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2021/03/11

Primeras grabaciones de audio de Marte obtenida por el rover Perseverance

Grabación obtenida el día 19 de Febrero de 2021, 18 horas después del amartizaje del rover. Se utilizó el instrumento SuperCam integrado al Perseverance.


La siguiente es la grabación de los disparos de láser sobre rocas marcianas efectuadas por el instrumento SuperCam del rover Perseverance. Son 30 disparos.


Si te interesa puedes conocer las innovaciones tecnológicas integradas en el Perseverance, en inglés.

También puedes revisar las imágenes RAW que van llegando desde Marte.

2020/03/05

Nuevo rover de la NASA para la nueva misión hacia Marte ya tiene nombre

A través de diferentes redes sociales la NASA ha anunciado el nombre de su rover (sonda exploratoria) de la misión Marte 2020.

Se llamará PERSEVERANCE y fue elegido con 770 mil votos públicos entre los más de 28 mil nombres posibles.

En el tuit se puede ver el gif animado del nombre

La sonda será enviada entre julio y agosto de este año y se espera que arribe a Marte aproximadamente el 18 de febrero de 2021 amartizando en el cráter Jezero.

Esperan mantenerlo trabajando durante un año marciano (687 días terrestres)


La imagen se extrajo de la web de la misión Marte2020

2012/03/21

Disney pierde una fortuna en Marte

Walt Disney anunció que perderá unos US$200 millones con John Carter, su última producción cinematográfica, convirtiendo a esta película en uno de los peores fracasos comerciales en la historia del cine.
Las acciones de Disney cayeron un 1% horas después del anuncio.

Se estima que John Carter costó unos US$250 millones en su producción y es posible que otros US$100 millones se hayan gastado en su comercialización.
En los cines, la película recaudó unos US$184 millones en taquilla, pero no todo ese dinero es ganancia para la compañía, la mitad de ese monto les queda a los dueños de las salas.
Disney puede todavía reducir las pérdidas gracias a la difusión del filme en sus plataformas televisivas, pero nadie duda de que esta incursión por el Planeta Rojo ha sido un desastre.
Curiosamente, según la publicación Hollywood Reporter, la película que más pérdidas tuvo el año pasado fue Mars Needs Moms (Marte necesita mamás), por lo que nadie debería sorprenderse si nuestro vecino planeta no aparece en un guión cinematográfico por un tiempo prudencial.

Estrenos para soñar

John Carter está basada en una saga escrita por Edgar Rice Burroughs, el autor de Tarzán, que comienza en 1912 con la publicación de A Princess of Mars y termina con John Carter of Mars, publicada luego de la muerte del autor en 1964.
El crítico de la BBC Mark Kermode dijo tras ver la película que "el relato es incomprensible, la caracterización es ridícula, la historia dura dos horas y quince minutos y es aburrida, aburrida, aburrida las dos horas y quince minutos".
El director de la película, Andrew Stanton, había logrado grandes éxitos en el pasado como Buscando a Nemo y Wall-E, ambas películas animadas.
Pero ya es demasiado tarde para lágrimas. Disney intentará ahora alcanzar el éxito -y recuperarse de las pérdidas- con los estrenos de The Avengers, en mayo, y Brave, en junio.
Los ejecutivos de uno de los estudios más famosos del mundo esperan que para esa altura del año, John Carter sea tan solo un mal recuerdo que nunca debió salir de las páginas de un libro.                    

2012/02/15

La crisis frena el robot europeo para buscar vida en Marte

A pesar del plantón de EEUU, Europa sigue adelante, de momento, con la misión de exploración marciana más ambiciosa de la historia. Se trata de ExoMars, un plan para mandar al planeta rojo un robot perforador que buscará vida donde muchos expertos creen que esta se esconde: a profundidades de hasta dos metros bajo tierra.
Es algo que nadie ha logrado hasta ahora y que para la Agencia Espacial Europea (ESA), líder de la misión, sería un triunfo histórico. Pero los laureles son cada vez más difíciles de alcanzar, ya que la agencia espacial de EEUU, que debía costear la mitad de la misión como compañera de la ESA en ExoMars, acaba de abandonar aduciendo escasez presupuestaria.
Ahora, España y los otros 17 miembros de la ESA deberán decidir si siguen adelante o se rinden. Para ello hace falta más inversión y diseñar una tecnología propia para posarse en el planeta rojo, una tarea en la que misiones rusas y estadounidenses han fracasado antes.
La ESA discute hoy en París el varapalo que acaban de recibir de sus socios estadounidenses. El panel que controla ExoMars informará hoy de los recortes a los representantes de cada país y se barajarán posibles salidas hacia adelante. No será fácil, ya que la NASA ha reducido un 38% los fondos dedicados a la exploración de Marte y ha cancelado su participación en ExoMars, que incluía una sonda en 2016 para detectar gases producidos por microbios y el envío del robot taladrador dos años después. No es casual que en estos momentos la NASA tiene de camino a Marte al Curiosity, su robot de exploración más sofisticado. Charles Bolden, jefe de la agencia, dijo el lunes que EEUU sigue abierto a futuras misiones conjuntas a Marte, pero lo cierto es que los presupuestos publicados ayer incluyen dos años más de tijera hasta dejar los fondos para investigar el planeta rojo en casi la mitad de lo que son ahora. "No podemos seguir esperando, tenemos que decidir si somos capaces de ir sin la NASA", explicó ayer a este diario el español Álvaro Giménez-Cañete, director de Ciencia y Exploración robótica de la ESA.
El futuro de la misión pasa ahora por Rusia. El país ha aceptado participar en el proyecto, aunque su entrada no basta para hacerla realidad. La agencia rusa Roscosmos aportaría los dos cohetes Proton para lanzar las misiones de 2016 y 2018. Para la primera, esto cubriría la mayor parte de las tareas pendientes. Lo más difícil sería el envío del robot en 2018. EEUU se había comprometido no sólo a poner los dos cohetes, sino también un nuevo sistema de aterrizaje capaz de depositar sobre Marte un robot pesado como el de ExoMars. Para ello, EEUU ha ideado un nuevo sistema de grúas que descuelga el vehículo sobre su punto de aterrizaje. El sistema no se ha probado nunca. De hecho será el Curiosity el que demuestre si funciona en agosto.
"Colaborar con la NASA era lo mejor, porque ofrecía más seguridad", explica Giménez-Cañete. ExoMars "se podría hacer con más dinero, pero no es una época en la que conseguirlo sea fácil", lamenta Giménez-Cañete. La última palabra la tienen los delegados de los 18 países de la ESA, que deberán decidir si siguen adelante en una reunión en París el 14 y 15 de marzo.

Mil millones de euros

En juego no está sólo el prestigio y los importantes resultados científicos, sino los mil millones de euros que la ESA planeaba invertir en ExoMars y de los que ya ha gastado una parte. Es el caso de los "más de siete millones de euros" invertidos en Raman, uno de los detectores del robot europeo, según explica el cristalógrafo de la Universidad de Valladolid Fernando Rull, coordinador del dispositivo. "Es una misión totalmente novedosa que ilusionó mucho, pues nos permitió soñar con que Europa podía competir con EEUU de igual a igual", señala. Giménez-Cañete aseguró ayer que, aunque haya cancelación, esos sistema se aprovecharán en otras misiones, tal vez en 2020.
Desde la NASA también se duelen del tijeretazo. "Es la primera vez en la historia de la exploración espacial que la NASA va a fallar a sus compromisos internacionales de forma tan desmedida", explica Alberto González-Fairén, investigador del Centro Ames de la agencia estadounidense. "La investigación de Marte va a experimentar un estancamiento importante en los próximos años" debido a la reducción de puestos de trabajo y salarios en este campo.

La NASA recorta su aventura a Marte por la crisis

El presupuesto de la NASA para 2013 presentado por el presidente Barack Obama, planea recortar los gastos para exploraciones en Marte.
Como informó la BBC hace unos días, esto significa que Estados Unidos cancelará sus misiones conjuntas a Marte con con la Agencia Espacial Europea.

Si el Congreso aprueba el presupuesto, los fondos para la investigación planetaria se reducirán un 21%.
No obstante, el gasto para los viajes tripulados y la tecnología espacial aumentará un 6% y un 22% respectivamente.
"Son medidas difíciles pero no hay duda de que se debían tomar", señaló el administrador de la NASA, Charles Bolden, en una conferencia de prensa en Washington.
"Sin embargo", aclaró, "este es un presupuesto estable que nos permite tener una cartera variada".
En total, la NASA recibirá alrededor de US$ 17.700 millones para el próximo año dentro de un presupuesto que se irá ajustando en los años siguientes.
La agencia, de momento, necesita destinar dinero de su presupuesto para pagar su ambicioso Telescopio James Webb, cuyo rubro pasará de US$ 476.6 millones en 2011 a US$ 659 millones en 2014.

