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2020/02/18

Jeff Bezos anuncia la creación de una fundación para la lucha contra el Cambio Climático

Ante la amenaza existente por el cambio climático el principal propietario de Amazon posteó en su cuenta de Instagram el anuncio con el cual oficializa el lanzamiento de la Bezos Earth Fund en el que inicialmente invertirá 10 mil millones de dólares para extender nuestro conocimiento y encontrar las formas de enfrentar el devastador impacto que tendrá sobre nuestro planeta.

A su vez invita a unirse a la causa a las compañías, estados, organizaciones mundiales y ciudadanos de todo el mundo.


2012/01/18

La batalla del cambio climático llega a las aulas

Defensores y detractores de la teoría del cambio climático están librando una importante batalla en las aulas de Estados Unidos para decidir si es necesario o no enseñar en las clases de ciencias qué es el cambio climático, cuáles son sus causas y cómo evitarlo. Están decidiendo, además, si los negacionistas que discuten que el calentamiento exista y sea provocado por el hombre deben tener la misma voz que los científicos que han probado que así es.
"La educación científica está de nuevo bajo ataque", denuncia el Centro Nacional para la Educación Científica (NCSE, en sus siglas en inglés), un grupo sin ánimo de lucro de científicos y profesores que defiende desde hace décadas la enseñanza de la teoría de la evolución en los colegios estadounidenses, y que ahora también propugna que la realidad del cambio climático se presente en las aulas.
"Esta vez [la educación científica], está bajo el ataque de los negacionistas del cambio climático, que ignoran todas las pruebas reunidas durante los últimos 50 años que demuestran que el planeta se está calentando y que los humanos son en gran parte responsables de ello. Estos negacionistas están intentado sabo-tear la educación científica con ideas marginales, pseudociencia y mentiras absolutas", advierte el NCSE.
En Texas, Luisiana, Dakota del Sur, Utah, Tennessee y Oklahoma el negacionismo del cambio climático se enseña ya en las aulas como alter-nativa científica válida a la teoría del calentamiento global. Y el NSCE teme que se vaya extendiendo en los próximos años a otros estados.
El 82% de los profesores de ciencias ha tenido que enfrentarse en clase al escepticismo de los alumnos sobre el cambio climático, el 54 % al de los padres y un 25% al de los gestores de los colegios, según los resultados de una encuesta online realizada el pasado noviembre por la Asociación Nacional de Profesores de Ciencias de Estados Unidos. El NSCE denuncia que en algunos colegios los alumnos se levantan en las clases y dicen a sus maestros que sus padres piensan que el cambio climático es una falacia, y se han producido casos de alumnos que se marchan de clase cuando el profesor comienza a explicar la lección sobre el cambio climático. También denuncian que algunos docentes reciben presiones para no hablar del calentamiento en clase o que prefieren no tocar el tema para evitar la polémica.
"El cambio climático es un asunto crucial en nuestra misión de proteger la integridad de la educación científica", explica Eugenie Scott, directora ejecutiva de NSCE. "Las decisiones que tomemos hoy afectarán a las generaciones venideras. Necesitamos enseñar a los niños la realidad del calentamiento global y del cambio climático para que estén preparados y tomen decisiones bien informadas e inteligentes en el futuro", añade Scott, que remata: "La polémica sobre la enseñanza del cambio climático está donde estaba la enseñanza sobre la teoría de la evolución hace 20 años".
Y es que esta batalla recuerda al encendido debate que mantuvieron en Estados Unidos los partidarios del creacionismo, la explicación religiosa que asegura que Dios creó el mundo de la nada, y los defensores de la teoría de la evolución de las especies, que Charles Darwin acuñó hace más de 200 años para explicar el origen de la vida y que defienden los científicos en la actualidad.
Los tribunales estadounidenses siempre han sentenciado que introducir ideas religiosas en la educación es anticonstitucional. En ningún estado de EEUU se puede enseñar el creacionismo ni el diseño inteligente en las escuelas públicas.

