"Llaman la atención, pero siguen siendo el segundo aparato. El iPad, por ejemplo, necesita un ordenador para activarse", dice Álvaro García, responsable de comunicación de Intel para España y Portugal. Habla así de las tabletas, la competencia más temida de los ordenadores. El principal fabricante de chips ha entrado en el negocio de la televisión conectada, un fenómeno creciente, pero se mantiene al margen de tabletas y móviles, las estrellas del mercado. Su apuesta son los ultrabooks, algo así como el hermano mayor del miniportátil, pero más fino, más potente y con una duración de batería de al menos 5 horas. "Queremos que tenga las bondades de la tableta, la potencia de un ordenador y un precio asequible", aclara Javier Galiana, director de productos de consumo de Intel.
Los ultrabooks se presentaron en Computek, los primeros modelos de ASUS y Acer vieron la luz la semana pasada en IFA. De aquí a Navidad van a invadir los estantes de grandes almacenes y tiendas especializadas. El reto es hacer un aparato, de diseño muy parecido al MacBook Air de Apple, con un precio que ronde los 800 euros, a lo sumo los 1.000 euros. Intel cree que en 2013 este aparato triunfará entre los consumidores. Hasta entonces, pensando en su difusión y desarrollo, piensan en fases. De aquí a final de año, los primeros modelos. A partir de 2012, los de tamaño similar al miniportátil pero con capacidad de edición de vídeo. Estos incluirán los procesadores con la arquitectura de 22 nanómetros. Para entonces prevén que el 40% de los ordenadores que se vendan serán de esta categoría. Para 2013 el catálogo será mayor, los habrá con un consumo menor y pantalla táctil.
La apuesta de Intel cuenta con un fondo de 212 millones de euros (300 millones de dólares) para incentivar a las empresas que innoven en esta nueva categoría de ordenadores. De momento, la lista la encabezan, además de las dos citadas, Lenovo y Toshiba. Según un estudio realizado por la consultora GfK para la empresa solo el 20% de los compradores de ordenador lo hacen por primera vez. El resto lo hace, al menos, por segunda vez, y como centro de la vida conectada. El 82% usa el ordenador para conectar el móvil, la tableta, la cámara de fotos, la de vídeo. Esta misma fuente refleja que la intención de compra en la actualidad es del 33% para un portátil, del 30% para el ordenador de sobremesa, del 21% para el miniportátil y un 14% para la tableta. Sin embargo, este último capítulo es el que menos se piensa, el que cada vez más obedece a una compra compulsiva.
Al ordenador no le queda más remedio que reinventarse para hacerse necesario. La consultora In-Stat considera que en 2012 se venderán 120 millones ordenadores, mientras que las tabletas se repartirán entre 55 millones de iPad y 45 aparatos con Android. En 2017 habrá 250 millones de tabletas en el mercado.
La empresa norteamericana no se limita a crear hardware sino que además estos ordenadores van a incluir, de serie, un programa antirrobo denominado Intel AntiTheft que permite localizar el ordenador en caso de pérdida, bloqueo y borrado a distancia.
En la citada encuesta realizada a más de 3000 personas en España, Intel ha querido detectar cuáles son las prácticas más molestas o de mala educación en el uso de la tecnología. "Si cada vez es más lógico que formen parte de nuestra vida, también lo es que moleste el uso sin educación". No hace falta romperse la cabeza para descubrir las prácticas más molestas: enviar mensajes de texto mientras se conduce, hablar en voz alta en lugar públicos, tener el tono de llamada demasiado elevado y consultar el móvil cuando se está manteniendo una conversación con una sola persona. Sin embargo, no se ve tan mal cuando se hace en grupo. En resumen, nada que no se espere de una empresa que no fabrican componentes para móviles.
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