Fuente: Clarin.com.
A exactos cinco meses del hundimiento del Polar Mist -es el pesquero chileno que se hundió en el Atlántico sur mientras transportaba 9,5 toneladas de oro y plata valuadas en 18 millones de dólares-, partió ayer del santacruceño puerto de Punta Loyola una expedición con dos objetivos.
Primero, detectar el sitio exacto en el que está fondeado y, segundo y aún más importante, establecer si el valioso cargamento aún está en sus bodegas.
La misión se lleva a cabo en el C-Sailor, un buque de bandera Vanuatu pero que normalmente opera en Brasil. Todos sus tripulantes son extranjeros. También el jefe de la misión, el capitán inglés Paul Voisin, y los expertos de la firma holandesa Mammoet, especializada en rescates marítimos. Unos pocos argentinos viajan a bordo, entre ellos 5 oficiales de la Prefectura Naval.
El C-Sailor zarpó a las 4 de madrugada de ayer. Ya al mediodía intentaba precisar la zona del hundimiento, rastreando con un sonar (en la jerga lo llaman "pescadito") el sitio en el que se encuentra el Polar Mist. Allegados a la expedición dijeron a Clarín que quizá lleve algunos días encontrar al pesquero. "Las aguas son muy profundas y el rastreo es muy difícil en esa zona. La idea inicial es que la misión se extienda solo 10 días, más no tendría sentido porque los costos son millonarios", explicaron. Y especularon: "Si se lo hizo naufragar a propósito para ocultar el robo de la carga quizá nunca se lo halle".
En caso de que se lo detecte, se sumergirá un minisubmarino ROV (siglas de vehículo operado de manera remota, en inglés) con capacidad para operar hasta a 1.000 metros de profundidad. Ese aparato saca fotos y filma y cuenta con amoladora y alicates para cortar el casco y meterse en las bodegas. Es el que responderá la pregunta del millón: si la carga, perteneciente a la minera Cerro Vanguardia y asegurada por Lloyds de Londres, realmente está en el fondo del mar.
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