El tema de cómo la actividad humana acelera el cambio climático y los efectos catastróficos que podría tener a nivel global vuelve a ser uno de los temas más discutidos en el ámbito político estadounidense.
El exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore -demócrata y férreo activista en favor de la protección ambiental- lideró el lanzamiento, este martes pasado, de un nuevo proyecto llamado 24 Horas de Realidad para llamar la atención del mundo sobre problema.La iniciativa se da en el marco de los debates para elegir el candidato republicano a las elecciones presidenciales de 2012 en los cuales se ha escuchado un rechazo, casi unánime, de la evidencia científica tradicionalmente aceptada en torno al tema.
¿Qué opinión, entonces, puede formarse el ciudadano común que no es experto en estos asuntos?
"Industria de la negación"
24 Horas de Realidad fue un evento interactivo mundial, auspiciado por el Climate Reality Project, que resalta lo que llaman la "crisis climática".
Se inició con una transmisión en internet desde México que le dio la vuelta al mundo con presentaciones multimedios sobre recientes fenómenos climáticos extremos y la intervención de científicos y otros ambientalistas.
Maggie Fox, la presidenta y gerente ejecutiva del Climate Reality Project, dijo a BBC Mundo que ha llegado el momento para enfrentar a los que niegan los hechos.
"Es una realidad que, en este último año en particular, se ha manifestado en todas partes del mundo con eventos extremos en Estados Unidos, América Latina y Asia".
Fox explica que lo que buscan es enfrentar a los escépticos de la evidencia científica, estimular la conversación sobre el tema y llevarlo más allá de esa negación buscando soluciones.
"Hay una industria de negación, no sólo en Estados Unidos", asegura. "Esta industria está creada y financiada en parte por los intereses del sector de energía de (combustibles) fósiles que quieren mantener el estatus quo".
Se inició con una transmisión en internet desde México que le dio la vuelta al mundo con presentaciones multimedios sobre recientes fenómenos climáticos extremos y la intervención de científicos y otros ambientalistas.
Maggie Fox, la presidenta y gerente ejecutiva del Climate Reality Project, dijo a BBC Mundo que ha llegado el momento para enfrentar a los que niegan los hechos.
"Es una realidad que, en este último año en particular, se ha manifestado en todas partes del mundo con eventos extremos en Estados Unidos, América Latina y Asia".
Fox explica que lo que buscan es enfrentar a los escépticos de la evidencia científica, estimular la conversación sobre el tema y llevarlo más allá de esa negación buscando soluciones.
"Hay una industria de negación, no sólo en Estados Unidos", asegura. "Esta industria está creada y financiada en parte por los intereses del sector de energía de (combustibles) fósiles que quieren mantener el estatus quo".
Blancos, conservadores y escépticos
El movimiento ecologista señala que el consumo de energía fósil es uno de los grandes responsables del derretimiento del hielo polar y de los glaciares, del ascenso del nivel del mar, inundaciones sin precedentes, las hambrunas y la escasez de alimentos generados por sequías.
Para esto se basan en estudios científicos internacionales del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), respaldados por Naciones Unidas.
Estos hacen una conexión directa entre el cambio climático y la contaminación producida por la actividad industrial masiva y el transporte motorizado que dependen de la quema de petróleo y carbón.
"El 98% de todos los científicos del mundo especializados en el clima y de todos los que se especializan en disciplinas relacionadas concuerdan con esto", subrayó Maggie Fox.
Pero un considerable número de personas en Estados Unidos rechazan estos estudios y consideran que las conclusiones no son hechos sino teorías.
En un artículo reciente, la revista alternativa estadounidense Mother Jones, catalogó a estos escépticos como un grupo conformado en su mayoría por hombres blancos conservadores (HBC).
Hace una comparación entre estos y la población en general. Por ejemplo, en cuanto al asunto del calentamiento global causado por la actividad humana, tres de cada diez adultos rechaza esa idea, pero esa relación se duplica cuando se trata de hombres blancos conservadores. En ese caso son seis de cada diez HBC los incrédulos.
Para esto se basan en estudios científicos internacionales del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), respaldados por Naciones Unidas.
Estos hacen una conexión directa entre el cambio climático y la contaminación producida por la actividad industrial masiva y el transporte motorizado que dependen de la quema de petróleo y carbón.
"El 98% de todos los científicos del mundo especializados en el clima y de todos los que se especializan en disciplinas relacionadas concuerdan con esto", subrayó Maggie Fox.
