongó durante nada más y nada menos que 68 años.
En un primer momento, nuestro amigo hipaba alrededor de 40 veces por minuto; más tarde este ritmo se redujo a la mitad hasta que finalmente se detuvo misteriosamente un año antes de su muerte, en 1991. Se calcula que durante todo este tiempo pudo hacerlo cerca de 430 millones de veces, lo cual no le impidió seguir una vida normal entre "hip" e "hip" ya que vivió cerca de un siglo, se casó en dos ocasiones y tuvo ocho hijos.
Pero por algún sitio debía sacar partido a esta desgracia que le había regalado la naturaleza y Osborne fue el protagonista de numerosos programas de radio y televisión; incluso el popular juego de mesa Trivial Pursuit le dedica una de sus preguntas.
El hipo es un problema generalmente benigno y transitorio, culturalmente gracioso, la mayoría de las veces sin causa conocida que lo desencadene. Provoca una serie de contracciones espasmódicas, súbitas, involuntarias e intermitentes de la musculatura inspiratoria, principalmente el diafragma, seguidas de un cierre brusco de la glotis, lo que origina el peculiar y característico sonido. Existen casos agudos que hay que tratar con un especialista.
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