La pelea de la evolución

En 1987, el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró anti-constitucional la enseñanza del creacionismo, ya que violaba la Primera Enmienda, que establece la completa separación entre Iglesia y Estado. Y en 2005, un juez de Pensilvania bloqueó la enseñanza en las escuelas del llamado "diseño inteligente". Esta teoría, heredera del creacionismo, sostiene que algunas facetas y características del universo se explican mejor si se busca una causa inteligente y no si se conciben mediante un proceso no dirigido como es la selección natural. El juez consideró que el diseño inteligente no era una doctrina científica, sino religiosa y que, por tanto, su enseñanza en las escuelas era también anticonstitucional.
La batalla ahora se repite. El NCSE ha lanzado esta semana una cruzada con el objetivo de garantizar que la teoría del cambio climático se enseña en los colegios públicos estadounidenses.
Al igual que ocurrió en los últimos años con el creacionismo, los negacionistas del cambio climático adoptan ahora el manto del escepticismo. Dicen que no quieren imponer ninguna teoría, sino proponer que en las escuelas se enseñen "los pros y los contras" de la teoría del cambio climático. Intentan presentarse como antidogmáticos, librepensadores dispuestos a enfrentarse al establishment científico y cuestionar el calentamiento global del planeta.
Los detractores acusan a los defensores de la teoría del cambio climático de tratar de lavar el cerebro a los niños y de "politizar el currículum". El robo de correos electrónicos y documentos de científicos de la Universidad de East Anglia en Inglaterra, el llamado climategate, dio munición a los negacionistas, que acusaron a un grupo de investigadores de manipular datos a favor de la teoría del cambio climático.
James Taylor, del think tank (laboratorio de ideas) conservador Heartland Institute, denuncia que en las escuelas se está enseñando a los niños "sólo un lado del debate del cambio climático: la controvertida teoría científica de que los humanos están provocando una crisis de calentamiento global".
Los defensores de la teoría del cambio climático acusan, por su parte, a sus detractores de querer enseñar a los niños mala ciencia y también de politizar las clases. Y recuerdan, además, que el 97% de los científicos considera que el cambio climático es atribuible directa o indirectamente a las actividades humanas.
Mientras los ataques contra la teoría de la evolución procedían principalmente de los cristianos más fundamentalistas que abogaban por una lectura literal de la Biblia a la hora de explicar el origen de la vida (Dios creó el mundo en seis días), los ataques de los negacionistas de la teoría del cambio climático son más ideológicos.
Los defensores de la enseñanza de la evolución ganaron la batalla al creacionismo en los tribunales amparándose en la separación entre Iglesia y Estado, pero el NCSE teme que será más difícil en esta ocasión conseguir que los tribunales protejan la educación científica sobre el cambio climático, ya que no es anticonstitucional enseñar mala ciencia.

2011/11/28

La cumbre del clima arranca con el bloqueo de China y EEUU

Las cumbres del clima de la ONU, en las que se juega el destino de billones de euros y, sobre todo, de cientos de millones de personas, se han convertido en retorcidos trabalenguas. Si la cita de 2009 en Copenhague se agotó negociando cómo negociar, el cónclave que arranca hoy en Durban (Suráfrica) sólo aspira a que los grandes productores de CO2 se comprometan a comprometerse en el futuro a recortar sus emisiones.
Los científicos no pueden ser más claros. Con las promesas de reducción de CO2 sobre la mesa, la temperatura media del planeta pegará un brinco de entre 3 y 3,5 grados hacia final de siglo. En algunos países, como España, esta subida media podría traducirse en seis grados más en 2100.

Sin embargo, un acuerdo global y vinculante para limitar la subida de la temperatura a dos grados parece imposible en Suráfrica. "La UE está preparada para un tratado global en Durban, pero la realidad es que otras economías, como EEUU y China, no lo están", ha censurado la comisaria europea de Cambio Climático, la danesa Connie Hedegaard, en vísperas de la cumbre, que reúne a miles de negociadores de 195 países hasta el 9 de diciembre.

La ley de la selva

En la actualidad, el protocolo de Kioto, que expira en 2012, es el único tratado internacional para reducir las emisiones. Pero EEUU no lo ratificó. Y tampoco ponía riendas a las grandes potencias emergentes, China, India y Brasil, cuyas emisiones no asustaban cuando se ideó el tratado, en 1992. Además, Japón, vapuleado por el tsunami del 11 de marzo, Canadá y Rusia ya han dicho que no firmarán un segundo periodo del protocolo de Kioto. A partir de 2012, las emisiones mundiales sólo se regirán por la ley de la selva. Y, aunque hubiera una prórroga de Kioto, los pocos países industrializados que se sumarían sólo representarían el 16% de las emisiones mundiales de CO2.

"Seamos claros: la UE apoya el protocolo de Kioto, pero un segundo periodo de Kioto en el que sólo esté la UE, que representa el 11% de las emisiones globales, es claramente insuficiente para el clima", denuncia Hedegaard.
La UE llega a Durban exigiendo una "hoja de ruta y una fecha límite" para tener un nuevo tratado global de reducción de emisiones de CO2 que sirva para evitar la subida de más de dos grados, un objetivo acordado en Copenhague. En 2010, sin embargo, se alcanzó el récord mundial de emisiones, según la Agencia Internacional de la Energía.
La historia se repite. La cumbre del clima de 2007 en Bali ya trazó una hoja de ruta para tener un acuerdo global y vinculante en Copenhague en 2009. Pero el cónclave, al que acudieron líderes mundiales como el estadounidense Barack Obama, el francés Nicolas Sarkozy y la alemana Angela Merkel, fracasó y se cerró con una magra declaración política.

"El mundo no se puede dividir como en 1992, requiere una hoja común para todos", explica la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera. La UE y los países más vulnerables al calentamiento quieren poner en Durban los cimientos de un compromiso de todos los países. El desarrollo del nuevo acuerdo culminaría en 2015 y su aplicación arrancaría en 2020, como muy tarde.
EEUU, con su Congreso plagado de escépticos, y Japón, que lidia con uno de los mayores desastres de su historia, quieren retrasar el inicio de las negociaciones hasta 2015, cuando los científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU hayan concluido su quinto informe de evaluación. Para Ribera, esperar a 2015 es "inadmisible".
Las emisiones de CO2 alcanzaron las 30.600 toneladas métricas en 2010, un 5% más que en 2008, cuando se registró el anterior récord. La Agencia Internacional de la Energía advierte de que las emisiones se acercan peligrosamente al límite de 32.000 toneladas que no se debe rebasar en 2020 si se quiere evitar el aumento de dos grados de la temperatura.