Viajes tripulados, prioridad de la NASA

Para la NASA también es prioritario desarrollar un gran cohete que albergará un sistema de lanzamiento de cápsulas. Las naves podrán transportar astronautas más allá de la órbita de la Tierra a destinos como la Luna y a algunos asteroides.
Los grandes perdedores de este ajuste son la investigación planetaria en general y las exploraciones a Marte en particular. Ambas recibirán US$ 360.8 millones, una reducción de casi el 40% con respecto a 2012.
"La NASA no avanzará en los programas de exploración ExoMars del 2016 y 2018 que ha estado investigando con la Agencia Espacial Europea", anunció Bolden.
Para la Sociedad Planetaria, un grupo de apoyo a la investigación espacial con sede en California, el recorte del presupuesto es un paso atrás.

"El gobierno de Estados Unidos está proponiendo un presupuesto fiscal para el 2013 que obligará a la NASA a alejarse de las misiones a Marte, lo cual atrasará durante décadas misiones propias a otros planetas, disminuyendo radicalmente el descubrimiento científico, incluyendo la búsqueda de vida en otros mundos", señalaron en un comunicado.
El experto en políticas espaciales John Logsdon señaló en el portal especializado Space.com que: "Estas decisiones no implican necesariamente que a largo plazo se termine con las misiones a Marte. El gobierno y la NASA son conscientes de querer ir en esa en esa dirección".
Al respecto, la NASA ha dicho que trabajará con socios para desarrollar una estrategia integrada para Marte. Sin embargo, no dio detalles.

Sigue misión

A pesar de los anuncios, el robot todoterreno del Mars Science Laboratory (MSL) aterrizará este año en el planeta rojo y la misión Maven, para estudiar la atmosfera marciana, sigue prevista para 2013.
"Decir que nos estamos alejando de Marte cuando el robot todoterreno más grande que se haya enviado (MSL) ni siquiera ha llegado al suelo marciano, no tiene sentido", señaló Bolden en respuesta a las críticas por los recortes al programa de Marte.
El reciente retiro de los transbordadores espaciales significa que durante la mayor parte de esta década, los astronautas estadounidenses dependerán del programa de vuelos rusos Soyuz para ser transportados a la Estación Espacial Internacional.
En ese sentido, la NASA ha dicho que está trabajando para acabar con la dependencia rusa lo antes posible.
Bolden anunció que el primer vuelo comercial posiblemente se realice en 2017.
La primera misión tripulada de la cápsula Orion, que intentará llevar gente más allá de la órbita de la Tierra, no sucederá antes del 2021, explicó.

2012/02/08

NASA abandonaría colaboración con Agencia Espacial Europea en proyecto a Marte

Según un informe de la BBC, la NASA habría comunicado a la Agencia Espacial Europea (AEE) acerca de la poca probabilidad de contribuir en un proyecto que preveía el envío a Marte de un satélite y un robot.

A pesar de que todavía no existe una declaración formal por parte de los EE.UU., se estima que la decisión habría sido tomada teniendo en cuenta los problemas presupuestarios que enfrenta la agencia espacial estadounidense.

Dicho anuncio público sobre retirada de la NASA del programa ExoMars, como se lo conoce en Europa, probablemente tendrá lugar cuando el presidente Barack Obama entregue la Solicitud de Presupuesto Federal para el 2013, señala BBC.

“Los estadounidenses han indicado que la posibilidad de su participación es poca, muy poca. Es muy poco probable”, dijo Álvaro Giménez, director de ciencia de la EEA y agregó: "Tenemos que esperar a que los estadounidenses tomen una decisión definitiva, pero también tenemos que estudiar otras alternativas”.

El proyecto ExoMars, desarrollado por la EEA y, en un principio, apoyado por la NASA, ambiciona enviar un orbitador a Marte y dos exploradores con la misión de buscar vida en el planeta rojo. Otro de los objetivos de la misión sería investigar la variación de la composición de la superficie, la distribución de agua y detectar peligros potenciales para una misión tripulada.

2012/02/01

Un océano abarcó casi todo el hemisferio norte de Marte

El satélite de la NASA Mars Express ha obtenido pruebas que confirman que Marte tuvo un océano que ocupaba gran parte de su hemisferio norte. La existencia de una masa de agua en el planeta rojo --conocida como 'Oceanus Borealis'-- no es una idea nueva para los científicos, pero ahora "se han hallado las mejores evidencias geológicas" para confirmar que el océano existió.
El estudio, publicado en Geophysical Research Letters, se produjo a través de 'Marsis', el radar de Mars Express, que fue quien realizó un mapeo de la superficie de Marte hasta una profundidad de aproximadamente 100 metros. Además, ha medido las propiedades eléctricas de los polos norte y el sur de Marte.
De acuerdo con el equipo de investigación las observaciones proporcionan una "evidencia convincente de la existencia de un océano" por la medición de una constante dieléctrica en la formación de las llanuras o 'Vastitas Borealis'. Así, ha señalado que la formación de 'Vastitas Borealis' tiene una constante dieléctrica baja comparada con la de los típicos materiales volcánicos.
"Esto quiere decir que el valor medido que presenta es sólo compatible con depósitos sedimentarios que corresponden a depósitos de agua, de hielo, o una combinación de los dos", explica el estudio.
Pero la pregunta que siempre se han hecho los expertos en torno a la existencia de agua en Marte es que, si hubiera un océano de dónde apareció todo el agua. En este sentido, un mapeo adicional de la Mars Express ha demostrado que existen grandes cantidades de hielo de agua enterrada bajo la superficie, especialmente en los polos, así como en las 'costas' del océano.
Ante esta situación, los científicos considera "razonable" concluir que la mayor parte del agua del océano, y, tal vez, de otros mares o lagos que habrían existido en el planeta rojo, siguen ahí, pero ahora están congelados.

2012/01/06

Potencias espaciales proponen hoja de ruta para un vuelo a Marte

A pesar de las varias carencias económicas que socavan los esfuerzos de las potencias del mundo para lograr un programa de vuelos tripulados a Marte, un grupo internacional ha creado una hoja de ruta para la exploración del espacio universal.

El esfuerzo de las naciones asociadas en el proyecto de la Estación Espacial Internacional, a saber, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Japón y la Agencia Espacial Europea, también ha sido apoyado por China, la India, Kazajstán, Ucrania y otros países.

"Esto no es más que un club de la Agencia Interespacial Internacional ISS, pero con un proyecto más amplio", explica Alexéi Krasnov, jefe de los programas de vuelos espaciales tripulados del Gobierno federal de Rusia, la agencia espacial Roscosmos. La hoja de ruta propuesta se basa en tres rutas alternativas: la preparación de una expedición tripulada a Marte, la prueba de las tecnologías en la Luna antes de un vuelo a Marte, o un vuelo a un asteroide seguido por un viaje a Marte. "Las conversaciones han sido difíciles hasta el momento. No hay más que ver lo que está pasando hoy mismo en la economía mundial", dijo Krasnov a la agencia informativa Interfax-AVN.

"Estos programas requieren de financiamiento aprobado por el gobierno, que es el objetivo más difícil para todos nosotros. Es muy difícil dar el visto bueno a miles de millones en fondos para vuelos que rebasen las órbitas bajas, en medio de tal inestabilidad económica. Aún está pendiente una decisión final.”

2011/12/12

Europa, Rusia y EEUU discuten una misión a Marte

Europa, EEUU y Rusia están estudiando una nueva colaboración para lanzar una sonda de investigación a Marte en 2016. La cooperación se centraría en un orbitador marciano comprendido en el programa ExoMars, en la que la Agencia Espacial Europea (ESA) y EEUU ya cooperaban. La segunda parte del proyecto incluye el lanzamiento de un robot de exploración construido entre ambos países en 2018, pero la falta de presupuesto ha dejado en peligro la participación estadounidense.
Ahora Rusia podría unirse como miembro de pleno derecho al proyecto. Representantes de las agencias espaciales de los tres países se reunieron el miércoles en París para tratar el tema, según informó un portavoz de la ESA a Space News. La aportación rusa incluiría un cohete Proton con el que lanzar el orbitador en 2016. La misión tenía prevista su salida en un Atlas V de EEUU, algo que ahora la NASA no ve muy probable por la incertidumbre presupuestaria que afronta la agencia.
Dos comités discutirán hasta febrero los detalles de la participación rusa. ExoMars se ha convertido en una de las máximas prioridades de la ESA en el futuro próximo, aunque afronta serias incertidumbres debido a la crisis.
El programa espacial ruso asume estos días un importante revés debido al fracaso de la misión a Marte Fobos-Grunt, que orbita la Tierra fuera de control después de que fallase el propulsor que debía llevarle al planeta rojo. El jueves, uno de sus máximos responsables, Lev Zelenyi, director del Instituto de Investigación Espacial (IKI), escribió una carta abierta lamentando su "fracaso". Aseguró que Rusia seguirá intentando contactar con la nave "hasta el final" y calculó que el artefacto caerá sobre la Tierra "dentro de varias semanas".

