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2011/09/28

La primera vacuna española para prevenir el VIH es segura

La primera vacuna española candidata a prevenir el virus del sida, MVA-B, es segura y genera respuesta inmunológica en el 90% de los casos, según los resultados de ensayo RISVAC02, publicado en las revistas Vaccine y Journal of Virology.
La inmunización fue desarrollada por el equipo del director del Laboratorio de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología (CNB, del CSIC), Mariano Esteban, y probada clínicamente en voluntarios sanos en los hospitales Gregorio Marañón de Madrid y Clínic de Barcelona.
Aunque es un ensayo clínico en fase I, se trata sin duda de una buena noticia, que indica que España puede desempeñar un papel muy importante en el desarrollo de la vacuna del sida.
Sin embargo, debido a lo inicial de la investigación, aún no se puede hablar de que MVA-B proteja frente al VIH. Pero al menos ha demostrado lo que los investigadores buscaban cuando a principios de 2009 iniciaron el ensayo clínico: la seguridad de la inmunización, basada en el subtipo B del VIH (el más común en Europa y América) y que utiliza cuatro antígenos, sustancias que desencadenan la generación de inmunidad en el organismo.

El resto, la inmunogenicidad, es una buena noticia que necesitará ser reevaluada en fases posteriores. Según han anunciado los investigadores en rueda de prensa, se está buscando un acuerdo para conseguir financiación para el ensayo en fase II, que ya demostraría no sólo la seguridad, sino la eficacia y la dosis necesaria. 
El acuerdo consistiría en la venta de la patente de la vacuna, que pertenece al Centro Nacional de Biotecnología, a HIVACAT, un consorcio público privado creado específicamente para el desarrollo de una vacuna contra el sida que cuenta con el apoyo (y la financiación) de un laboratorio farmacéutico, Esteve, y de la Fundación La Caixa.
La vacuna introduce los antígenos del VIH en el organismo empleando como vector el poxvirus MVA (acrónimo inglés de virus modificado de Ankara), una versión del virus empleado como vacuna de la viruela.

En el ensayo han participado 30 voluntarios sanos españoles con una media de 27 años de edad. Los participantes fueron divididos en dos grupos. A 24 de ellos se les administraron por vía intramuscular tres dosis de la vacuna (al inicio, a las cuatro semanas y cuatro meses después). A los otros seis, un placebo. Ni los investigadores ni ellos sabían quién había recibido qué, lo que se conoce como doble ciego.
Los efectos adversos registrados fueron en su gran mayoría leves y, casi todos, reacciones locales a la vacunación. Todos estos datos llevan a los autores a concluir que MVA-B merece una "mayor exploración" como posible candidata a vacuna.
Mientras se llega a un acuerdo para iniciar la fase II, el compuesto será estudiado en otro ensayo clínico en fase I pero como vacuna preventiva, en personas ya infectadas por el VIH.  

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