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2010/08/02

Lento arranque del PC para los niños más pobres

La Vanguardia

El más ambicioso proyecto emprendido en el mundo para dotar de ordenadores a los niños con escasos recursos nació en uno de los templos de la tecnología avanzada más reconocidos y prestigiosos del mundo, el Massachusetts Institute of Technology (MIT), de la mano de Nicholas Negroponte, profesor de esta institución y director del MIT Media Lab.
En el 2005, Negroponte explicó el proyecto One Laptop per Child (OLPC) –un portátil por niño– durante el foro económico mundial de Davos. El plan, sin ánimo de lucro, pretende que todos los niños del mundo dispongan de un ordenador, lo que hoy supone una ventana esencial de acceso al conocimiento. La idea inicial era desarrollar un modelo de bajo coste, de 100 dólares (unos 77 euros al cambio de ayer), que pudiera ser distribuido de una forma extensa.

Los cinco principios de este proyecto son: el niño se queda con el ordenador, el objetivo es la educación básica, nadie puede quedar excluido, conexión a internet, libertad para crecer y adaptarse. Los ordenadores tenían que ser adaptables a condiciones climáticas variadas y extremas y permitir el uso de múltiples lenguas.

Después de mantener conversaciones con el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas, OLPC impulsó la fabricación de un modelo de portátil, cuyas primeras unidades salieron de la fábrica de la empresa Quanta en Shanghai a finales del 2006 para empezar su distribución en febrero del año siguiente. El ordenador, que utilizaba el sistema operativo de código abierto Linux, fue bautizado como XO.

A mediados del 2008, OLPC anunció la renovación de su modelo por uno más avanzado de doble pantalla táctil. Este último ha sido sustituido en los planes de la organización benéfica por una tableta en color, parecida al iPad de Apple, con la intención de que pueda ser utilizada también como lector de libros electrónicos.

Desde la puesta en marcha del programa, la distribución de ordenadores para los escolares pobres sido mucho menor de la esperada por Negroponte. El objetivo final de la organización es que 2.000 millones de niños puedan tener un ordenador para estudiar. La realidad es mucho más dura.

Al tratarse de un proyecto que precisa de la financiación de los gobiernos, su extensión avanza a ritmos bastante lentos en la mayoría de los casos.

Las cifras de distribución del ordenador de OLPC son muy bajas, salvo las excepciones de algunos países que han hecho una seria apuesta por el proyecto, como Perú (594.000 unidades), Uruguay (480.000) o Ruanda (110.000), que suman dos terceras partes del total de los PC de 100 dólares que han llegado a los niños.

El resto, cerca de medio millón de ordenadores, se ha repartido entre 36 países. India, que podría haber sido uno de los grandes objetivos del OLPC, sólo ha llegado a distribuir unas 700 unidades a escolares del país, una cifra menos que testimonial en el segundo país más poblado de la Tierra.

Pero no todo está perdido. El futuro pinta algo mejor para el proyecto de ordenador barato. OLPC y la Comunidad del Este de África, una organización intergubernamental que reúne a los países de Kenia, Uganda, Tanzania, Ruanda y Burundi, se comprometieron en abril pasado en un plan para distribuir 20 millones de ordenadores baratos entre sus escolares de primaria en el año 2015.

Negroponte ha reconocido que este acuerdo con los países africanos supone "un significativo paso adelante" en los objetivos de su organización benéfica. El salto adelante del proyecto vendrá de la mano del próximo modelo de OLPC.

La tableta que se proyecta en sustitución del actual modelo de ordenador estará en servicio en el 2012 si se cumplen los plazos previstos. El precio debe ser de unos 100 dólares. Sus promotores lo describen como "una hoja de plástico flexible" que "será irrompible y no tendrá agujeros". En este caso, low cost no implicará tecnología obsoleta, todo lo contrario.

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