Material radiactivo

Zelenyi también menciona en su carta que uno de los instrumentos de la sonda lleva cobalto 57, un isótopo radiactivo que supone "un problema delicado", según el experto. Sin embargo señala que el contenido es "menos de diez microgramos". "Según nuestros análisis, no se prevén problemas significativos", asegura. El director del IKI da las gracias a los centros de seguimiento de la ESA y de EEUU que colaboraron con los rusos intentando comunicarse con la nave durante semanas. "Lamentamos profundamente el fracaso. Esperamos continuar nuestra colaboración en proyectos científicos", concluye el investigador. 

2011/12/09

Se encuentra otro mineral hidratado en Marte

Según noticias de El País, después de 7 años, el geólogo rodante Opportuniy ha proporcionado otra buena sorpresa a los científicos: se trata de una veta aparentemente de yeso, un mineral hidratado, afirman los científicos.

El hallazgo se suma a las huellas de un pasado húmedo en el planeta rojo encontradas por el robot Opportunity y su gemelo Spirit (que dejó de funcionar el año pasado). "Es un depósito puro que se formó ahí donde lo hemos descubierto, lo que no se puede decir de otros yesos identificados en Marte o minerales relacionados con el agua que analizados por el Opportunity. "No es raro en la Tierra, pero en Marte es la típica cosa que hace que un geólogo salte de la silla", ha comentado Steven Squyres (Universidad de Cornell, EE UU), investigador principal de la misión de estos dos robots. Los nuevos resultados se han presentado en la reunión de la American Geophysical Union, que se celebra en San Francisco.

La veta de yeso, bautizada Homestake, tiene el grosor de un dedo y entre 40 y 50 centímetros de longitud, y sobresale ligeramente de la roca en al que está, informa la NASA. Se descubrió el mes pasado y los científicos enviaron al Opportunity, que está explorando la zona del cráter Endeavour, órdenes para que hiciera análisis con un espectrómetro y para que tomara unas imágenes con distintas cámaras. Los datos de espectrómetro delatan la presencia de calcio y de azufre en una proporción que indica que se trata de sulfato de calcio, relativamente puro. El sulfato de calcio puede existir en muchas formas en función de cuántas moléculas de agua están enlazadas en la estructura cristalina del mineral. La información captada por la cámara multifiltros del robot sugiere que se trata de yeso, un sulfato de calcio hidratado. Los investigadores creen que probablemente se formó a partir de calcio de rocas volcánicas disuelto en agua.

A lo largo de los 33 kilómetros que ha recorrido por la superficie de Marte, desde principios de 2004, el Opportunity ha rodado por suelo rocoso compuesto de minerales de magnesio, de hierro y de sulfato de calcio que también indican que hubo un pasado húmedo allí hace miles de millones de años. Pero el sulfato de calcio altamente concentrado de la veta Homestake pudo haberse producido en condiciones más neutras que las ácidas en que debieron formarse otros depósitos de yeso observados por el robot.

2011/11/28

'Curiosity' ya vuela en busca de vida en Marte

A Marte, ese frío y árido hermano rojo de la Tierra, no le gustan las visitas. Durante décadas se las ha apañado para darle calabazas a los pretendientes más decididos y audaces. Muchos intentaron desnudar sus secretos, pero la mayoría se quedó por el camino. Que se lo digan a los rusos, todavía desorientados tras la bofetada que supuso perder el control de la Phobos-Grunt, lanzada hace más de dos semanas con la intención de palpar una de sus lunas. Ayer partió a su encuentro el galán más ambicioso, la misión Mars Science Laboratory (MSL), que tratará de conquistar Marte a lomos de un corcel blanco de seis patas: el Curiosity, el vehículo más sofisticado y capaz de todos los desarrollados por la NASA.
Este rover de nueva generación, que se despidió de la Tierra poco después de las 16.00, hora peninsular de España, es el "mayor y más complejo equipo de investigación que se haya llevado nunca a la superficie de otro planeta", según el director de la NASA para la exploración de Marte, Doug McCuistuion. "Para un científico que estudia Marte, esta es la máquina de sus sueños", declaró Ashwin Vasavada, responsable adjunto de la misión, poco antes del lanzamiento del vehículo desde Cabo Cañaveral, en Florida (EEUU). Tiene por delante ocho meses y medio de viaje, impulsado por el cohete Atlas V. Unos minutos después del despegue, se recibieron las primeras señales de contacto con la astronave y con el rover: suspiros de alivio. Dentro de dos semanas se corregirá por primera vez el rumbo del cohete para orientarlo hacia la meta que alcanzará el 6 de agosto, tras un viaje de 567 millones de kilómetros.

Lo que convierte este rover en un artilugio prodigioso es que cuenta con numerosas funciones que le permitirán, una vez asentado en el cráter Gale, dar con vestigios de vida marciana, si existen. La NASA, necesitada de un triunfo en este proyecto, se ha movido en una ambigüedad casi esquizofrénica en su definición de los objetivos de la misión. Como ejemplo, las palabras que McCuistuion expresó en la presentación: "No vamos a buscar vida, sino a la búsqueda de signos de vida". El matiz puede ser importante cuando se trata con Marte, un planeta tan celoso de sus secretos que incluso se empeña, con sus complicadas condiciones físicas, en borrar las pistas que ahora buscará la MSL. Ni las sondas Viking que aterrizaron en el año 1976, ni la Phoenix del 2008, ni los rover gemelos aterrizados en 2004, Spirit y Opportunity (todavía operativo), han podido dar con algún rastro orgánico.
Sin embargo, Curiosity tiene muchas ventajas sobre los que le precedieron. Del tamaño de una furgoneta, tiene en su interior el más avanzado laboratorio para el análisis de la superficie marciana. Como si del Gadgetomóvil se tratara, Curiosity es capaz de desplegarse como una navaja suiza con toda las funciones necesarias para convertir su exploración en un éxito. Lleva a bordo un total de diez sofisticadas herramientas para conseguir determinar si se dan las condiciones necesarias para la vida.

España a bordo

Una de ellas, REMS, desarrollada por investigadores españoles del CSIC, servirá para determinar las condiciones medioambientales. SAM es un instrumento que estudiará las muestras tomadas por el brazo mecánico del rover. Su análisis determinará la existencia de moléculas orgánicas y la presencia de carbono, ingrediente imprescindible para la vida como la conocemos. Curiosity va armado con tecnología láser, y es capaz de disparar un rayo con un alcance de siete metros hacia rocas o materiales que los investigadores quieran despedazar. Al hacerlo, el laboratorio rodante analizará el espectro de luz reflejado por el vapor liberado al reducir a añicos las piedras. Cuenta con precisas cámaras y un sistema que permite a Curiosity convertirse en un vehículo casi inteligente que evita meterse en líos en sus paseos por la superficie marciana.
El aparato está equipado con un medidor de radiación para preparar una futurible visita humana al planeta. Y junto a un refinado microscopio para desentrañar los secretos de rocas, polvo o hielo, el rover carga con DAN, un detector de neutrones de hidrógeno que permite localizar agua del subsuelo, hasta un metro de profundidad, sin necesidad de pico y pala.
Porque una de las razones más importantes para mandar Curiosity al cráter Gale y no a cualquier otro punto es que se encuentra en uno de los lugares más propicios de Marte para contar con un pasado acuático, un lago de agua que se habría formado en el hueco de 150 kilómetros de largo dejado por el violento choque de un meteorito. El vehículo pasará al menos un año marciano (686 días terrestres), hasta 20 kilómetos de recorrido, escrutando esa explanada, en cuyo centro se eleva una montaña de 5.000 metros. Es muy probable que pueda prolongar su servicio, como hizo el Opportunity, que ya ha multiplicado por 30 su expectativa de vida útil de 90 días.
Mientras la autonomía de los anteriores rovers se medía en días de sol, Curiosity se ha convertido en el primer vehículo que apuesta por la tecnología nuclear para su funcionamiento. Una batería de cinco kilos de plutonio-238 impulsará las seis ruedas para que muevan el aparato a una velocidad similar a la del caminar humano.
Todo ese instrumental supone que Curiosity pese casi una tonelada, cinco veces más que sus predecesores. Por ello, la NASA ha tenido que desarrollar un sistema de aterrizaje ayudado de retropropulsores (ver gráfico), ya que su peso habría reventado los balones de aire que amortiguaban la caída de otros rovers. Además, ese sistema multiplica por cuatro la precisión del amartizaje, fundamental para evitar terrenos peligrosos.
"La misión nos ofrecerá datos fundamentales que necesitamos saber sobre Marte y, mientras avanza en su estudio científico, estaremos trabajando en las posibilidades de una misión humana al planeta rojo y otros destinos donde no hemos estado nunca", aseguró ayer el jefe de la NASA, Charles Bolden. La MSL es una misión decisiva para el futuro de la exploración del universo. La agencia espacial de EEUU se la juega; no puede permitirse que esta misión acabe perdiéndose en "el triángulo de las Bermudas del Sistema Solar, el planeta de la muerte", como lo definió, no sin cierto tono agorero, la ejecutiva de la agencia espacial Colleen Hartman.
Este proyecto es fundamental porque, en un momento en el que la Casa Blanca mira con lupa cada inversión, un fracaso de este calibre pasaría factura. La inversión inicial era de 1.200 millones de euros, una cifra que se disparó hasta los casi 1.900 millones definitivos a partir de 2009, año en el que estaba previsto que despegara el Curiosity. Pero la agencia prefirió retrasar dos años el lanzamiento y gastar cientos de millones más en mejorar los engranajes motorizados que mueven las ruedas del vehículo y su brazo robótico. Lo que sea para conquistar Marte con éxito. 

