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2011/12/12

Europa, Rusia y EEUU discuten una misión a Marte

Europa, EEUU y Rusia están estudiando una nueva colaboración para lanzar una sonda de investigación a Marte en 2016. La cooperación se centraría en un orbitador marciano comprendido en el programa ExoMars, en la que la Agencia Espacial Europea (ESA) y EEUU ya cooperaban. La segunda parte del proyecto incluye el lanzamiento de un robot de exploración construido entre ambos países en 2018, pero la falta de presupuesto ha dejado en peligro la participación estadounidense.
Ahora Rusia podría unirse como miembro de pleno derecho al proyecto. Representantes de las agencias espaciales de los tres países se reunieron el miércoles en París para tratar el tema, según informó un portavoz de la ESA a Space News. La aportación rusa incluiría un cohete Proton con el que lanzar el orbitador en 2016. La misión tenía prevista su salida en un Atlas V de EEUU, algo que ahora la NASA no ve muy probable por la incertidumbre presupuestaria que afronta la agencia.
Dos comités discutirán hasta febrero los detalles de la participación rusa. ExoMars se ha convertido en una de las máximas prioridades de la ESA en el futuro próximo, aunque afronta serias incertidumbres debido a la crisis.
El programa espacial ruso asume estos días un importante revés debido al fracaso de la misión a Marte Fobos-Grunt, que orbita la Tierra fuera de control después de que fallase el propulsor que debía llevarle al planeta rojo. El jueves, uno de sus máximos responsables, Lev Zelenyi, director del Instituto de Investigación Espacial (IKI), escribió una carta abierta lamentando su "fracaso". Aseguró que Rusia seguirá intentando contactar con la nave "hasta el final" y calculó que el artefacto caerá sobre la Tierra "dentro de varias semanas".

Material radiactivo

Zelenyi también menciona en su carta que uno de los instrumentos de la sonda lleva cobalto 57, un isótopo radiactivo que supone "un problema delicado", según el experto. Sin embargo señala que el contenido es "menos de diez microgramos". "Según nuestros análisis, no se prevén problemas significativos", asegura. El director del IKI da las gracias a los centros de seguimiento de la ESA y de EEUU que colaboraron con los rusos intentando comunicarse con la nave durante semanas. "Lamentamos profundamente el fracaso. Esperamos continuar nuestra colaboración en proyectos científicos", concluye el investigador. 

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