Yahoo sigue dando muestras de debilidad. La última, el despido a través de una fría llamada telefónica de su consejera delegada, Carol Bartz, al frente de la gestión del portal de internet desde que en enero de 2009 sustituyó en el cargo al cofundador de la empresa, Jerry Yang. Aunque la compañía no explicó las razones de esta decisión, en el mercado se aseguraba que Bartz, una de las directivas más influyentes en el mundo corporativo de EE UU, no había sido capaz de reconducir la marcha de la compañía, que no solo se ha visto sobrepasada por una imparable Google sino también por otras empresas como Facebook.
El presidente de Yahoo, Roy Bostock, se limitó a decir a través de un comunicado que el objetivo principal del consejo es "influir en el liderazgo de la compañía y en nuestros actuales activos de negocio y plataformas para aprovechar las oportunidades". Bostock también informó que están buscando un nuevo consejero delegado, para lo que contarán con la ayuda de una empresa de cazatalentos. "Queremos tener un sustituto tan rápido como sea posible", añadió.
Yahoo anunció igualmente que ha reducido casi a la mitad el número de miembros de su consejo de administración, que ha pasado de 14 a 8. Entre los que siguen están los cofundadores del portal, el citado Yang y David Filo.
La salida de Bartz no cogió por sorpresa a nadie, debido a las fuertes tensiones vividas en su cúpula directiva en el último años, debido a algunas decisiones empresariales. Así, por ejemplo, la alianza sellada con Microsoft, tras rechazar el consejo de Yahoo la venta del portal al gigante del software por 44.600 millones de dólares en febrero de 2008, no habría satisfecho las expectativas de todos. La mayoría de analistas cree que dicho acuerdo solo ha beneficiado al negocio publicitario digital del gigante del software, que habría dado el abrazo del oso a una Yahoo ya debilitada.
Tampoco han ayudado a Bartz los resultados irregulares obtenidos durante su gestión. En el último trimestre la firma logró incrementar su beneficio neto interanual un 11% (reflejo de una política de reducción de costes) pero no así sus ingresos que cayeron un 5%. Además, según la firma eMarketer, Yahoo es el número uno en el mercado de los banners, aunque su cuota de mercado caerá este año al 13,1%, por detrás de Facebook.
Pero quizás el asunto que más factura le ha pasado fue la bronca con su socio chino Alibaba, con la que mantuvo en duro enfrentamiento por la transferencia de la división de pago digital Alipay. Según explicaban ayer algunos analistas, el 40% de participación que tiene Yahoo en Alibaba tiene más valor ahora mismo que la propia Yahoo porque Alibaba es casi como el eBay y el Amazon de China. Dicho de otro modo: la salida de Bartz podría mejorar la relación de la compañía con sus socios asiáticos, donde los expertos ven que la compañía tiene activos de gran valor. De hecho, Yahoo es dominante en búsquedas en Japón, de ahí que Forbes destacara ayer la importancia que Hulu, que acaba de lanzar su servicio en Japón, podría tener para Yahoo, ya que se beneficiaría de un nuevo área de negocio si la comprara. Algo que no le pondrá fácil Google, también interesada por el videoclub online.
Con todo, los inversores, que han presionado la marcha de Bartz, aplaudieron la medida. Los títulos de Yahoo, que antes del anuncio estaban en casi 13 dólares, subieron ayer un 5,42%. Muy lejos, eso sí, de los 125 dólares que valían en plena burbuja puntocom. Ahora la duda está en qué persona sustituirá a Bartz y si será capaz de devolver el brillo a Yahoo. Algo que para muchos analistas es casi imposible ante su nula o escasa presencia en negocios clave como las redes sociales y el móvil, y la poca innovación del portal. Las críticas arreciaron también ayer sobre la junta directiva por poner a Yang, un técnico no un gestor al frente de Yahoo, y después a Bartz, sin experiencia en publicidad y consumo.
El presidente de Yahoo, Roy Bostock, se limitó a decir a través de un comunicado que el objetivo principal del consejo es "influir en el liderazgo de la compañía y en nuestros actuales activos de negocio y plataformas para aprovechar las oportunidades". Bostock también informó que están buscando un nuevo consejero delegado, para lo que contarán con la ayuda de una empresa de cazatalentos. "Queremos tener un sustituto tan rápido como sea posible", añadió.
Yahoo anunció igualmente que ha reducido casi a la mitad el número de miembros de su consejo de administración, que ha pasado de 14 a 8. Entre los que siguen están los cofundadores del portal, el citado Yang y David Filo.
La salida de Bartz no cogió por sorpresa a nadie, debido a las fuertes tensiones vividas en su cúpula directiva en el último años, debido a algunas decisiones empresariales. Así, por ejemplo, la alianza sellada con Microsoft, tras rechazar el consejo de Yahoo la venta del portal al gigante del software por 44.600 millones de dólares en febrero de 2008, no habría satisfecho las expectativas de todos. La mayoría de analistas cree que dicho acuerdo solo ha beneficiado al negocio publicitario digital del gigante del software, que habría dado el abrazo del oso a una Yahoo ya debilitada.
Tampoco han ayudado a Bartz los resultados irregulares obtenidos durante su gestión. En el último trimestre la firma logró incrementar su beneficio neto interanual un 11% (reflejo de una política de reducción de costes) pero no así sus ingresos que cayeron un 5%. Además, según la firma eMarketer, Yahoo es el número uno en el mercado de los banners, aunque su cuota de mercado caerá este año al 13,1%, por detrás de Facebook.
Pero quizás el asunto que más factura le ha pasado fue la bronca con su socio chino Alibaba, con la que mantuvo en duro enfrentamiento por la transferencia de la división de pago digital Alipay. Según explicaban ayer algunos analistas, el 40% de participación que tiene Yahoo en Alibaba tiene más valor ahora mismo que la propia Yahoo porque Alibaba es casi como el eBay y el Amazon de China. Dicho de otro modo: la salida de Bartz podría mejorar la relación de la compañía con sus socios asiáticos, donde los expertos ven que la compañía tiene activos de gran valor. De hecho, Yahoo es dominante en búsquedas en Japón, de ahí que Forbes destacara ayer la importancia que Hulu, que acaba de lanzar su servicio en Japón, podría tener para Yahoo, ya que se beneficiaría de un nuevo área de negocio si la comprara. Algo que no le pondrá fácil Google, también interesada por el videoclub online.
Con todo, los inversores, que han presionado la marcha de Bartz, aplaudieron la medida. Los títulos de Yahoo, que antes del anuncio estaban en casi 13 dólares, subieron ayer un 5,42%. Muy lejos, eso sí, de los 125 dólares que valían en plena burbuja puntocom. Ahora la duda está en qué persona sustituirá a Bartz y si será capaz de devolver el brillo a Yahoo. Algo que para muchos analistas es casi imposible ante su nula o escasa presencia en negocios clave como las redes sociales y el móvil, y la poca innovación del portal. Las críticas arreciaron también ayer sobre la junta directiva por poner a Yang, un técnico no un gestor al frente de Yahoo, y después a Bartz, sin experiencia en publicidad y consumo.
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