Sin guión

"No es ni moral ni económicamente razonable que se retrase el debate sobre la reducción de emisiones", zanja Ribera, que ha liderado a los negociadores españoles en las pasadas cumbres, pero que todavía no sabe si acudirá a Durban. Su presencia, y el guión que leerá España, dependen de una reunión esta semana entre los coordinadores del traspaso de poderes, Soraya Sáenz de Santamaría, por el PP, y Ramón Jáuregui, por el Ejecutivo en funciones.
"El nuevo Gobierno marcará su posición", admite Ribera. Hasta ahora, España, como Alemania y Reino Unido, ha defendido que la UE suba su compromiso de reducción de emisiones hasta el 30% en 2020, en lugar del 20% actual, como munición en las negociaciones de Durban. El presidente electo, Mariano Rajoy, se opone, alinéandose con Italia y Polonia. Este último país, precisamente, liderará a los negociadores de la UE, al ostentar la presidencia rotatoria del Consejo Europeo.

Las ONG se han desplegado durante el fin de semana en Durban para presionar a los gobiernos presentes en la cumbre. "Desde el Cuerno de África y el sudeste asiático hasta Rusia y Afganistán, un año de inundaciones, sequías y calores extremos ha sumido a decenas de millones de personas en la hambruna y la pobreza", urge Kelly Dent, portavoz de Oxfam. Hace diez días, un informe del IPCC vinculaba las emisiones de CO2 con fenómenos meteorológicos extremos. Y en 2010, la Organización Meteorológica Mundial ya relacionó el calentamiento global con la ola de calor de Rusia y las inundaciones en China y Pakistán del año pasado.
Un nuevo informe de Oxfam, que se divulgará hoy, intenta presionar a los negociadores para que lleguen a acuerdos ambiciosos en Durban, una ciudad costera situada en la punta sur del continente más afectado por el cambio climático. En el Cuerno de África, detalla el documento, las fuertes sequías han golpeado a 13 millones de personas. En julio, el precio del sorgo en Somalia se disparó un 393% respecto al promedio de los últimos cinco años. En Etiopía y Kenia, el precio del maíz subió un 191% y un 161% respectivamente.
El cheque climático de los países desarrollados a los pobres, para su adaptación a las consecuencias del calentamiento global, será otro de los frentes en Durban. En 2009, en Copenhague, las grandes potencias se comprometieron a entregar 30.000 millones de dólares a las naciones en desarrollo durante el periodo 2010 - 2012. La UE ya ha puesto 4.680 de los 7.200 millones de euros que prometió.
El siguiente paso es concretar la financiación a largo plazo. Los países industrializados prometieron aumentar la ayuda económica a partir de 2013, hasta llegar a los 100.000 millones de dólares al año en 2020. Sin embargo, todavía no se sabe de dónde va a salir esa enorme cantidad, similar al segundo rescate de la economía griega tras su hundimiento. Los países pobres piden que el dinero salga de las huchas de los estados ricos, mientras estos proponen una mayor contribución de empresas privadas. Las ONG exigen que un Fondo Verde del Clima esté operativo en 2013 para gestionar ese dinero, pero todo, hasta esto, está por ver.

América Latina, la más vulnerable ante un fracaso en Durban

Las discusiones en dos temas de importancia crítica para América Latina están en peligro de no lograr progresos durante las conversaciones sobre cambio climático que inician este lunes en Durban.
Estados Unidos ha presentado objeciones a los actuales planes de crear un multimillonario Fondo de Clima Verde, del que se beneficiarían muchos países latinoamericanos.

La idea -originada por el gobierno mexicano- es que el fondo recabara US$100.000 millones al año para el 2020. Los países en Latinoamérica particularmente vulnerables al cambio climático podrían usar los recursos para adaptarse a su impacto. Los países más grandes como México podrían recibir dinero para ayudarlos en su esfuerzo por cortar los gases de efecto invernadero.
Pero EE.UU. se opone a cortar el vínculo entre el nuevo fondo y la ONU y quiere una mayor participación del sector privado.
Benito Mueller, uno de los directores del Instituto Oxford para Estudios de Energía asegura que Estados Unidos y Arabia Saudita han presentado objeciones que "podrían descarrilar los trabajos" -en una reciente reunión en Ciudad del Cabo- y "pospondrían el acuerdo un año o más".
También hay temores de que haya poco progreso en acuerdos obligatorios para forzar a países a detener la emisión de dióxido de carbono y otros gases contaminantes a los que se acusa de provocar el calentamiento global.

De elogio a pesimismo

El año pasado en Cancún, el gobierno mexicano recibió elogios por alcanzar acuerdos modestos y permitir que el proceso de negociaciones de la ONU permaneciera intacto. Este años, los analistas dicen que lo mejor que se puede lograr son pequeños pasos similares, pero no un gran acuerdo para cortar las emisiones.

