Hasta ahora los delfines han sido considerados como uno de los animales más inteligentes del mundo, pero muchos científicos los han situado por debajo de los chimpancés.
No obstante, una serie de estudios recientes de comportamiento sugieren que los delfines -sobre todo los de nariz de botella- son los más inteligentes de las dos especies.
Los científicos que llevaron a cabo las investigaciones creen que son tan inteligentes que deberían ser tratados como "personas no humanas"
Algunos de estos mamíferos pueden alcanzar el nivel de inteligencia de un niño de tres años.
Según ellos es moralmente inaceptable mantener a estos mamíferos cautivos en parques de atracciones o matarlos para alimento o por accidente durante actividades pesqueras.
Tamaño del cerebro
"Muchos cerebros de delfines son más grandes que los de los humanos" dijo Lori Marino de la Universidad de Emory en Atlanta, quien utilizó imágenes de resonancias magnéticas para mapear el cerebro de especies de delfines y compararlo con el de los primates.
"La neuroanatomía sugiere continuidad psicológica entre humanos y delfines y tiene implicaciones profundas para la ética de la interacción entre ambos", añadió.Pero el tamaño es sólo un factor.
Lo que Marino y sus colegas hallaron fue que la corteza cerebral y la neocorteza cerebral de los delfines de nariz de botella era tan grande que "la anatomía que evalúa la capacidad cognitiva lo ubica segundo después del cerebro humano."
Personalidad propia
Los estudios también revelaron que los delfines tienen una personalidad propia y pueden pensar a futuro. También dejaron claro que son animales culturales que pueden aprender nuevos tipos de comportamiento entre ellos.
En uno de los estudios, Diana Reiss, profesora de psicología en el Hunter College de la City University de Nueva York, mostró que los delfines de nariz de botella podían reconocerse en un espejo y utilizarlo para inspeccionar varias partes de su cuerpo, una habilidad que se creía que estaba limitada a los humanos y los simios.
En otro estudio, averiguó que los animales en cautiverio tienen una habilidad para aprender un idioma rudimentario basado en símbolos.
En un caso reciente, un delfín que fue rescatado de su habitat natural, fue enseñado a andar sobre su cola, en las tres semanas que duró su recuperación en un acuario de Australia.
Después de que el animal fuera puesto en libertad, los científicos se quedaron atónitos cuando vieron cómo se extendió el truco entre los delfines que se encontraban en estado salvaje, que lo habían aprendido del que estuvo en cautiverio.
Marino y Reiss presentarán sus hallazgos en una conferencia que se celebrará en la ciudad estadounidense de San Diego el próximo mes.
Al evento asistirá Thomas White, profesor de ética de la Universidad Maymount Loyola de Los Ángeles, quien en varias ocasiones ha sugerido que los delfines tendrían que tener derechos.
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