Tres días después de que un terremoto de 8,9 grados sacudiera Japón y un tsunami arrasara sus costas, aún es prácticamente imposible cuantificar las pérdidas, pero algunas compañías tecnológicas como Sony ya han anunciado el cierre de seis de sus fábricas.
Y es que una de las plantas de Sony se encuentra en Fukushima, la misma localidad en la que está la central nuclear que ha hecho saltar todas las alarmas tras la explosión de uno de sus reactores.
La compañía nipona ha informado de que las plantas cerradas se dedicaban a fabricar piezas reproductores Blu-Ray, baterías y discos ópticos.
Mientras continúan las labores de rescate, los expertos han comenzado a evaluar las consecuencias para los mercados y uno de los afectados es el tecnológico ya que Samsung, Panasonic o Toshiba están barajando la posibilidad de echar el cierre a varias de sus plantas mientras se recuperan del desastre.
Por segmentos, uno de los que más puede acusar la crisis es el de los microprocesadores, ya que algunas fábricas de chips se han visto afectadas por el terremoto y han tenido que detener la producción.
Además de los destrozos propios del seísmo, las plantas tienen que enfrentarse a cortes en el suministro de energía y a la falta de medios de transporte, que les obligarán a paralizar la actividad durante varios días.
Los analistas consideran que puede llegar a haber escasez en las exportaciones de algunos componentes como las memorias NAND flash, ya que Japón suministra buena parte de las unidades que se consumen a nivel mundial.
the INQUIRER
No hay comentarios:
Publicar un comentario