2011/11/22

La nueva misión a Marte, a punto de comenzar

El Curiosity, el mayor vehículo de superficie que se ha desarrollado para explorar Marte, está a punto de partir. El periodo de lanzamiento se abre el próximo viernes 25, la fecha inicialmente prevista para la partida, pero la NASA ha anunciado un aplazamiento de 24 horas, hasta el sábado 26, para sustituir un sistema de baterías. El vehículo, en un cohete Atlas V, despegará desde la base espacial de Cabo Cañaveral (Florida) y puede hacerlo hasta el 18 de diciembre, si se presentan contratiempos. Recorrerá 570 millones de kilómetros hasta llegar a Marte, en agosto del año que viene. La misión, denominada Mars Science Laboratory (MSL), cuesta 2.500 millones de dólares (1.850 millones de euros).
Con casi 900 kilos, tres metros de largo y 2,2 de alto, el Curiosity es el mayor vehículo de superficie, o rover, diseñado para desplazarse por el suelo del planeta rojo, pero se basa en la experiencia adquirida con sus tres predecesores (el Sojourner, el Spirit y el Opportunity), que la NASA ha puesto en suelo marciano desde 1997. Su destino específico es el cráter Gale, cercano al ecuador del planeta vecino, que es interesante para los científicos porque la presencia de arcillas allí y las características geológicas indican que pudieron formarse en presencia de agua, y la NASA está siguiendo la estrategia precisamente de seguir la pista del agua en la exploración de Marte emprendida a mediados de los años noventa. El nuevo vehículo lleva una estación meteorológica desarrollada y construida en España.
El objetivo final del actual programa de exploración de la NASA en Marte será determinar si hubo alguna forma de vida allí en algún momento, incluso si puede haberla ahora. Pero todo se hace paso a paso y, de momento, el Curiosity no va preparado para identificar formas microbianas si es que existieran ahora, según han advertido los responsables científicos de la misión. Solo un golpe de enorme suerte podría dar algún resultado en este sentido. Lo que tiene que hacer el laboratorio rodante, con sus 10 instrumentos científicos, es tomar datos para averiguar si el entorno hubiera podido ser habitable en algún momento.
En esa estrategia de seguir la pista del agua, el Curiosity avanza un escalón más que las misiones precedentes e inicia la fase de seguir la pista del carbono. Puede haber compuestos orgánicos que no sean materia viva, pero no hay materia viva, al menos en la Tierra, sin carbono, señalan los científicos. El vehículo no lleva experimentos para detectar procesos activos que indicasen alguna forma de metabolismo activo ni instrumentos para fotografiar o filmar microorganismos o fósiles de los mismos, advierte la NASA. Pero si pudiese confirmar que hay condiciones de habitabilidad en el cráter Gale, el hallazgo serviría para diseñar futuras misiones con experimentos apropiados para buscar señales de vida y para traer muestras a la Tierra y analizarlas aquí.
Una respuesta positiva acerca de la vida en Marte sería un descubrimiento enorme, pero, como siempre en ciencia, descartarlo definitivamente también sería importante para comprender las diferencias entre ese planeta y el nuestro.
Al llegar a Marte el año que viene, si todo sale bien en la compleja secuencia de viaje y descenso allí, el Curiosity desplegará sus instrumentos científicos y empezará a moverse por el entorno del cráter con su sistema automático de navegación (cumpliendo las instrucciones que recibirá desde la Tierra cada día). Marte es nuestro planeta vecino más cercano pero, en el momento de su llegada, el vehículo estará a 248 millones de kilómetros de aquí y sus señales (viajando a la velocidad de la luz) tardarán 13,8 minutos en llegar, y otro tanto, claro, las órdenes que se le envíen desde Tierra.
Los diez instrumentos científicos de a bordo incluyen cámaras de alta definición y de aproximación, láser para hacer análisis de rocas a una cierta distancia, un sensor de partículas de alta energía de origen solar, un espectrómetro de rayos X (desarrollado con la colaboración de Canadá) para determinar la composición de muestras geológicas y tres recipientes de análisis en las que el brazo articulado del Curiosity depositará fragmentos de rocas o pequeñas cantidades de arena del suelo. Además, un pequeño perforador podrá hacer agujeros de hasta cinco centímetros para sacar muestras no directamente expuestas y un dispositivo aportado por la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos) disparará neutrones que penetren hasta medio metro en el suelo bajo el vehículo para detectar la presencia de hidrógeno. La estación meteorológica española, aportada por el Centro de Astrobiología, medirá la velocidad y dirección del viento, la presión atmosférica, la temperatura y la radiación ultravioleta, todo ello tomando datos al menos cinco minutos cada hora.
Si todo va según lo previsto, incluida la complicada fase de descenso en Marte, en agosto del año que viene, tras 255 días de viaje, el Curiosity deberá funcionar al menos un año marciano, es decir, 687 días terrestres. Cada día en Marte dura 24 horas, 39 minutos y 35 segundos. A la llegada, será allí el final del invierno.
El rover viajará dentro de una cápsula en forma de concha de 4,5 metros de diámetro, con una masa total en el lanzamiento de 3.893 kilos, incluidos los dispositivos de descenso en Marte y el combustible. El Curiosity pesa 900 kilos, de los cuales 75 corresponden a los instrumentos científicos, con seis ruedas de 50 centímetros de diámetro capaces de sortear obstáculos de esa misma altura. La energía, tanto para alimentar todos los aparatos como para mantenerlos a una temperatura adecuada en el gélido entorno marciano, procede de un generador de radioisótopos, con 4,8 kilos de dióxido de plutonio, aportado por el Departamento de Energía estadounidense y adecuadamente blindado para evitar cualquier riesgo en caso de producirse un fallo en el lanzamiento. Todo el conjunto, especifica la NASA, sigue las normas internacionales de esterilización para no contaminar el planeta vecino.

El cuarto 'rover' en Marte

El primer vehículo que rodó por el suelo de Marte fue el Sojourner, un pequeño todoterreno del tamaño de un microondas, que llegó al planeta vecino en 1987 como parte de la misión Mars Pathfinder. Era, más que nada, un banco de pruebas de ingeniería para ensayar sistemas revolucionarios en la exploración espacial, incluida la técnica de descenso rebotando en la superficie dentro de un balón de airbags, y el mismo rover para rodar por allí. La misión fue todo un éxito tecnológico, pero, además, envió 17.000 imágenes y realizó 15 análisis químicos de rocas y suelo. El pequeño Sojourner, diseñado para funcionar una semana, atrajo la atención mundial durante un mes largo en que cumplió cortos recorridos alrededor del punto de descenso.
En enero de 2004, llegaron a Marte dos vehículos gemelos, el Spirit y el Opportuniy, que han significado un éxito histórico de la NASA en la exploración planetaria. Diseñados para operar tres meses, el primero siguió trabajando hasta marzo de 2010, y el segundo sigue funcionando casi ocho años después de su llegada, habiendo recorrido 34 kilómetros en total. Son dos geólogos de campo que descubrieron, en las rocas y sedimentos, un pasado de Marte con agua en estado líquido en su superficie. Con una masa cada uno de 170 kilos y cinco instrumentos científicos, estos vehículos miden 1,6 metros de largo, 2,3 de ancho y 1,5 de alto; unos paneles solares proporcionan la energía eléctrica necesaria.
El Curiosity multiplica todos los parámetros de los gemelos. Pesa 899 kilos, mide tres metros de largo por 2,8 de ancho y alcanza 2,2 metros de altura, con un brazo robótico articulado de 2,1 metros en el que van instalados dispositivos para tomar muestras, cámaras, un cepillo para barrer el polvo de las rocas y poder hacer bien los análisis y captador de muestras para colocarlos en las cámaras de análisis. En lugar de un único ordenador (como el Spirit y el Opportunity), el Curiosity lleva dos, cada uno de 200 megahercios, 250 MB de memoria RAM y 2 GB de memoria flash. Debe funcionar dos años.

