El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes nuevos planes para que puedan pagar las hipotecas de sus casas aquellas personas que están en problemas económicos o desempleadas.
La propuesta contempla la reducción temporal en las cuotas mensuales de las personas que no tienen trabajo, a los que sólo se les podrá cobrar, como máximo, el 31% de su seguro de desempleo.
También habrá incentivos para los bancos para que reduzcan las deudas de algunos compradores cuyas hipotecas estén ahora más caras que el valor de su propiedad.
Según la consultora Moody's Analytics, los dueños que deben más de lo que cuestan sus propiedades son unos 15 millones, de los cuales 10 millones deben al menos un 20% más del valor original.
Origen de los fondos
El dinero que ofrecerá el gobierno para estos programas provendrá de los fondos asignados para el rescate del sistema financiero, creado a raíz del colapso del gigante financiero Lehman Brothers.La administración de Barack Obama asegura que el plan ayudará a estabilizar el mercado hipotecario evitando que muchos deudores caigan en bancarrota.
El corresponsal de Asuntos Económicos de la BBC Andrew Walker observa que, a pesar de que la economía se está recuperando y el nivel de desempleo se reduce, todavía el gobierno no ha podido solucionar el problema de las personas que pierden sus hogares por no poder afrontar los pagos.
"Los mercados laborales e hipotecarios aún están debilitados", concluye Walker.
La Asociación de Bancos Hipotecarios de Estados Unidos estima que el 15% de aquellos que han pedido préstamos hipotecarios están retrasados en el pago o ya se les ha iniciado acción judicial.
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