Fuente: La Vanguardia.
Oscar Santegoeds es un joven holandés de 17 años que ha finalizado la secundaria cursando el bachillerato científico y tecnológico en la escuela Hamelín Internacional Laie de Alella. Su último trabajo de investigación ha sido escogido para la prestigiosa revista Investigación y Ciencia, un reconocimiento que lo sitúa entre los articulistas más jóvenes que han publicado en la revista. La síntesis del documento lleva por título Estudio de la influencia de la temperatura sobre bacterias quimiotróficas de la costa del Alt Maresme y demuestra cómo las bacterias marinas se reproducen más activamente cuando la temperatura es más elevada.
Un título técnicamente pomposo que surge de la sensibilidad ecológica de su autor y por la proximidad con el medio marino, ya que reside en el Masnou. Santegoeds, accedió a la sugerencia de su tutora, Laia Àngel jefe de investigación y medio ambiente de la escuela Laie para que, con el apoyo de la investigadora del Institut de Ciències del Mar (ICM) Dolors Vaqué, realizara su tesis final analizando las bacterias marinas procedentes de las aguas marinas de Blanes.
El trabajo sintetizado en Investigación y Ciencia y que ha acabado por decidir su futuro profesional hacia los estudios de biotecnología que cursará el próximo año en Holanda, descubre la influencia del cambio de temperatura sobre las bacterias del mar. Aumentando dos grados la temperatura del agua en un medio artificial se detecta que la colonia de bacterias se reproduce mucho más rápidamente que con el agua más fría.
El hallazgo toma mayor relieve científico puesto que las bacterias son productoras de dióxido de carbono (CO2) que emiten a la atmósfera y también ávidas consumidoras de oxigeno, por lo que contribuyen activamente al calentamiento global del planeta. En resumen, un adolescente de 17 años ha sido capaz de demostrar que las bacterias, principales destructoras de la materia simple, generan oxígeno pero también dióxidos que contribuyen al calentamiento planetario.
Su tutora en la escuela Laie, Laia Àngel, destaca la importancia de la investigación a nivel del cambio climático global ya que “si un cambio de temperatura afecta el crecimiento de las bacterias, aumenta igualmente la emisión de C02 y por tanto el calentamiento global”.
“Es sencillo” comenta Óscar “saber que en invierno hay menos bacterias” tomando las muestras de Blanes, pero lo que más le ha sorprendido tras los análisis ha sido que, tras el aumento de las temperaturas “también hemos detectado, no sólo un mayor crecimiento sino también una mayor diversidad de bacterias” hasta un 10,4% de nuevas colonias bacterianas de las que tendría el mar con la temperatura que debería ser natural, con dos grados menos.
Durante todo un año el joven ha estudiado minuciosamente la morfología de las bacterias en el microscopio y ha tenido que emplear avanzadas técnicas científicas como “la perforación de las capas bacterianas” por lo que ha contado con la ayuda de los profesionales del ICM.
El hecho de que su trabajo tome relevancia científica y sea difundido en una revista de prestigio como Investigación y Ciencia, para Óscar Santegoeds “es la panacea de un estudiante”. Pero este no es el primer reconocimiento para el joven holandés, ya que el año pasado quedó quinto en los premios Canguro de Matemáticas, entre más de 4.000 participantes y ganó este año el premio Exporecerca Jove y el Premio Especial que otorga la Societat Catalana de Biología.
Para Sonia Sas, directora de la escuela, la publicación del artículo confirma que “la apuesta por una enseñanza de calidad da siempre nuevos frutos y llena de satisfacción a alumnos y profesores”.
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