El año que viene, por estas fechas, la mayor parte de los físicos de partículas estarán ilocalizables; puede que estén inmersos en grandes celebraciones, o quizás permanezcan ensimismados en complejos cálculos. A finales de 2012, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) ya habrá descubierto si la partícula más tímida de la historia de la física, el bosón de Higgs, existe realmente, o si hay que reformular las predicciones de la física teórica que otorgan a esta partícula dios el papel fundamental de dotar de masa a las demás partículas elementales.
No es el único experimento que podría cambiar la historia de la física. Los proyectos MINOS, en EEUU, y el T2K, en Japón, tratarán de confirmar si los veloces neutrinos han hecho pedazos la teoría de la relatividad general al viajar más rápido que la luz, tal y como sugería el pasado septiembre otro experimento en el CERN.
2012 intentará también responder a una tercera pregunta clave en la historia de la ciencia. ¿Existe vida en Marte? El mejor robot de exploración que se ha enviado nunca al planeta rojo, Curiosity, aterrizará en agosto con decenas de experimentos a bordo que tratarán de buscar algún signo de vida pasada o presente en el planeta. Entre ellos, y por primera vez, el robot contiene un proyecto español, la miniestación meteorológica REMS, que medirá la temperatura, el nivel de humedad y la radiación solar de Marte. Los descubrimientos de Curiosity serán claves para la reunión que sellará, a finales de año, el futuro del proyecto ExoMars, el más importante de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la próxima década. Los gestores de la ESA decidirán si la crisis aún permite enviar una sonda al planeta en 2016 y un robot de exploración, el primero hecho en Europa, en 2018.
Quizá haya más probabilidades de que Marte sea habitable que de que la Tierra pueda seguir siéndolo durante mucho más tiempo. Dos cumbres climáticas, la de Río de Janeiro en junio y Qatar en diciembre, tratarán de solventar el fiasco de la cita de Durban y recuperar el debate sobre si la sostenibilidad del planeta es compatible con el necesario crecimiento económico que tratan de impulsar la mayor parte de los gobiernos occidentales, a costa, en muchos casos, de la degradación de los países en desarrollo.
Una de las claves de esa recuperación económica será el desarrollo de la creciente industria tecnológica, que basa sus esperanzas en los modernos ultrabooks, en las aplicaciones en la nube de internet y en el nuevo Windows 8. Pero todas las miradas estarán posadas sobre Tim Cook, el consejero delegado de Apple tras la muerte de Steve Jobs. El iPhone 5 y el iPad 3 serán las dos pruebas que deberá pasar Cook para demostrar que su compañía es capaz de sobrevivir al hombre que se convirtió en icono tras reinventar la informática, la telefonía móvil y la música digital.
No es el único experimento que podría cambiar la historia de la física. Los proyectos MINOS, en EEUU, y el T2K, en Japón, tratarán de confirmar si los veloces neutrinos han hecho pedazos la teoría de la relatividad general al viajar más rápido que la luz, tal y como sugería el pasado septiembre otro experimento en el CERN.
2012 intentará también responder a una tercera pregunta clave en la historia de la ciencia. ¿Existe vida en Marte? El mejor robot de exploración que se ha enviado nunca al planeta rojo, Curiosity, aterrizará en agosto con decenas de experimentos a bordo que tratarán de buscar algún signo de vida pasada o presente en el planeta. Entre ellos, y por primera vez, el robot contiene un proyecto español, la miniestación meteorológica REMS, que medirá la temperatura, el nivel de humedad y la radiación solar de Marte. Los descubrimientos de Curiosity serán claves para la reunión que sellará, a finales de año, el futuro del proyecto ExoMars, el más importante de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la próxima década. Los gestores de la ESA decidirán si la crisis aún permite enviar una sonda al planeta en 2016 y un robot de exploración, el primero hecho en Europa, en 2018.
Quizá haya más probabilidades de que Marte sea habitable que de que la Tierra pueda seguir siéndolo durante mucho más tiempo. Dos cumbres climáticas, la de Río de Janeiro en junio y Qatar en diciembre, tratarán de solventar el fiasco de la cita de Durban y recuperar el debate sobre si la sostenibilidad del planeta es compatible con el necesario crecimiento económico que tratan de impulsar la mayor parte de los gobiernos occidentales, a costa, en muchos casos, de la degradación de los países en desarrollo.
Una de las claves de esa recuperación económica será el desarrollo de la creciente industria tecnológica, que basa sus esperanzas en los modernos ultrabooks, en las aplicaciones en la nube de internet y en el nuevo Windows 8. Pero todas las miradas estarán posadas sobre Tim Cook, el consejero delegado de Apple tras la muerte de Steve Jobs. El iPhone 5 y el iPad 3 serán las dos pruebas que deberá pasar Cook para demostrar que su compañía es capaz de sobrevivir al hombre que se convirtió en icono tras reinventar la informática, la telefonía móvil y la música digital.
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