El secretismo característico de Apple se extiende al contrato que los desarrolladores de aplicaciones para el iPhone firman con la compañía de Cupertino, sin embargo, éste se ha podido filtrar, mostrando algunos detalles que han sorprendido por su exigencia.
La primera regla del escrito, como no podía ser de otra forma en el seno de Cupertino, es que los desarrolladores tienen prohibido hablar de cualquier aspecto relativo al documento.
Sin embargo, lo más llamativo es la dura política de licencias de la firma de la manzana. La compañía exige a los creadores de applicaciones una cesión de derechos de las mismas incluso antes de que se incorporen a la App Store, de tal forma que se prohíbe a los desarrolladores la venta de apps a otros medios si éstas finalmente son rechazadas y no se añaden al catálogo de la tienda digital.
Además, en el caso de ser aceptadas esto no garantiza que sea de por vida. Apple puede “revocar la certificación digital de cualquier aplicación en cualquier momento”, algo que, está ocurriendo con frecuencias en las últimas semanas.
Por otro lado, Apple se lava las manos en el caso de que estos programas tengan algún tipo de responsabilidad legal. Según deja claro en el documento, la compañía sólo se hará cargo de una cantidad máxima de 50 dólares por daños y perjuicios.
Por último, los jailbreakers están totalmente vetados. La firma especifica que no se permite a los desarrolladores modificar o hackear sus “productos”.
El documento al completo puede consultarse en Wired.
No hay comentarios:
Publicar un comentario