Los tatuajes han adquirido una nueva dimensión más allá de la estética a partir del trabajo realizado por un grupo de ingenieros de la Universidad de Illinois. Su estudio, publicado en Science, muestra un sistema electrónico con un grosor inferior al de un cabello humano que se adhiere a la piel como un tatuaje temporal y que puede medir el ritmo cardíaco, las ondas cerebrales, la actividad muscular u otros signos sin los molestos electrodos que se suelen utilizar para las mediciones.
Los componentes electrónicos del dispositivo están colocados sobre una membrana flexible de poliéster elástico que permite su adaptación a los movimientos del cuerpo. La capa intermedia del tatuaje incluye los componentes metálicos, semiconductores y aislantes necesarios para los sensores.
Además, según los investigadores, los resultados de las personas que deben cargar con un aparato que mida sus signos vitales no son los más "naturales", y por ello se trata de desarrollar dispositivos cómodos y apenas visibles, que no interfieran en la medición. Es el caso de los pacientes que se someten a estudio para determinar sus niveles de apnea. Como son diagnosticados durante el sueño, tienen que estar conectados a incómodos cables durante la noche.
Este tatuaje de alta tecnología se coloca sobre la zona deseada, se vierte agua para que se adhiera a la piel y se levanta el papel que incluye para que quede pegado, como una calcomanía. Los investigadores destacan en su estudio que estos tatuajes tecnológicos podrían colocarse sobre otros reales, de forma que se ocultase la electrónica del primero.
Esta tecnología que mezcla electrónica y biología ha sido denominada por los investigadores como EES (Sistema Electrónico Epidérmico, por sus siglas en inglés). "Nuestra meta era desarrollar una tecnología electrónica que se pudiera integrar en la piel de una forma invisible para el usuario", destaca el investigador jefe del proyecto, John Rogers. Este profesor, fundador también de la empresa de electrónica MC10, tiene como objetivo convertir este prototipo en un producto comercial en 2013. Los investigadores aspiran a que esta segunda piel temporal (a partir de dos semanas la exfoliación natural impide el funcionamiento correcto) tenga en el futuro usos adicionales a los de la monitorización.
Entre otras opciones, barajan la creación de vendas electrónicas que aceleren la curación de pieles dañadas, que personas con problemas de movilidad puedan controlar ordenadores a través de estos tatuajes mediante la voz o proporcionar sentido del tacto a brazos o piernas protésicas. Este tipo de sistemas forma parte de una tendencia en ascenso llamada mHealth, que utiliza las tecnologías móviles para hacer más sencillo el control de los pacientes.
Los componentes electrónicos del dispositivo están colocados sobre una membrana flexible de poliéster elástico que permite su adaptación a los movimientos del cuerpo. La capa intermedia del tatuaje incluye los componentes metálicos, semiconductores y aislantes necesarios para los sensores.
Integración en la piel
Las señales que recoge el tatuaje "coinciden sorprendentemente bien" con los resultados obtenidos a través de la monitorización convencional, según explican los investigadores en el trabajo. Otra de las ventajas con respecto a los electrodos actuales es que no es necesario cambiarlo de ubicación para evitar los sarpullidos que produce el gel conductor en la piel.Además, según los investigadores, los resultados de las personas que deben cargar con un aparato que mida sus signos vitales no son los más "naturales", y por ello se trata de desarrollar dispositivos cómodos y apenas visibles, que no interfieran en la medición. Es el caso de los pacientes que se someten a estudio para determinar sus niveles de apnea. Como son diagnosticados durante el sueño, tienen que estar conectados a incómodos cables durante la noche.
Este tatuaje de alta tecnología se coloca sobre la zona deseada, se vierte agua para que se adhiera a la piel y se levanta el papel que incluye para que quede pegado, como una calcomanía. Los investigadores destacan en su estudio que estos tatuajes tecnológicos podrían colocarse sobre otros reales, de forma que se ocultase la electrónica del primero.
Esta tecnología que mezcla electrónica y biología ha sido denominada por los investigadores como EES (Sistema Electrónico Epidérmico, por sus siglas en inglés). "Nuestra meta era desarrollar una tecnología electrónica que se pudiera integrar en la piel de una forma invisible para el usuario", destaca el investigador jefe del proyecto, John Rogers. Este profesor, fundador también de la empresa de electrónica MC10, tiene como objetivo convertir este prototipo en un producto comercial en 2013. Los investigadores aspiran a que esta segunda piel temporal (a partir de dos semanas la exfoliación natural impide el funcionamiento correcto) tenga en el futuro usos adicionales a los de la monitorización.
Entre otras opciones, barajan la creación de vendas electrónicas que aceleren la curación de pieles dañadas, que personas con problemas de movilidad puedan controlar ordenadores a través de estos tatuajes mediante la voz o proporcionar sentido del tacto a brazos o piernas protésicas. Este tipo de sistemas forma parte de una tendencia en ascenso llamada mHealth, que utiliza las tecnologías móviles para hacer más sencillo el control de los pacientes.
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