Muchos científicos del clima afirman que el tiempo se está agotando. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) informó este mes que en 2010 las emisiones globales de dióxido de carbono aumentaron más de 5% a pesar de la peor recesión económica en 80 años.
"Estoy muy preocupado", ha dicho Faith Birol, el economista en jefe de la IEA. "Si no cambiamos la forma en la que estamos usando energía, acabaremos más allá de lo que los científicos consideran como el mínimo nivel de seguridad. La puerta se cerrará para siempre".
Las frustraciones ya se están sintiendo. El ex presidente de Costa Rica, José María Figueres, ha pedido a los países en desarrollo que "ocupen" las negociaciones en Durban organizando protestas y boicots si no hay avances.
La principal manzana de la discordia sigue siendo el Protocolo de Kioto de 1997. La mayoría de los países en desarrollo, incluyendo a América Latina, quieren ver una continuación del Protocolo que expira a finales de 2012. Y lo ven así porque es la única parte de todo el proceso que obliga a los países industrializados a cortar emisiones.
También contiene mecanismos que generan fondos económicos y los transfieren a los países más pobres.
Pero Japón, Rusia y Canadá se oponen a cualquier extensión del Protocolo. Japón, por ejemplo dice que quiere ver a su principal rival económico, China, incluido en un nuevo acuerdo que lo obligue a las mismas condiciones legales que al resto de los países.

Las dudas de Estados Unidos

EE.UU., históricamente el mayor emisor y el segundo en la actualidad -detrás de China- quiere reemplazarlo con compromisos voluntarios para cortar emisiones. Algunos incluso lo han acusado de negarse a discutir un acuerdo que se está trabajando para conseguir cortes de emisiones forzosos para 2020.

"Un escenario muy probable es que los estadounidenses bloquearán cualquier acuerdo que obligue legalmente a alcanzar objetivos en el futuro cercano", asegura Benito Mueller y añade: "Y todo el proceso podría descarrilarse".
El actual clima político en el congreso de Estados Unidos hace imposible que la administración de Obama consiga la aprobación para un acuerdo internacional. Es tal la falta de interés sobre las conversaciones en Durban que ningún miembro del Congreso del país planea asistir.
Sin embargo, José Garibaldi, quien está ayudando al grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre mitigación, es cautelosamente optimista. "Hace unas semanas era lúgubre. Pero ahora soy un poco más optimista. Ha habido progresos en cómo mitigar los efectos y en finanzas y con la propuesta de negociación de la Unión Europea sobre el Protocolo de Kioto".
La UE ha dicho que se comprometería a un segundo periodo de Kioto siempre y cuando haya una propuesta clara para que eventualmente también se obligue legalmente a participar a los mayores emisores.
José Garibaldi dice que un fracaso en las negociaciones sería lamentable para América Latina. "Algunos países centroamericanos ya están sufriendo los impactos económicos de eventos climáticos que son más grandes que su inversión total en infraestructura", asevera.
Antonio Hill, un asesor político de la organización internacional no gubernamental Oxfam, dice que los gobiernos de América Central han estado más activos previo a Durban, definiéndose a sí mismos como "vulnerables".
"Las fuertes lluvias de mediados de octubre que causaron tantas muertes y daños económicos han puesto sobre la mesa la realidad del cambio climático", dice.

2011/11/18

La prensa anglosajona, portavoz del escepticismo climático

El escepticismo ante el calentamiento global han encontrado un altavoz en la prensa, en especial en la anglosajona. Es más, aunque el fenómeno del cambio climático no parece un terreno fértil para las luchas ideológicas, los periódicos más inclinados a la derecha son los que con más facilidad prestan su tribuna a los que dudan de que el hombre sea el responsable del cambio climático.
Un estudio de la Universidad de Oxford sobre la cobertura mediática del cambio climático en seis países sugiere que los periódicos del Reino Unido y los EEUU están dando mucho más espacio en sus columnas a las voces de los escépticos del clima que la prensa en Brasil, Francia, India y China.
De hecho, el trabajo Poles Apart - The international reporting of climate scepticism elaborado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la universidad británica señala que más del 80 por ciento de las veces que se incluyeron voces escépticas fue en los medios británicos y estadounidenses.
Los investigadores, dirigidos por el veterano periodista James Painter, examinaron más de 3.000 artículos extraídos de al menos dos periódicos diferentes en cada país durante dos períodos. Con la excepción obvia de China, los periódicos fueron seleccionados para representar puntos de vista políticos divergentes. Los períodos de estudio fueron de febrero a abril de 2007 y desde noviembre de 2009 a febrero de 2010. Esto permitió recoger la cobertura de la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Copenhague y el llamado caso Climategate.
El estudio define a los escépticos climáticos como aquellos que cuestionan que el mundo se está calentando o que dudan de que, si es así, se deba a la influencia de los seres humanos en el calentamiento. También incluye a aquellos escépticos sobre el ritmo y el alcance de sus efectos, o los que no creen que sean necesarias acciones urgentes o aumentar el gasto público para combatirlo.
Los investigadores descubrieron una relación entre la cantidad de cobertura dada a los escépticos del clima y la posición política de los periódicos en Reino Unido y EEUU. El estudio reveló que el 44 por ciento de todos los artículos en los que se incluyeron voces escépticas aparecían en las páginas de opinión y los editoriales y no en las noticias. En los dos países anglosajones la prensa de derechas incluía más artículos de opinión escépticos que los diarios de izquierdas.
Este relación no aparece en los otros países de estudio, Brasil, Francia y la India. En este último apenas aparecen voces escépticas y no había diferencias entre las dos cabeceras seleccionadas en función de su ideología. Por su parte, los medios de comunicación brasileños mostraron la menor cantidad de escepticismo climático de los seis países estudiados.
En todos los países, los políticos suponían un tercio de todas las voces escépticas citadas o mencionadas, con los periódicos de Reino Unido y EEUU destacados en este papel de los políticos.
"En Reino Unido y EEUU hay políticos que se adhieren a alguna variante del escepticismo climático. Ambos países también tienen organizaciones de escépticos del cambio climático que proporcionan una voz alternativa a los medios de comunicación, sobre todo en los medios de comunicación que son más receptivos a este mensaje", explica el director del estudio, James Painter.
Por periódicos, el que más espacio dedica en sus páginas de opinión y editoriales a los que niegan el cambio climático y disculpan al hombre de su responsabilidad es el económico y liberal Wall Street Journal.