Pero un considerable número de personas en Estados Unidos rechazan estos estudios y consideran que las conclusiones no son hechos sino teorías.
En un artículo reciente, la revista alternativa estadounidense Mother Jones, catalogó a estos escépticos como un grupo conformado en su mayoría por hombres blancos conservadores (HBC).
Hace una comparación entre estos y la población en general. Por ejemplo, en cuanto al asunto del calentamiento global causado por la actividad humana, tres de cada diez adultos rechaza esa idea, pero esa relación se duplica cuando se trata de hombres blancos conservadores. En ese caso son seis de cada diez HBC los incrédulos.
Postura republicana
Más significativo, sin embargo, es la postura generalizada del sector político republicano en EE.UU. y que se ha visto reflejada en los argumentos de los candidatos a la nominación presidencial del partido.
"En Estados Unidos, por lo menos, la opinión sobre la aceleración del cambio climático se divide a lo largo de líneas claramente partidistas", expresó Dennis Avery, autor y experto ambiental del Instituto Hudson de Washington.
"Los demócratas de izquierda están enamorados de la injerencia a gran escala del gobierno", indicó. "Esas personas están convencidas de que el gobierno nos va a salvar y están perfectamente preparados a que elimine la industria de combustibles fósiles".
Avery sostiene que los resultados científicos que respaldan el actual calentamiento global son limitados y no incluyen datos sobre otras investigaciones internacionales que concluyen que este es un fenómeno cíclico de la Tierra.
"No existe buena evidencia de que el ser humano haya exacerbado el calentamiento global", aseguró. "Los que están negando la evidencia son los ecologistas".
"Encuentro fascinante que los más susceptibles en caer en esas ideas de desastres catastróficos son los que tienen más preparación", declaró. "Han delegado la investigación del cambio climático a personas que tienen intereses creados en exagerar los resultados".
"Ellos se basan en un puñado de científicos, en gran parte financiados por la industria petroquímica, con la intención específica de confundir al público", manifestó el académico.
Según Wapner, el problema está en que el debate no lo conduce la ciencia sino la ciencia política.
"Es inocente pensar que la ciencia se puede encargar de todo. Las personas interpretan esto de acuerdo a su perspectiva", añadió. "El asunto es qué conclusión saca una persona que no tiene intereses creados".
Cualquier acuerdo internacional sobre el cambio climático, sugiere Paul Wapner, solo se podría lograr vinculando la causa a ganancias palpables en términos de creación de empleos, desarrollo, bienestar y calidad ambiental.
"Posiblemente, ni siquiera eso sería suficiente para convencer al mundo", concluyó.
"En Estados Unidos, por lo menos, la opinión sobre la aceleración del cambio climático se divide a lo largo de líneas claramente partidistas", expresó Dennis Avery, autor y experto ambiental del Instituto Hudson de Washington.
"Los demócratas de izquierda están enamorados de la injerencia a gran escala del gobierno", indicó. "Esas personas están convencidas de que el gobierno nos va a salvar y están perfectamente preparados a que elimine la industria de combustibles fósiles".
Avery sostiene que los resultados científicos que respaldan el actual calentamiento global son limitados y no incluyen datos sobre otras investigaciones internacionales que concluyen que este es un fenómeno cíclico de la Tierra.
"No existe buena evidencia de que el ser humano haya exacerbado el calentamiento global", aseguró. "Los que están negando la evidencia son los ecologistas".
"Encuentro fascinante que los más susceptibles en caer en esas ideas de desastres catastróficos son los que tienen más preparación", declaró. "Han delegado la investigación del cambio climático a personas que tienen intereses creados en exagerar los resultados".
Intereses
Paul Wapner, profesor de política ambiental global de la Universidad Americana de Washigton, coincide en que hay intereses creados, pero que estos están conectados con los escépticos del cambio climático."Ellos se basan en un puñado de científicos, en gran parte financiados por la industria petroquímica, con la intención específica de confundir al público", manifestó el académico.
Según Wapner, el problema está en que el debate no lo conduce la ciencia sino la ciencia política.
"Es inocente pensar que la ciencia se puede encargar de todo. Las personas interpretan esto de acuerdo a su perspectiva", añadió. "El asunto es qué conclusión saca una persona que no tiene intereses creados".
Cualquier acuerdo internacional sobre el cambio climático, sugiere Paul Wapner, solo se podría lograr vinculando la causa a ganancias palpables en términos de creación de empleos, desarrollo, bienestar y calidad ambiental.
"Posiblemente, ni siquiera eso sería suficiente para convencer al mundo", concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario