El crecimiento en la demanda de dispositivos móviles está empujando a los investigadores y desarrolladores para conseguir nuevos diseños a nivel de nanoescala capaces de mejorar la eficiencia energética.
En esta ocasión le toca el turno al departamento de ingeniería computacional de la Universidad de Illinois, que ha desarrollado un nuevo tipo de memoria capaz de consumir cien veces menos energía que los actuales chips.
En vez de almacenar los bits y bytes como una carga eléctrica, el equipo de investigación ha utilizado materiales de resistencia variable para ello. “El objetivo principal es que los dispositivos puedan aguantar semanas o meses sin necesidad de cargarse” tal y como señala Eric Pop, responsable del equipo de investigación. “Los usuarios no tendrán que estar pendientes de cargar el dispositivo cada noche”.
Básicamente, se trata de utilizar materiales nanoescalares PCM (Phase-Change Material) que pueden cambiar de estado para cubrir las necesidades de “encendido-apagado” o bien ceros y unos. El material podrá encontrarse en estado cristalino o no cristalino, produciéndose el código binario para almacenar los bits. Se crean así una especie de nanotubos por los que pasa la corriente eléctrica, pero su grosor es 10.000 veces más pequeño que el de un pelo humano, por lo que la energía necesaria es mínima.
Aunque este desarrollo se encuentra en una fase muy temprana y sin perspectivas a medio plazo para llegar al mercado comercial, lo cierto es que sus responsables aseguran que tendrían margen para mejorar esta eficiencia diez veces.
eWeek
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