2011/11/04

El cambio climático corre a 27 kilómetros por década

La velocidad del cambio climático está afectando a la distribución de las especies. Un estudio, publicado en la revista Science, indica que los regímenes térmicos, marcados por el modo en que se distribuyen las temperaturas en una determinada zona, se han desplazado hacia latitudes más altas a una velocidad media de 27 kilómetros por década. Esto está provocando también el desplazamiento de las especies.
Los científicos han medido los cambios térmicos a partir del análisis de las temperaturas superficiales globales de los últimos 50 años. El artículo, en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), equipara la gravedad del impacto del calentamiento global sobre la biodiversidad marina y terrestre en latitudes similares, especialmente en el ecuador.
A pesar de que los océanos han experimentado a lo largo de las últimas décadas un menor calentamiento, las plantas y los animales marinos necesitan moverse igual de rápido que en tierra para adaptarse al ecosistema que más les favorece.
"Este análisis fija la velocidad a la que el cambio climático viene marcando el paso de las variaciones en la distribución de las especies", destaca el investigador del CSIC Carlos Duarte, uno de los autores del artículo, que confirma también que la señal térmica que marca el inicio de la primavera se está adelantando, tanto en los continentes como en los océanos, en unos dos días cada diez años.
Los gases de efecto invernadero han calentado los ecosistemas terrestres aproximadamente 1ºC desde 1960. Este calentamiento se ha producido tres veces más deprisa en tierra que en el océano, un proceso que ha obligado a las poblaciones a adaptarse o a cambiar su distribución continuamente para mantenerse en el mismo régimen térmico.
Además de desplazarse, las especies emplean otras técnicas como alterar su fenología, es decir, el momento de la reproducción o la puesta de huevos. Hasta ahora la mayor evidencia de estos cambios se tenía de los ecosistemas terrestres.
Los científicos han trazado los mapas de todas estas transformaciones y han observado que, en el océano, las áreas donde las especies están más afectadas por estos impactos son también las más ricas en biodiversidad. El mayor impacto se producirá en torno al ecuador, donde existen puntos calientes de biodiversidad marina y las amenazas serán altas, principalmente porque la velocidad del cambio climático en estas zonas supera los 200 kilómetros por década.
"Las especies del Ártico no tienen sitios más fríos a los que migrar. Algunas, como las especies del Mediterráneo, no pueden migrar hacia el norte porque el mar está cerrado por Europa", explica Johnna Holding, investigadora en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, un centro mixto del CSIC y la Universidad de Baleares.
Para los investigadores, esta falta de continuidad es lo que caracteriza al modo de moverse en los océanos y hace especialmente vulnerables a las especies marinas. "Asumimos que las poblaciones simplemente necesitan moverse para escapar al cambio climático, pero nuestro estudio muestra que en el océano las rutas de escape son más complejas y a veces inexistentes", señala el coordinador del estudio Mike Burrows, de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas.
"Hemos observado que en los océanos las únicas opciones para la vida marina son adaptarse o dejarse llevar por la corrientes calientes", asegura la científica del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (Australia) Elvira Poloczanska. "Cuando la velocidad del cambio climático supera la velocidad de dispersión de los organismos, o cuando existen barreras que impiden esa dispersión, las especies sólo pueden adaptarse o extinguirse", agrega Duarte. 

2011/10/21

¿Cómo afrontar las grandes migraciones que producirá el cambio climático?

Gobiernos y agencias a nivel internacional deben ayudar a millones de personas a desplazarse de zonas altamente vulnerables al cambio climático, aseguró un informe comisionado por el gobierno británico.
El costo de actuar ahora será mucho menor que el de los conflictos, desastres y pérdidas de vida que tendrán lugar si no se toman medidas.
Muchas personas quedarán atrapadas. El informe estima que entre 154 y 179 millones de personas viviendo en llanuras inundables rurales en 2060 no podrán trasladarse debido a la pobreza. La única esperanza para esas comunidades será tomar medidas para aumentar su resistencia a fenómenos ambientales.