2011/11/21

España pisa Marte

El hombre del tiempo de Marte será español. Cada día, investigadores de este país darán al mundo el parte meteorológico del planeta rojo. Lo harán gracias a la estación REMS, que va montada al cuello del nuevo vehículo de exploración marciana Curiosity.
Su despegue, previsto el viernes desde Cabo Cañaveral (EEUU), marca un hito histórico para la ciencia y la ingeniería españolas. Por primera vez un instrumento 100% made in Spain y dirigido por investigadores de este país pisará el planeta rojo. El dispositivo será clave para el triunfo de la misión de exploración marciana más cara y ambiciosa de la historia.
Pero antes Curiosity debe hacer un viaje de casi un año y 570 millones de kilómetros. "Ya está todo preparado, no queda más que marcharse", explica Javier Gómez-Elvira, investigador del Centro de Astrobiología de Madrid (CAB) y jefe del equipo de unas 40 personas que ha construido a este robot del tiempo español llamado REMS. Parte de su equipo sale mañana hacia EEUU, donde presenciará el despegue. Los jefes de la misión, liderada por la NASA, tienen grandes planes para sus colegas españoles.
"Espero que todo el mundo pueda consultar algún día en su móvil un parte meteorológico llegado desde Marte", comenta a este diario John Grotzinger, jefe científico de la misión. Eso es exactamente lo que recibirá en su ordenador el equipo de Gómez-Elvira. A simple vista, el dispositivo español está compuesto por dos cilindros de unos 15 centímetros y aspecto de pistola espacial. Están situados en el mástil que sujeta la cabeza del Curiosity. Cada hora medirán durante cinco minutos la velocidad y dirección del viento, la humedad y la temperatura del aire y el suelo. Otros dos sensores en la espalda del coche aportarán datos sobre la presión y la radiación, tan alta que achicharraría a cualquier criatura terrestre.
"Una cuestión importante es si la superficie de Marte hoy es habitable", comenta Grotzinger sobre las respuestas que espera obtener su equipo gracias a REMS, uno de los 11 instrumentos que lleva montados el robot de exploración. El equipo incluye varias cámaras de alta definición, un rayo láser capaz de analizar rocas a distancia e instrumentos que freirán a 400º el polvo y las arcillas marcianas en busca de componentes orgánicos que puedan evidenciar la presencia de vida.
Al igual que para sus antecesores, los rover de exploración Spirit y Opportunity, encontrar vida no está entre los objetivos oficiales del Curiosity. Es la manera que tiene la NASA de cubrirse las espaldas ante una misión que afronta grandes incertidumbres y que ha costado a sus contribuyentes unos 2.500 millones de dólares (1.900 millones de euros).
"Si dicen que se busca vida y después no lo consiguen, la misión sería considerada un fracaso", explica José Antonio Rodríguez-Manfredi, uno de los ingenieros jefes del equipo español. Sin embargo, la gran pregunta siempre está presente. "Uno nunca pierde la idea de que haya vida", confiesa el español.
El proyecto para construir REMS comenzó en 2004, cuando la NASA y el Gobierno de España firmaron el acuerdo para desarrollarlo. El CAB ya había colaborado con la NASA en misiones anteriores, como el proyecto MARTE, que en 2005 realizó la perforación más profunda en busca de vida que se había hecho en Ríotinto (Huelva), uno de los rincones de la tierra que más se parecen al planeta rojo. Los resultados fueron tan positivos que, por primera vez, la NASA confió a España la construcción y el manejo de un instrumento completo dentro de su rover y puso a Gómez-Elvira como uno de los 11 investigadores principales del proyecto. "Es una demostración de la madurez de la industria y la ciencia en España", celebra el investigador.

Del polo a los Monegros

El REMS aportará los informes del tiempo y habitabilidad marciana más detallados hasta la fecha. Uno de los fenómenos que podrá estudiar son las tormentas de polvo marcianas. Para que no se obstruyan sus sensores a la intemperie, estos están dotados de imanes que repelen las cargas eléctricas de las partículas y que han sido probados en una enorme olla a presión capaz de recrear Marte en pleno Torrejón de Ardoz (Madrid), donde está la sede del CAB.
Antes del estreno, el equipo ha probado su ingenio en los lugares más hostiles del planeta. Réplicas exactas de la estación meteorológica REMS se han batido el cobre en los lugares más inclementes del mundo, desde la Antártida hasta los Monegros (Aragón) pasando por las llanuras blancas de Chott el Djerid, el desierto de sal de Túnez que figuraba en la saga de películas de La Guerra de las Galaxias.
Terminados los días de entreno terrestre, Curisosity afronta ahora su destino final: el cráter Gale. Se trata de un boquete de 150 kilómetros de diámetro en cuyo centro se alza una imponente montaña de 5.000 metros hecha de antiguos escombros levantados por un enorme meteorito. El destino se ha elegido entre otras más de cien posibilidades por su potencial para albergar vestigios de vida.
"Gale fue un lago que se evaporó y hay varios puntos en su interior con una alto índice de habitabilidad", explica Felipe Gómez, experto en extremófilos, un tipo de microorganismos capaces de sobrevivir en los lugares más hostiles de la Tierra, desde las profundidades gélidas de la Antártida a las aguas ácidas y sin oxígeno de Riotinto. Entre los puntos más interesantes, dice este miembro del equipo de REMS, están las escorrentías, desagües aún visibles en los extremos del cráter por los que el agua fluía hace millones de años. Otro punto caliente son las pendientes, donde hay más probabilidades de que se acumulase el agua o de que incluso esté aún allí en estado líquido, como ya apuntó la nave Phoenix de la NASA en unos resultados aún controvertidos.
Gale presenta las condiciones casi perfectas, ya que "está muy cerca del ecuador de Marte, donde las temperaturas son más cálidas", comenta Rodríguez-Mafredi. El impacto hace unos 3.800 millones de años hizo aflorar materiales antiguos con los que ahora Curiosity podrá reconstruir la historia geológica del planeta. "Es como una ventana abierta al interior de Marte", resume Rodríguez-Manfredi.
Con los datos de REMS, Gómez espera crear el primer Índice de Habitabilidad, "una especie de puntuación que mostrará el potencial de albergar vida" de cada lugar que pise el rover, explica. Gómez compara su índice con la ecuación de Drake, una fórmula para calcular el número de civilizaciones extraterrestres contactables cuyas incógnitas iban desde la tasa de formación de estrellas al porcentaje de criaturas capaces de llegar a la madurez tecnológica. "Es algo muy ambicioso", comenta Gómez. "Esto permitirá detectar nichos ecológicos", señala. Aunque está diseñado para mediciones in situ, Gómez señala que su índice podría ser modificado para ponerle nota de habitabilidad también a planetas extrasolares que están aún fuera del alcance de las naves humanas.
Pero antes de que todo esto suceda quedan dos grandes obstáculos que salvar, recuerda Rodríguez-Manfredi. El primer momento crítico será el despegue de la misión, que se realizará el viernes a las 16.25 hora peninsular española.
El 8 de agosto de 2012, a las cinco de la tarde hora marciana, el Curiosity iniciará su aterrizaje, el primero que usará un nuevo sistema basado en una grúa que se detendrá planeando a 20 metros del suelo y que debe descolgar el coche sin que sufra daños. Para entonces, todo el equipo español estará de nuevo en EEUU junto al resto de participantes. "No sé si me dejarán hacer fotos, pero estoy seguro de que por lo menos la mitad se va a poner a llorar", confiesa Rodríguez-Manfredi.

2011/11/09

Viajar al planeta rojo no quiebra la paciencia humana

"Significas más para mí que cualquier verdad científica". Esta frase, dedicada por el psicólogo Kris Kelvin al espectro de su mujer en la película Solaris (Andrei Tarkovski, 1979), condensa como pocas la desesperación quizá locura que puede llegar a apoderarse de un viajero espacial cuando su misión parece no llegar nunca a buen puerto. Sin embargo, por suerte, las películas de ciencia ficción parecen superar en este caso a la realidad y los seis hombres embarcados en la misión Mars500 regresaron a la Tierra con la sesera en buenas condiciones. Después de 520 días aislados en una cápsula de 180 metros cuadrados construida en el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú, que simulaba las condiciones de un viaje hasta Marte, los cosmonautas de pega están en perfectas condiciones físicas y mentales. Los responsables de la misión, la agencia espacial rusa Roscosmos y la Agencia Espacial Europea (ESA), la calificaron como un "éxito".
Los martenautas postizos han aguantado la prueba de resistencia física y, sobre todo, psicológica, que suponía un viaje en una cápsula que simulaba las condiciones de composición de aire, presión y nivel de ruido de la hipotética nave tripulada hacia Marte, que ha costado unos diez millones de euros. Los buenos resultados preliminares deberán ser ratificados en las próximas semanas con exámenes a los seis "héroes", como se les califica desde las agencias espaciales, que estuvieron permanentemente monitorizados por médicos y vigilados por un equipo de psicólogos.
"Hemos demostrado que el hombre puede viajar a Marte", manifestó ayer el francés Romain Charles, uno de los embarcados en la misión, junto a tres rusos, un chino y un italocolombiano. Este último, el ingeniero Diego Urbina, prefirió comparar su experiencia con otro clásico cinematográfico: 2001: Una odisea del espacio. "Tiene muchas similitudes, sobre todo por la sensación de monotonía", declaró a una televisión rusa. El sopor de compartir un "tubo" durante casi 18 meses con los mismos cinco hombres era uno de los principales retos que deberían superar.
"Estoy seguro de que no nos aburriremos", aseguró confiado Urbina el 4 de junio de 2010, antes de embarcar con las obras completas de Gabriel García Márquez bajo el brazo. Ahora, tras leerse "siete u ocho" de sus novelas, reconoce que "fue muy duro" y que tuvo "altibajos" que casi le llevan a abandonar. "Cuando tus amigos y tu familia te dejan de escribir al mismo tiempo, piensas: será que se han olvidado de mí", declaró a Efe. Sin embargo, la responsabilidad de estar implicado en un avance para la humanidad de tal calibre le ayudó a resistir. Por si acaso, la organización tenía comprometidos unos 70.000 euros de incentivo para cada uno de los seis de la Mars500.

