La firma de telefonía móvil Sony Ericsson ha anunciado sus resultados correspondientes al tercer cuarto trimestre de 2009, informando de unas pérdidas de 167 millones de euros. Los resultados son algo mejores (un 9%) de los cosechados en el mismo intervalo de un año atrás (187 millones de pérdidas) y han sorprendido a los analistas, quienes habían vaticinado un saldo negativo de 254 millones.
En todo este baile de números hay que tener en cuenta que en este último período del año el fabricante ha afrontado gastos de reestructuración de plantilla y negocios por unos 150 millones de euros.
Las ventas en el Q4 descendieron en relación a doce meses atrás, pasando de 2.900 millones de euros a 1.750, según informa The New York Times.
Greger Johansson, analista de la firma sueca Redeye, lo explica así: “Las ventas no son excelentes, pero esto es un objetivo secundario ahora. Es más importante que las pérdidas no estén creciendo. Incluso a este ritmo podrían obtener beneficios a finales de 2010”.
La venture sueco-japonesa no levanta cabeza desde hace más de un año y medio y para observar en sus cifras beneficios hay que remontarse al segundo trimestre de 2008. La recesión ha afectado a la marca con una gran reducción de la demanda de dispositivos, pero también ha influido su apuesta por los teléfonos de gama media, en un momento en el que triunfan los terminales inteligentes y que incorporan pantalla táctil.
Sony Ericsson ya ha intentado corregir esta estrategia y se ha aventurado a lanzar algunos smartphones, como el Satio.
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