El "Informe de previsión de migraciones y cambios ambientales globales" se enmarca en el trabajo del programa Foresight (Previsión), que ofrece asesoramiento científico al gobierno británico sobre desafíos futuros. El estudio contó con la participación de 300 expertos de 30 países y consideró el impacto de los cambios ambientales en la migración en los próximos 50 años.
John Beddington, el asesor científico del gobierno británico que comisionó el estudio, advirtió que esos cambios afectarán más duramente a los más pobres y que muchos migrarán, sin saberlo, a regiones aún más vulnerables al calentamiento global.
Se espera, por ejemplo, que al menos 192 millones de personas se trasladen en busca de trabajo a llanuras litorales inundables en África y Asia en el 2060.
Entre las medidas propuestas por los autores del estudio se incluye equipar a las ciudades para nuevos flujos migratorios y facilitar que uno o dos miembros de una familia abandonen sus hogares para trabajar en otros sitios y enviar dinero a casa, evitando el desplazamiento de comunidades enteras.
Las remesas de trabajadores que emigraron internacionalmente llegaron a US$300.000 millones en 2009, tres veces el total de los fondos de ayuda para el desarrollo aportados por los gobiernos, según Naciones Unidas.

Migraciones "positivas"

Una de las razones por las que se comisionó el informe es la preocupación expresada por varios países ante la posibilidad de migraciones internacionales masivas de "refugiados climáticos". Sin embargo, el estudio prevee que tres cuartos de las migraciones a raíz del calentamiento global serán dentro de las fronteras de cada país, desde zonas rurales hacia ciudades.

Naciones Unidas estimó en 210 millones el número global de emigrantes internacionales en 2010. Otros 740 millones emigraron a diferentes regiones dentro de sus propios países en el 2009.
Un promedio de 25 millones de personas han sido desplazadas cada año por eventos relacionados al clima desde el 2008, y es probabale que la cifra aumente a medida que los fenómenos climáticos se vuelvan más extremos, aseguró Beddington.
Lo importante, según el científico británico, es que las migraciones sean manejadas en forma apropiada, para evitar "desastres humanitarios en una escala sin precedentes".
"Es importante que hagamos todo lo posible ante los cambios ambientales y se tomen medidas para que las comunidades tengan la mayor resiliencia o capacidad de respuesta", aseguró Beddington.
"Esto significa que es necesario reconocer el papel que puede jugar la migración para ayudar a algunas personas".
La idea de migraciones dirigidas es motivo de fuerte controversia. La visión tradicional de las agencias de ayuda es que la migración es perjudicial porque causa el desarraigo de comunidades y posibles conflictos.
Pero algunos analistas afirman que es hora de que la migración sea vista en algunos casos como una solución y no un problema.
Richard Black, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Sussex en Inglaterra y uno de los autores del estudio, dijo que existe actualmente "una base de evidencia sustancial" para un cambio de mentalidad en torno al tema.

"El informe es una herramienta sólida sobre el desafío migratorio para los tomadores de decisiones en el futuro", señaló Black.
En algunos casos, los gobernantes deberán considerar incluso la construcción de ciudades nuevas con el apoyo de fondos internacionales, de acuerdo al documento.
Los autores del estudio señalan que la migración debería ser un tema central cuando se debatan los fondos para adaptación al cambio climático en la próxima cumbre de la ONU que comenzará el 28 de noviembre en Durban, Sudáfrica.
Los científicos concluyen que el costo de no hacer nada será mayor que las medidas tomadas ahora para abordar la migración, especialmente si reducen la probabilidad de desplazamientos.

2011/10/19

Cambio climático: amenaza "grave" para la seguridad y la salud mundial

El cambio climático representa una amenaza "inmediata, creciente y grave" para la seguridad y la salud mundial, de acuerdo a expertos reunidos en Londres.
Asesores militares, médicos, economistas y académicos se dieron cita esta semana en un encuentro en la sede de la Asociación Médica Británica para debatir el posible impacto del calentamiento global.

Integrantes de las Fuerzas Armadas del Reino Unido advirtieron que el precio del combustible y otros bienes cruciales se incrementará como consecuencia de conflictos causados por el cambio climático.
El comunicado final del encuentro agrega que los desastres humanitarios representarán una carga cada vez mayor para los recursos militares.
También hace un llamado a los gobiernos para que adopten metas ambiciosas dirigidas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Efecto en los trópicos

La próxima cumbre sobre cambio climático comenzará el 28 de noviembre en Durban, Sudáfrica, y tanto los países desarrollados como las naciones en vías de desarrollo deben tomar medidas sin demora, aseguraron los expertos en Londres.

 Los estudios científicos sugieren que el impacto más severo del cambio climático se sentirá en los países tropicales, muchos de los cuales tienen grados considerables de pobreza.
Expertos militares advirtieron que buena parte del comercio mundial se mueve a través de esas regiones y señalaron que tanto América del Norte, como Europa y China dependen de la importación de recursos clave como el petróleo.
El almirante Neil Morisetti, especialista en clima y seguridad energética del Ministerio de Defensa británico, dijo que los conflictos en regiones tropicales aumentarían la escasez y el precio de bienes de los que depende el Reino Unido.
"Si las rutas comerciales están en riesgo, esto afectará a los alimentos y la energía", dijo Morisetti a la BBC.
"Subirá el precio de la energía y eso lo sentirá el consumidor al llenar el tanque. También importamos muchos bienes del sureste asiático, que se encarecerán".

Café amenazado

Varios estudios recientes indican que el cambio climático podría incrementar la probabilidad de conflictos al aumentar la competencia por recursos escasos y vitales como agua y alimentos.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, recientemente advirtió que el cambio climático "aumentará el riesgo de escasez de recursos, migraciones masivas y conflicto civil". El Ministerio de Defensa británico adviertió además que el calentamiento global cambiará el punto de inflexión, es decir, "la gota que derramará el vaso" para desencadenar conflictos.

