El Homo sapiens se cruzó hace miles de años con otra especie humana más arcaica en el corazón de África, según desvela un estudio publicado hoy. De aquellas cópulas, hace unos 35.000 años, nacieron hijos fértiles y el ADN de la otra especie se conservó durante cientos de generaciones. Ahora, un equipo de investigadores de EEUU ha encontrado esos fragmentos de ADN componiendo en torno al 2% del genoma de humanos actuales pertenecientes a tres grupos étnicos de África. Por ahora, la identidad de aquella especie primitiva con la que el sapiens compartió lecho es un misterio.
Se trata del primer cruce de este tipo que habría tenido lugar en el continente negro. En 2010, dos estudios confirmaron cruces en Europa y Asia entre sapiens, neandertales y una tercera especie que fue descubierta hace un añogracias a un fósil apodadoMujer X.
El nuevo trabajo, publicado en PNAS, supone otro varapalo para la teoría clásica que pinta al Homo sapiens como una especie pura que reemplazó a todos sus congéneres a medida que conquistaba el mundo desde su cuna africana.
Las nuevas técnicas de análisis de ADN antiguo dibujan otro escenario de mestizaje continuo y este trabajo retrata ahora al humano actual como una mezcla de sapiens, neandertal y al menos otras dos especies desconocidas, extintas, pero vivas en su ADN.
"Parece que nuestro linaje siempre ha intercambiado genes con otros vecinos morfológicamente diferentes", resume Michael Hammer, genetista de la Universidad de Arizona y coautor del nuevo estudio. Su trabajo no es tan sólido como los estudios anteriores que se centraron en neandertales y la especie de la Mujer X, conocida como denisovanos por la cueva de Rusia donde se hallaron sus fósiles. En aquellos casos, los investigadores disponían del genoma completo de estas dos especies, lo que permitió dictaminar de forma convincente que hubo cruces entre sapiens y neandertales hace unos 80.000 años y entre sapiens y denisovanos hace unos 40.000.
La mezcla es "plausible pero difícil de verificar", opina Carles Lalueza-Fox, genetista de la Universidad Pompeu Fabra, debido a que el calor de África no permite que se conserve ADN fósil del que extraer el genoma completo de aquella especie. Alerta de que las pruebas de hibridación encontradas podrían deberse también a simple mezcla entre la misma especie, aunque concede que "nada impide pensar que el sapiens se cruzó en África al igual que hizo en Europa".
Se trata del primer cruce de este tipo que habría tenido lugar en el continente negro. En 2010, dos estudios confirmaron cruces en Europa y Asia entre sapiens, neandertales y una tercera especie que fue descubierta hace un añogracias a un fósil apodadoMujer X.
El nuevo trabajo, publicado en PNAS, supone otro varapalo para la teoría clásica que pinta al Homo sapiens como una especie pura que reemplazó a todos sus congéneres a medida que conquistaba el mundo desde su cuna africana.
Las nuevas técnicas de análisis de ADN antiguo dibujan otro escenario de mestizaje continuo y este trabajo retrata ahora al humano actual como una mezcla de sapiens, neandertal y al menos otras dos especies desconocidas, extintas, pero vivas en su ADN.
"Parece que nuestro linaje siempre ha intercambiado genes con otros vecinos morfológicamente diferentes", resume Michael Hammer, genetista de la Universidad de Arizona y coautor del nuevo estudio. Su trabajo no es tan sólido como los estudios anteriores que se centraron en neandertales y la especie de la Mujer X, conocida como denisovanos por la cueva de Rusia donde se hallaron sus fósiles. En aquellos casos, los investigadores disponían del genoma completo de estas dos especies, lo que permitió dictaminar de forma convincente que hubo cruces entre sapiens y neandertales hace unos 80.000 años y entre sapiens y denisovanos hace unos 40.000.
Miles de encuentros
Ante la ausencia del genoma de aquellos humanos extintos de África, el equipo de Hammer ha rastreado secuencias de ADN actual que, según modelos informáticos, delatan una mezcla con miembros extintos del género Homo. Su equipo analizó el ADN de los biaka y los bosquimanos (cazadores-recolectores nómadas) y los mandenka, un grupo étnico mucho más amplio de África Occidental. El equipo detectó que estas poblaciones, sobre todo bosquimanos y biaka, conservan rastros de un cruce con otra especie arcaica y desconocida que sucedió en África central. No se sabe quiénes eran ni qué aspecto tenían, pero Hammer apunta que hubo "miles" de cruces de forma "regular".La mezcla es "plausible pero difícil de verificar", opina Carles Lalueza-Fox, genetista de la Universidad Pompeu Fabra, debido a que el calor de África no permite que se conserve ADN fósil del que extraer el genoma completo de aquella especie. Alerta de que las pruebas de hibridación encontradas podrían deberse también a simple mezcla entre la misma especie, aunque concede que "nada impide pensar que el sapiens se cruzó en África al igual que hizo en Europa".
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