Celos entre la tripulación

No obstante, el afecto que demostraban los suyos a estos conejillos de indias humanos pudo acabar con la estabilidad del grupo, según reveló hace dos días el director científico del programa, Alexander Suvorov al sitio Gazeta.ru. "En distintos momentos, algunos de los miembros de la tripulación recibían más noticias de sus seres queridos y otros, no tantas. Esta situación creó una ligera sensación de celos entre ellos", destacó Suvorov.
Además, según este investigador, los nervios estuvieron cerca de estallar en algún momento por una clásica fuente de broncas en toda convivencia: el reparto de tareas. "Los psicólogos asistieron a conflictos que surgían entre el equipo y los responsables de la misión porque la carga de trabajo no siempre se distribuía con igualdad", señaló Suvorov. "Algunos tenían que hacer gran parte del trabajo y otros desempeñaban un papel más pasivo". A pesar de todo, la labor de los especialistas reconfortando los egos evitó que la sangre llegara al río. "Mantuvimos un equipo unido. No hubo escisiones", defendió este responsable de la misión.
A esto se sumaron dos momentos críticos en el transcurso de esta prueba de resistencia. Primero, un fallo del sistema eléctrico que duró 24 horas; después, un corte de comunicación que duró una semana. Pero, por suerte, pudieron resolverse antes de que arruinaran el experimento.

Al margen de estos contratiempos más graves, cada cual vivió sus propios traumas dentro de la nave espacial de cartón piedra, revestida con maderas en su interior. "Echábamos de menos el contacto con las mujeres", aseguró el italocolombiano. El francés Charles hizo gala de su nacionalidad y, tras criticar el vino en polvo que tuvo que tomar dentro de la nave, aseguró que había echado de menos desayunarse a diario un buen cruasán y zamparse un pedazo de queso con una baguette. Quizá pudo haber sido más grave para el desarrollo de la misión el problema del chino Wang Yue, que sufrió episodios de flatulencia por culpa de la comida que debían consumir y que constituía, en sí mismo, uno más del centenar de experimentos a los que se sometió a estos seis hombres. Y como la confianza da asco, el chino aseguró que ahora todos son como "miembros de una familia".

Se dispararon virtualmente

Para hacer frente al estrés y el tedio, la tripulación optó por distintos métodos de evasión. Wang practicaba caligrafía china y enseñaba proverbios antiguos a sus compañeros, los europeos tocaban la guitarra un tema tan apropiado como Rocket Man de Elton John se convirtió en himno allí dentro y los rusos retaban a video-juegos al resto. De este modo, se consolidaron las partidas al Counter Strike, un juego en el que se disparaban los unos a los otros para liberar las tensiones de este largo viaje. Una aventura que se hizo lo más realista posible recibían los emails con un retardo de casi media hora, como en un viaje espacial real que tuvo la guinda de un amartizaje simulado con todos los detalles técnicos.

Los investigadores se han llevado algunas sorpresas interesantes, como cambios en el metabolismo de la tripulación que permitirán reducir la cantidad de víveres a embarcar en la nave espacial o algunos problemas de sueño. El único trabajo español en marcha en el experimento, un sistema de realidad virtual que ayuda a mantener la estabilidad emocional, también parece haber sido un éxito. Como certifica uno de sus responsables y director del LabHuman, Mariano Alcañiz, los resultados "son positivos, ha demostrado valer para inducir estados de ánimo positivos y servir para paliar el aislamiento espacial".
El resultado del experimento Mars500 avala, por tanto, las palabras que el ruso Sukhrob Rustamovich dedicó al salir de la nave a los ingenieros aeronáuticos: "Ahora les toca a ustedes".

Un fallo impide que la estación rusa Fobos-Grunt vaya a Marte

Un fallo técnico ha impedido que la estación interplanetaria rusa Fobos-Grunt enfilara rumbo a Marte, según ha informado hoy Roscosmos, la agencia espacial de Rusia.
La estación, de 13,5 toneladas, fue lanzada a las 20:16 del martes, las 21.16 hora peninsular. Pero "el propulsor no funcionó. No hubo ni primer ni segundo encendido. Esto significa que el aparato no pudo orientarse por las estrellas", dijo el director de Roscosmos, Vladimir Popovkin. "No diré que el lanzamiento ha sido un fracaso. Es una situación imprevista, en la que hay que trabajar", añadió.
Sin embargo, Popovkin ha aclarado que los especialistas tienen 72 horas para cargar de nuevo el programa de vuelo en los ordenadores, "tenemos tres días, mientras funcionen los acumuladores".
La estación aún conserva todo su combustible, lo que permitiría programar de nuevo el vuelo de la estación espacial, cuyo objetivo es posarse en Fobos, una de las dos lunas marcianas, y traer muestras de regreso a la Tierra.
El proyecto, de llegar a buen término, permitirá el estudio de la materia inicial del sistema solar y ayudará a explicar el origen de Fobos y Deimos, la segunda luna marciana, así como de los demás satélites naturales en el sistema solar.
El lanzamiento de la Fobos-Grunt estaba programado inicialmente para 2009, pero fue retrasado dos años debido a la necesidad de poner a punto el aparato.
La estación rusa, que también debía colocar en órbita marciana el minisatélite científico chino Yinghuo-1, está asegurada por Centro Asegurador de Rusia, por el total de su valor: 1.200 millones de rublos (unos 40 millones de dólares, 29 millones de euros).
El anterior intento de Rusia de enviar un aparato a Marte, 1996, concluyó en fracaso al caer la sonda, la Mars-96, en el océano Pacífico sin alcanza siquiera la órbita terrestre.

2011/09/16

EEUU presenta su cohete para ir a Marte

EEUU presentó ayer el diseño del cohete más potente jamás construido, con el que espera enviar astronautas a un asteroide y a Marte. Se trata del SLS, siglas en inglés de Sistema de Lanzamiento Espacial, cuyo primer viaje de prueba sin tripulantes está previsto para finales de 2017. Tras su nombre algo gris se esconde un gigante que superará en capacidad y potencia a los Saturn V que protagonizaron, hace más de 40 años, la era dorada en la que la NASA sorprendía al mundo enviando astronautas a la Luna.
"El presidente Obama nos retó a que fuésemos atrevidos y que soñáramos a lo grande y eso es exactamente lo que estamos haciendo en la NASA", dijo ayer el jefe de la agencia, Charles Bolden, durante la presentación del nuevo cohete en el Senado de EEUU. "Los niños de hoy pueden soñar con pisar Marte algún día", añadió.
Pero el plan presentado ayer llega con nueve meses de retraso y no detalla cuándo saldrán las misiones tripuladas a asteroides y Marte. Su texto tendrá que ser aprobado en el Congreso, donde se ha llegado a culpar al actual Gobierno de querer enterrar el proyecto.
El nuevo vehículo encarna la apuesta espacial de Barack Obama, quien por un lado quiere que su país siga siendo el líder indiscutible de la exploración espacial en las próximas décadas y, por otro, necesita reducir costes de forma radical debido a la crisis económica.
La respuesta a ese dilema es el SLS, un frankenstein que reciclará piezas y diseños de los Saturn V y los shuttle, los transbordadores que EEUU jubiló este año tras 30 años de servicio y cuya desaparición deja al país sin vehículo propio para viajar al espacio.
Mientras la NASA espera que sean empresas privadas las que lleven a sus astronautas a la órbita baja de la Tierra, donde se encuentra la Estación Espacial Internacional (ISS), el SLS será el encargado de batir los récords espaciales fijados por las misiones Apolo.
El SLS tendrá dos versiones. La primera será la más ligera y podrá llevar al espacio 70 toneladas. La carga de los actuales cohetes más potentes, como el Delta 4 de EEUU o el Ariane 5 europeo, es inferior a las 25 toneladas. El SLS irá aumentando su potencia hasta poder transportar 130 toneladas, lo que le convertirá en el mayor cohete de la historia. Estas dos versiones serán respectivamente "un 10% y un 20% más potentes que un Saturn V", explicó ayer en rueda de prensa William Gerstenmaier, responsable de Exploración Humana de la NASA. El SLS será casi dos veces más alto que los shuttle, que tenían 56 metros. La primera de las dos etapas del cohete llevará cinco motores similares a los que usaban los shuttle. En la segunda, la NASA usará los J-2X, una versión renovada de los propulsores que llevaban los Saturn.
En la punta del SLS irá la cápsula Orión, con capacidad para seis personas. Las Orión fueron diseñadas durante el Gobierno de George Bush para consumar su proyecto Constellation de regreso a la Luna. El Gobierno de Obama las canceló primero, después las recuperó como un mero sistema de escape de la ISS en caso de emergencia y, hace unos meses, las restituyó como vehículos para llevar astronautas, esta vez a asteroides o Marte.
Tras la primera misión de prueba y sin tripulantes en 2017, el primer cohete tripulado despegará en 2021. Más allá, no hay nada oficial. La NASA ha señalado en varias ocasiones que su objetivo es visitar un asteroide en 2025 y llevar astronautas a Marte en la década de 2030, pero esas fechas u otras aproximadas no constan en ningún documento oficial.