Alejandro Litovsky, fundador de la organización sobre clima y seguridad, Earth Security Initiative, aseguró que aún si no ocurren conflictos, es probable que el precio de bienes esenciales se incremente.
"Desde el año 2000 hemos visto aumentos en el precio de commodities y es probable que esta tendencia no se detenga", dijo Litovsky a la BBC.
"Los precios están influenciados fundamentalmente por la escasez y las tendencias sugieren que, sin una intervención drástica, la disminución de estos recursos naturales no se revertirá en un futuro cercano".
Litovsky también señaló que la degradación de recursos naturales como bosques y agua dulce están socavando la resiliencia o capacidad de respuesta con que la sociedad contaba hasta el momento.
La semana pasada, la empresa multinacional de cafeterías Starbucks advirtió, por ejemplo, que el cambio climático amenazará la oferta de café a nivel mundial en 20 o 30 años.

Combustible militar

Los expertos militares en el encuentro también enfatizaron que las propias fuerzas armadas deberían reducir su huella de carbono.
En Afganistán, por ejemplo, el combustible es transportado por tierra desde Pakistán y cuando llega a su destino cuesta 10 veces más. Los convoyes son además blanco frecuente de ataques.
Representantes militares admitieron que las fuerzas armadas son "los grandes consumidores de combustible del mundo" y que, si bien este recurso es esencial para sus operativos, incorporar energía de recursos renovables tiene sentido "desde un punto de vista económico y táctico".
El almirante Morisetti recordó que, cuando estuvo al mando de un portaaviones, se requería más de tres litros de combustible para desplazarse apenas 30 cms y durante un período intenso de despegues y aterrizajes se consumían 20 toneladas de combustible por hora.
"Esto puede hacerse cuando el petróleo está a US$30 el barril, pero no cuando está a US$100 o US$200".

Beneficios para la salud

Los médicos asistentes a la reunión advirtieron sobre posibles impactos, fundamentalmente en los países en desarrollo.
Aumentará la probabilidad de situaciones de hambre, desnutrición y expansión de algunas enfermedades infecciosas, según los expertos.
En las sociedades más pobres podría verse una simbiosis destructiva de ambos fenómenos, ya que la población desnutrida sucumbirá con más facilidad a infecciones.
Reducir las emisiones de dióxido de carbono, en cambio, podría traer una amplia gama de beneficiosos, según el comunicado final del encuentro.
"Los cambios en la generación de energía podrían mejorar la calidad del aire. Y cambios modestos en el estilo de vida, como caminar más o andar en bicicleta, reducirán los índices de enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales, obesidad, diabetes, cáncer de mama y depresión".
"Las medidas de mitigación del cambio climático podrían reducir significativamente el número de muertes y problemas de salud de cientos de millones de personas en el mundo".

Sin razones para ser optimistas

A apenas seis semanas de la cumbre sobre cambio climático en Sudáfrica, los expertos hicieron un llamado a la Unión Europea para que se comprometa a reducir las emisiones de CO2 en un 30% de los niveles de 1990 para el año 2020. La meta actual es del 20%.
Sin embargo, no parece haber actualmente consenso politico entre los gobiernos europeos para un compromiso de ese tipo.

El comunicado también recomienda a los gobiernos de los países en desarrollo que analicen las amenazas que el cambio climático representa para su salud y seguridad. También urge a todos los gobiernos del mundo a dejar de construir plantas en base a carbón que no tengan mecanismos de captura y almacenamiento de gases.
Sin acciones urgentes, las emisiones de dióxido de carbono, CO2, llegarán a niveles alarmantes, dijo Chris Rapley, profesor de ciencias climáticas de University College, en Londres.
Rapley señaló que la concentración atmosférica de CO2 ya ha subido a cerca de 380 partes por millón (ppm), mientras que durante los millones de años que precedieron a la era industrial fluctuó entre 180ppm durante las Eras del Hielo y 280ppm en los períodos interglaciales más cálidos.
"Si no hacemos algo, al ritmo al que vamos, las emisiones de dióxido de carbono continuarán acelerándose y para fines de siglo la concentración atmosférica no será de 450ppm o 650ppm sino de cerca de 1000ppm", advirtió el científico británico.
"Estamos hablando de un nivel diez veces superior a la diferencia entre las Eras del Hielo y los períodos interglaciares. Hay que ser demasiado optimista para esperar que esto no desencadene cambios drásticos".

