Fuente: PC World.
Más de la mitad de los residentes en Estados Unidos quieren que su gobierno regule de alguna manera el vídeo en Internet, según un reciente sondeo realizado por Zogby International y patrocinado por la firma de relaciones públicas 463 Communications, especializada en el segmento de alta tecnología.
El 29% de los entrevistados –9.500 adultos estadounidenses- cree que el vídeo sobre Internet debería estar regulado al igual que el contenido televisivo, y otro 24% piensa que el gobierno estadounidense tendría que crear, al menos, un sistema de clasificación y valoración online similar al que ya existe en la industria cinematográfica.
Un 36% está de acuerdo en que la regulación gubernamental para el vídeo online implicaría aspectos constitucionales. Tom Galvin, socio de 463 Communications, reconoce haberse “sorprendido al comprobar que la gente tiene la misma actitud respecto a Internet que ante la televisión. Además, ven la situación actual del vídeo online como una espiral fuera de control, y quieren que su gobierno haga algo al respecto”.
En cualquier caso, lo cierto es que los datos varían según la edad de los entrevistados. Así, sólo el 33% de los entrevistados con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años apoyan la regulación del contenido de vídeo, mientras que el porcentaje se eleva a un 72% cuando se trata de mayores de 70 años.
La conveniencia de una regulación para el vídeo online era sólo uno de los puntos planteados por Zogby en sus entrevistas, que pretendían captar la actitud de los ciudadanos ante la tecnología e Internet. Entre las preguntas incluidas en las entrevistas, algunas llegaban a sugerir situaciones dignas de servir de argumento en películas de ciencia-ficción.
Acceso a Internet desde el cerebro
En esta línea, un dato especialmente curioso es que un 11% de los ciudadanos desearía tener un dispositivo de acceso a Internet implantado en sus cerebros. El porcentaje a favor de esta “implantación” resultó mayor entre los hombres que entre las mujeres.
El porcentaje aumenta –en concreto, a un 20%- cuando el dispositivo que se plantea implantar es un chip de seguimiento; el cerebro, el de un menor de 13 años; y el objetivo, no acceder a Internet, sino ayudar al menor si se pierde o es abducido, o “descubrir que no se encuentra donde se supone que debería estar”.
El sondeo también revela que un 24% de los residentes en Estados Unidos considera que Internet puede servir de sustituto a otros medios de relaciones sociales importantes, así como que un 25% dispone de perfiles de networking social en sitios como MySpace o Facebook; porcentaje este último que se dispara a un 78% entre los jóvenes de entre 18 y 24 años.
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