Diseño polémico

La presentación del SLS llega tarde. En diciembre de 2010, el Congreso dio a la NASA tres meses para presentar un nuevo cohete con el que hacer realidad sus planes de exploración espacial más allá de la ISS. Nueve meses después y tras encargar a una consultora privada un nuevo análisis de los costes del proyecto, la NASA presentó ayer el proyecto que, según la agencia, será más barato de lo que se esperaba. Según el senador demócrata Bill Nelson, que presentó el SLS en el Senado junto a Bolden y la republicana Kay Hutchison, el programa completo hasta 2017, incluidos el desarrollo de las cápsulas Orión, costará 18.000 millones de dólares (13.00 millones de euros). Nelson no aportó el coste total, que alcanzaría los 26.000 millones de euros según fuentes de la NASA citadas por AFP. Pero, según otros informes internos de la agencia que publicó el Wall Street Journal, el coste total de desarrollo del cohete podría llegar a los 63.000 millones de dólares hasta 2025, lo que llevó a varios senadores a culpar a Obama de querer tumbar el proyecto inflando su coste de forma "salvaje".
El SLS es la tercera pieza del gran puzzle de la NASA, según Hutchinson. Las otras dos serán los taxis privados con los que EEUU y otros países irán a la ISS en unos años y el telescopio espacial James Webb, cuyos costes han aumentado considerablemente, lo que ha retrasado su fecha de lanzamiento.

2011/08/10

La carrera para perforar Marte


La próxima batalla científica en Marte se librará bajo tierra. Dos equipos, uno en Europa y otro en EEUU, diseñan taladros que deben ser enviados al planeta rojo en 2018 y que realizarán la mayor prospección marciana de la historia.
Aunque se ha especulado con la explotación minera del planeta rojo, el objetivo de ambas misiones parece distinto. Durante décadas, varias generaciones de robots han explorado la superficie de Marte sin haberse topado con rastros de vida, pero sí evidencia de que estuvo abarrotado de agua. Si hay vida, o si alguna vez la hubo, cada vez más expertos creen que estará bajo tierra, protegida de la extrema radiación que reciben hoy las peladas peñas de su superficie seca y casi sin atmósfera.

“Perforar es fundamental en Marte para encontrar vida”, reconoce Jesús Martínez Frías, geólogo del Centro de Astrobiología en Madrid y miembro de la misión ExoMars, un proyecto oficial de las agencias espaciales de Europa (ESA) y EEUU con el que podrían detectarse los primeros rastros de vida en el planeta. “Estamos descubriendo que Marte no era monotemático, sino que albergó una gran diversidad de ambientes con chimeneas hidrotermales, lagos, ríos y océanos”, comenta Martínez-Frías. Todas estas zonas son aptas para la perforación en busca de agua y, con suerte, vida. Unos datos presentados la semana pasada, que apuntan a que en la actualidad hay agua líquida corriendo por algunas zonas del planeta, aumenta aún más la expectación. “Toda esta geodiversidad de Marte nos permite ser optimistas”, señala Martínez-Frías, cuyo equipo ha diseñado uno de los dispositivos del futuro ExoMars .
Hasta ahora, esta era la única misión que tenía previsto zarpar en 2018 para ser la primera en horadar el planeta. Pero un nuevo proyecto, aún por confirmar, acaba de ser anunciado por Chris McKay, uno de los mayores expertos en astrobiología de la NASA.
McKay planea lanzar su propio perforador en 2018 a bordo de un cohete privado, según ha confirmado el investigador a este diario. La empresa elegida es SpaceX, fundada por el magnate de internet Elon Musk, creador de la compañía de pagos online PayPal.

Esta firma, radicada en California, es una de las más firmes candidatas a enviar cohetes y cápsulas al espacio en el futuro próximo. McKay, que lleva años perfeccionando un taladro capaz de perforar un metro en Marte, ha elegido a Musk “porque SpaceX está construyendo la cápsula Dragon y sus lanzadores a un precio low-cost”, explica. La misión es aún una idea que debe ganar la aprobación de la NASA, pero McKay ya le ha puesto un nombre provisional: Red Dragon (dragón rojo, en inglés), según explicó a Space.com.
Las Dragon, inspiradas en las cápsulas con forma de proyectil del programa Apolo en las que el hombre viajó a la Luna, son el nuevo vehículo con el que Musk quiere enviar mercancías y astronauutas al espacio. No es una quimera. La NASA ya le ha premiado con 1.200 milllones de euros para realizar viajes a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de sus cohetes Falcon. Aunque aún están en desarrollo, estos artefactos han sido los primeros de origen privado capaces de salir al espacio y mandar de vuelta una cápsula no tripulada.
Estas naves permitirían a EEUU llevar astronautas a la ISS por menos dinero de lo que paga a Rusia para hacerlo en las Soyuz. La próxima gran prueba, y tal vez la última antes de las primeras misiones reales, llegará el 30 noviembre, cuando se lance una Dragon que se acoplará con la ISS, según asegura la compañía.

Precios de ganga

Musk, que se jacta de haber diseñado sus naves desde cero en apenas cuatro años, asegura que enviará astronautas a Marte en 10 o 20 años, lo que puede convertirle en el primero en lograr tal hazaña, por delante de EEUU, cuya agencia no ha dado una fecha concreta para ello. Una vez más, su gran baza será ofrecer precios de ganga.
McKay señala que el precio de enviar su perforador a Marte puede ser de menos de 350 millones de euros, excluyendo el cohete de lanzamiento. Eso lo cualificaría para ser elegido por la NASA dentro del programa Discovery, con el que la agencia premia proyectos para explorar el sistema solar con costes reducidos. Entre los Discovery está Pathfinder, la misión que envió el primer coche de exploración marciana lanzado en 1996.
McKay espera repetir ahora ese éxito con una cápsula Dragon donde iría el IceBreaker. Se trata de un taladro diseñado por Honeybee Robotics, otro contratista de la NASA, cuyos planes son llegar a un metro de profundidad. Los resultados de sus últimas pruebas, realizadas en la Antártida, uno de los lugares donde las temperaturas y el suelo se parecen más a los de Marte, han demostrado que es capaz de superarse. Durante el verano antártico de 2010, el torno de McKay logró alcanzar profundidades de hasta 2,5 metros en una zona de hielo compacto y rocas. Según su equipo, los resultados muestran que se puede perforar el suelo marciano en una misión del tamaño y energía de la Phoenix, la sonda que, lanzada en 2007, se posó cerca del polo Norte de Marte, escarbó menos de un centímetro y se topó con hielo antes de que un invierno con temperaturas de cien grados bajo cero la noquease para siempre.

Agua enterrada

La misión de McKay, o la de sus competidores europeos, mucho más adelantada, aumentaría la profundidad de observación dos órdenes de magnitud. “A esas profundidades es donde esperamos encontrar agua, aunque en verano puede que esté a apenas unos centímetros de la superficie”, explica Nilton Renno, uno de los investigadores principales de la misión Phoenix y que ahora colabora con ExoMars.
En su origen, el torno de la misión, que alcanza una profundidad de dos metros, iba a ir montado en un rover de fabricación europea cuyo futuro es ahora incierto. Este y otro vehículo de EEUU debían viajar juntos, pero la NASA se ha dado cuenta de que no puede lanzar dos coches y ha anunciado que habrá que refundir ambos vehículos en uno para ahorrar. “Una reunión de ministros en septiembre debe aclarar cómo será finalmente la misión”, señala Renno. En este caso, el optimismo sobre Marte se difumina. “Es una pugna entre propuestas a cada cual más interesante, pero son sólo propuestas, y tal como está la situación económica no creo que los planes de las agencias se salgan de las misiones ya aprobadas”, advierte Martínez-Frías.


