Fuente: the INQUIRER.
La compañía de alojamiento de archivos además de continuar una estrategia más agresiva hacia los infractores del copyright cancelando cuentas de usuarios que suben o descargan contenidos protegidos y guardando “con fines legales” las IPs asociadas, pretende asociarse con los titulares de derechos para ofrecer una “tienda alternativa legal”.
La presión de las sociedades de derechos de autor y una parte de la industria, y la última sentencia contra el popular servicio de almacenamiento por contener en sus servidores un centenar de libros digitales con copyright, están haciendo cambiar la idea que sus responsables tienen del sitio, que simplemente se acabará como lo hemos conocido hasta ahora.
Bobby Chang, ejecutivo responsable de RapidShare, ha revelado un ambicioso plan para “hacer las paces” con los titulares de derechos. Por un lado presionando a los usuarios que suben y descargan material protegido por copyright a los que llama directamente “delincuentes” incluso abriendo procedimientos de infracción contra ellos desde el mismo RapidShare con la demanda correspondiente.
Además, el responsable de RapidShare indicó que, “están dispuestos a invertir cantidades sustanciales en una tienda on-line ‘legal’ para que no sólo se hable de RapidShare como una amenaza para la industria del entretenimiento, sino también como una opción interesante para que la industria venda sus productos”.
Por ello están negociando con la industria de contenidos para “generar nuevos modelos que hagan obsoleta a la piratería”. “Si el usuario puede encontrar lo que están buscando a un precio justo, la piratería se convertirá en un problema del pasado”, aseguran desde el servicio de alojamiento de archivos alemán.
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