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2011/09/16

EEUU presenta su cohete para ir a Marte

EEUU presentó ayer el diseño del cohete más potente jamás construido, con el que espera enviar astronautas a un asteroide y a Marte. Se trata del SLS, siglas en inglés de Sistema de Lanzamiento Espacial, cuyo primer viaje de prueba sin tripulantes está previsto para finales de 2017. Tras su nombre algo gris se esconde un gigante que superará en capacidad y potencia a los Saturn V que protagonizaron, hace más de 40 años, la era dorada en la que la NASA sorprendía al mundo enviando astronautas a la Luna.
"El presidente Obama nos retó a que fuésemos atrevidos y que soñáramos a lo grande y eso es exactamente lo que estamos haciendo en la NASA", dijo ayer el jefe de la agencia, Charles Bolden, durante la presentación del nuevo cohete en el Senado de EEUU. "Los niños de hoy pueden soñar con pisar Marte algún día", añadió.
Pero el plan presentado ayer llega con nueve meses de retraso y no detalla cuándo saldrán las misiones tripuladas a asteroides y Marte. Su texto tendrá que ser aprobado en el Congreso, donde se ha llegado a culpar al actual Gobierno de querer enterrar el proyecto.
El nuevo vehículo encarna la apuesta espacial de Barack Obama, quien por un lado quiere que su país siga siendo el líder indiscutible de la exploración espacial en las próximas décadas y, por otro, necesita reducir costes de forma radical debido a la crisis económica.
La respuesta a ese dilema es el SLS, un frankenstein que reciclará piezas y diseños de los Saturn V y los shuttle, los transbordadores que EEUU jubiló este año tras 30 años de servicio y cuya desaparición deja al país sin vehículo propio para viajar al espacio.
Mientras la NASA espera que sean empresas privadas las que lleven a sus astronautas a la órbita baja de la Tierra, donde se encuentra la Estación Espacial Internacional (ISS), el SLS será el encargado de batir los récords espaciales fijados por las misiones Apolo.
El SLS tendrá dos versiones. La primera será la más ligera y podrá llevar al espacio 70 toneladas. La carga de los actuales cohetes más potentes, como el Delta 4 de EEUU o el Ariane 5 europeo, es inferior a las 25 toneladas. El SLS irá aumentando su potencia hasta poder transportar 130 toneladas, lo que le convertirá en el mayor cohete de la historia. Estas dos versiones serán respectivamente "un 10% y un 20% más potentes que un Saturn V", explicó ayer en rueda de prensa William Gerstenmaier, responsable de Exploración Humana de la NASA. El SLS será casi dos veces más alto que los shuttle, que tenían 56 metros. La primera de las dos etapas del cohete llevará cinco motores similares a los que usaban los shuttle. En la segunda, la NASA usará los J-2X, una versión renovada de los propulsores que llevaban los Saturn.
En la punta del SLS irá la cápsula Orión, con capacidad para seis personas. Las Orión fueron diseñadas durante el Gobierno de George Bush para consumar su proyecto Constellation de regreso a la Luna. El Gobierno de Obama las canceló primero, después las recuperó como un mero sistema de escape de la ISS en caso de emergencia y, hace unos meses, las restituyó como vehículos para llevar astronautas, esta vez a asteroides o Marte.
Tras la primera misión de prueba y sin tripulantes en 2017, el primer cohete tripulado despegará en 2021. Más allá, no hay nada oficial. La NASA ha señalado en varias ocasiones que su objetivo es visitar un asteroide en 2025 y llevar astronautas a Marte en la década de 2030, pero esas fechas u otras aproximadas no constan en ningún documento oficial.

Diseño polémico

La presentación del SLS llega tarde. En diciembre de 2010, el Congreso dio a la NASA tres meses para presentar un nuevo cohete con el que hacer realidad sus planes de exploración espacial más allá de la ISS. Nueve meses después y tras encargar a una consultora privada un nuevo análisis de los costes del proyecto, la NASA presentó ayer el proyecto que, según la agencia, será más barato de lo que se esperaba. Según el senador demócrata Bill Nelson, que presentó el SLS en el Senado junto a Bolden y la republicana Kay Hutchison, el programa completo hasta 2017, incluidos el desarrollo de las cápsulas Orión, costará 18.000 millones de dólares (13.00 millones de euros). Nelson no aportó el coste total, que alcanzaría los 26.000 millones de euros según fuentes de la NASA citadas por AFP. Pero, según otros informes internos de la agencia que publicó el Wall Street Journal, el coste total de desarrollo del cohete podría llegar a los 63.000 millones de dólares hasta 2025, lo que llevó a varios senadores a culpar a Obama de querer tumbar el proyecto inflando su coste de forma "salvaje".
El SLS es la tercera pieza del gran puzzle de la NASA, según Hutchinson. Las otras dos serán los taxis privados con los que EEUU y otros países irán a la ISS en unos años y el telescopio espacial James Webb, cuyos costes han aumentado considerablemente, lo que ha retrasado su fecha de lanzamiento.

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