2011/08/05

El diseño de la comida para una expedición a Marte llevará 5 ó 6 años

El diseño de las raciones de comida para los miembros de una eventual expedición a Marte llevará entre 5 y 6 años, afirmó hoy el máximo responsable de la alimentación de los cosmonautas rusos, Víctor Dobrovolski.
Sin embargo, el científico, que dirige el Instituto de Investigación de Alimentos Concentrados y Tecnologías Especiales, manifestó a la agencia Interfax que Rusia aún no ha empezado los trabajos para diseñar la comida de los primeros viajeros a Marte. "De momento no desarrollamos proyectos en esa dirección. Creo que los estadounidenses tampoco lo hacen. Es prematuro, porque el vuelo a Marte será posible no antes de los años 30, y para diseñar los alimentos se necesitarán 5 o 6 años", explicó.
Dobrovolski indicó que su Instituto fabricó las raciones de comida para los participantes en el experimento "Marte-500", un simulacro de vuelo al Planeta Rojo que se lleva a cabo en el Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia. "Los comentarios (sobre la comida) que hemos recibido de los participantes en el experimento son muy favorables", dijo el científico, quien resaltó que esas raciones son las mismas que comen los cosmonautas rusos que se encuentran a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Añadió que una vez que concluya el simulacro de vuelo al Planeta Rojo, los "martenautas", junto con científicos del IPBM y del instituto que él dirige, elaborarán recomendaciones para conformar las raciones de alimentación de los miembros que integrarán la primera expedición real a Marte.

Experimentos

El experimento "Marte-500", que comenzó el 3 de junio de 2010, sirve para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los miembros de una tripulación durante un vuelo interplanetario. Sus participantes, seis voluntarios, compartirán durante un total de un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador.
Permanecerán aislados del mundo exactamente el tiempo que lleva el vuelo de ida y vuelta a Marte, 490 días, a lo que se suma la estancia simulada en el Planeta Rojo, recreada en un módulo independiente de 1.200 metros cúbicos. El "regreso" de los "martenautas" a la Tierra está previsto para el 5 de noviembre de este año.
La Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos lanzaron en 2004 este ambicioso proyecto, al que se sumó posteriormente China y en el que también colaboran países como Estados Unidos y España.

Marte: nuevas imágenes revelan corrientes de agua

Nuevas y sorprendentes imágenes de las montañas de Marte podrían ser, hasta ahora, la mejor evidencia del flujo de agua, líquida, como un ingrediente esencial para la vida.
Los resultados, publicados este jueves en la revista Science, provienen de un estudio conjunto entre EE.UU. y Suiza.
Una secuencia de imágenes de la Mars Reconnaissance Orbiter muestran largos y oscuros "tentáculos" de pocos metros de ancho.
Estos surgen entre los afloramientos rocosos y fluyen cientos de metros ladera abajo hacia la llanura.
Aparecen en las laderas calentadas por el sol del verano, fluyen alrededor de los obstáculos y, a veces, se dividen o fusionan, pero cuando llega el invierno, los "tentáculos" desaparecen.
Esto sugiere que están hechas de barro del deshielo, dicen los investigadores.
"Es difícil imaginar que se formen por otra cosa que líquido que se filtra por las laderas", dijo el científico Richard Zurek del Mars Reconnaissance Orbiter, pero aparecen cuando todavía está muy frío para el agua dulce.

Agua salada

"La mejor explicación que tenemos hasta ahora para estas observaciones es que es el flujo de agua salobre, aunque este estudio no lo prueba", dijo el geólogo planetario Alfred McEwen, de la Universidad de Arizona.
La salinidad disminuye la temperatura en la que el agua se congela y el agua tan salada como la de los océanos de la Tierra podría existir en estos lugares durante el verano.
"Este podría ser el agua que fluye en primer lugar", dijo el profesor McEwen. Esto tiene implicaciones profundas en la búsqueda de vida extraterrestre.
"El agua líquida es absolutamente esencial para la vida y hemos encontrado vida en la Tierra en casi todos los nichos húmedos", dijo el Lewis Dartnell, astrobiólogo de la Universidad College de Londres, quien no participó en el estudio.
"Así que tal vez podría haber microbios resistentes sobreviviendo en estos cortos periodos de deshielo de verano en la superficie del desierto de Marte".
Esto fue retomado por un experto sobre la vida en ambientes extremos, el profesor Shiladitya DasSarma de la Universidad de Maryland, quien tampoco participó en este estudio: "Sus resultados son consistentes con la presencia de grandes y extensos lagos salados subterráneos en Marte".
"Esta es una posibilidad muy interesante para los que estudiamos a los microorganismos tolerantes a la sal (halófitas) aquí en la Tierra, ya que abre la posibilidad de que este tipo de abundantes bichos también puedan habitar nuestro planeta vecino", dijo.
"Los microbios halófilos son campeones en soportar las condiciones más adversas, la desecación completa y la radiación ionizante".
Para el geólogo Joe Levy, de la Universidad Estatal de Portland, un especialista en los ecosistemas de la Antártida, que no contribuyó en esta investigación, representan "un objetivo astrobiológico verdaderamente tentador".
Estos pequeños y misteriosos tentáculos podrían ser el mejor lugar para buscar vida en Marte. McEwen dice que "para la vida actual, estos son los lugares más accesibles".

2011/07/25

El robot explorador Curiosity aterrizará en el cráter marciano Gale en 2012

El robot explorador "Curiosity" aterrizara en 2012 en el cráter marciano Gale con la misión de estudiar si se dan las condiciones ambientales, o se dieron alguna vez, para albergar vida en el planta rojo, anunció este viernes la NASA en una ceremonia en el Museo Nacional del Aire y del Espacio.

Se trata de un cráter de 154 kilómetros de diámetro nombrado así en honor del astrónomo australiano Walter Gale, y en su interior se eleva una gran montaña.

El director de la agencia espacial estadounidense, Charles Bolden, quien tras el fin de la era de los transbordadores ha reiterado que la NASA continuará con la exploración espacial, expresó en un comunicado que Marte es un objetivo que la agencia tiene en su punto de mira.

"Curiosity no sólo nos suministrará abundantes datos científicos de importancia, sino que servirá como precursor de la exploración humana del planeta rojo", dijo Bolden tras el anuncio.

La elección no ha sido casual. En 2006, un centenar de científicos de todo el mundo comenzaron a estudiar 30 posibles puntos de aterrizaje, dos años más tarde se hizo una "lista corta" con cuatro posibles destinos: Eberswalde, Holden, Mawrth y Gale.

Cualquiera de los puntos habría sido interesante, aseguraron los científicos durante la presentación, pero tras un análisis exhaustivo de las imágenes recogidas por las misiones anteriores se decidieron por Gale, que tiene un cono de deyección, como los que forman los sedimentos cuando son arrastrados por el agua.

El científico principal del Programa de Exploración de Marte de la NASA, Michael Meyer, destacó que Gale "ofrece interesantes posibilidades para encontrar elementos orgánicos, aunque ésta sigue siendo una posibilidad remota".

Es remota, pero no imposible, dijo a Efe Adriana Ocampo de la división de Ciencias Planetarias de la NASA.

Ocampo señaló que este lugar es también especialmente interesante por la riqueza de la zona rocosa que se va a estudiar, en la que podrían haber quedado impresos restos de elementos relacionados con la vida "tal y como la entendemos nosotros", como el carbono.

Según explicó, los procesos sedimentarios de las capas que dejó al descubierto el impacto con un asteroide que causó la formación del cráter, son como las hojas de un libro que "nos cuentan la historia geológica de lo que pasó en el planeta".

"Ya sabemos que hay agua en Marte, queremos saber dónde podemos encontrar señales de vida pasada o presente y, donde hubo agua, es ahí donde puede haber restos de vida microbiótica", añadió.

El Laboratorio Científico Marciano (MSL), compuesto por una decena de instrumentos de análisis para examinar el suelo, las rocas y la atmósfera de Marte, ha sido ensamblado en un robot Rover con 6 ruedas, que mide 2 metros de alto, 2,7 metros de ancho y 3 metros de largo, y pesa casi una tonelada.

El robot será el vehículo más grande enviado hasta ahora a Marte, y a diferencia de las primeras investigaciones, por medio de las naves Viking I y II y posteriormente con los robots Spirit y Opportunity que se centraron en la búsqueda de agua, ahora se trata de buscar rastros de vida.

Su nombre fue sugerido en 2009 por una escolar de Kansas, Clara Ma, en un concurso realizado por la NASA en el que recogió las propuestas de más de 9.000 estudiantes de todo el país.

La NASA prevé lanzar el vehículo desde Cabo Cañaveral (Florida) entre el 25 de noviembre y el 18 de diciembre de este año, y calcula que llegará a Marte el próximo verano tras recorrer 200 millones de kilómetros.

España está implicada en este proyecto ya que es la responsable del sistema de antena que irá integrado en el robot y que servirá para poner directamente en contacto al aparato con la Tierra.

El robot ya se encuentra en el Centro Espacial Kennedy donde están terminando de montar algunas de sus piezas.

La exploración en el suelo de Marte comenzó en 1997 con la misión Pathfinder, que llevó al planeta el vehículo Sojourner, desde el cual la humanidad recibió las primeras imágenes en detalle de ese planeta.

Canarias7