2011/10/14

La Pequeña Edad de Hielo provocó hambrunas, guerras y revueltas políticas

Los hombres suelen creerse los protagonistas de su destino. Sin embargo, la naturaleza ha jugado un papel clave en su historia. Un estudio revela ahora la relación que hubo entre una de las fases más frías de la Pequeña Edad de Hielo (siglos XVI al XIX) y las principales crisis sociales del pasado. El cambio climático afectó a la agricultura provocando hambrunas que degeneraron en revueltas sociales y, éstas, en guerras y cambios políticos.
Estudios recientes han demostrado una fuerte correlación temporal entre cambios climáticos y las crisis del pasado. Sin embargo, no estaba clara la relación causal específica. Ahora un equipo de investigadores han explorado 14 variables diferentes (desde la producción agraria hasta las tasa de migración, pasando por las epidemias y el número de guerras) y las fluctuaciones climáticas entre los años 1500 y 1800.
Esos cuatro siglos se corresponden con la llamada Pequeña Edad de Hielo. Esta miniglaciación tuvo varios períodos de especial declive térmico. En particular, el enfriamiento entre 1560 y 1660 coincidió con la crisis general del siglo XVII en toda Europa. Para los investigadores no se trató de una coincidencia sino de que hubo una relación causa efecto.
Durante la fase fría, con una reducción media de la temperatura de 1º, la producción agraria descendió de forma dramática tanto por la reducción de las zonas de cultivo como por el bajón en su rendimiento. Eso llevó aparejadas subidas en el precio del grano de hasta un 200% en la segunda década del siglo XVII. Esto provocó severas hambrunas que recorrieron toda Europa.
La escasez de alimentos hizo que la población bajara hasta el mínimo de 105 millones en todo el continente en 1650. También se vió afectado el peso y la altura de las personas, que se redujo en 2 centímetros en esta fase fría y no empezó a aumentar hasta que no mejoró la dieta, a partir de 1650, cuando llegó una fase más suave del clima.
Los investigadores, que publicaron recientemente sus resultados en la revista PNAS, relacionan esta crisis agraria con los acontecimientos políticos. La fase fría coincidió con el desarrollo de la Guerra de los Treinta Años (1618 y 1648), una de las más mortíferas de aquellos tiempos y que acabó con el dominio español de la política europea. El número de guerras aumentó un 41% entre 1580 y 1650 así como su letalidad, que se multiplicó por diez.
El estudio revela como la sucesión entre fases suaves y severas de la miniglaciación mantiene una correlación con las hambrunas, las explosiones migratorias y las guerras. De hecho, la entrada en una nueva fase suave a partir de 1650 vuelve a coincidir con el inicio del Siglo de las Luces y la recuperación de Europa.
El estudio concluye con un aserto radical: "A pesar de que los factores sociales pueden explicar algunas crisis de corta duración en la historia, lo que no pueden explicar es la ocurrencia sincrónica de crisis a largo plazo en diferentes países (con diferentes fases de civilización, cultura, desarrollo económico y recursos) a través de las diferentes zonas climáticas del hemisferio norte, ni pueden simular la alternancia de edades históricas de oro y oscuridad". Para ellos, sólo el cambio climático podría hacerlo.

2011/10/05

"Es urgente desarrollar cultivos adaptados al cambio climático"

¿Cómo afectará el cambio climático a millones de familias de agricultores en América Latina y en otras regiones del mundo?

Papa, frijol, yuca y plátano son algunos de los cultivos vulnerables al calentamiento global y es urgente desarrollar variedades tolerantes a sequías, mayores temperaturas y otros fenómenos que se estima serán más frecuentes, aseguran expertos del Programa de Investigación en Cambio Climático del CGIAR, la organización que reúne 15 centros de investigación agrícola a nivel global.

El CGIAR acaba de lanzar un portal en internet que identifica cómo serían afectados diferentes cultivos y qué nuevas variedades deberán desarrollarse. El portal busca centralizar información útil para agricultores y gobiernos en diferentes partes del mundo. Titulado Red de Conocimiento sobre Adaptación y Mitigación, AMKN por sus siglas en inglés (www.amkn.org), el sitio ofrece desde mapas interactivos hasta modelos climáticos, además de información sobre proyectos pilotos con comentarios de agricultores en distintas partes del mundo.
Varios estudios fueron reunidos además por el CGIAR en un nuevo libro, "Adaptación de Cultivos al Cambio Climático", Crop Adaptation to Climate Change.
"La papa, por ejemplo, es un cultivo clave cuya principal limitación es el calor, ya que requiere frío. Necesitamos variedades que sean tolerantes a altas temperaturas. En los Andes, sin esas variedades, el cultivo deberá trasladarse más arriba en la montaña", dijo a BBC Mundo Andrew Jarvis, geógrafo experto en agricultura del Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, con sede en Colombia, e integrante del programa de investigación sobre cambio climático del CGIAR.
"Se han hecho trabajos sobre tolerancia al calor en el pasado, pero el mensaje es que se necesita mucha más investigación. Lo que tenemos ahora no será suficiente para que los cultivos de papa puedan adaptarse en el 2030".

Frijol, plátano y yuca

Otro cultivo clave para América Latina es el frijol. "En este caso, temperaturas demasiado altas y sequías son los dos factores limitantes. Y en América Central, especialmente, se estima que habrá una caída en las precipitaciones. Necesitamos nuevas variedades con mayor tolerancia a las sequías", señaló Jarvis.

"No estamos empezando de cero porque ya se están produciendo variedades, pero debemos hacer más, especialmente para América Central".
No todas son malas noticias en el caso de plátano y yuca. En las regiones subtropicales de Brasil, por ejemplo, el aumento de temperatura favorecerá la producción de banano, según los expertos del CGIAR.
"También hay zonas tropicales en Ecuador y Colombia, por ejemplo, en las que disminuirá la presión de la principal peste del cultivo, un hongo llamado cigatoka negra. La caída en las lluvias pueden llevar a la interrupción de su ciclo vital y tampoco es muy tolerante a altas temperaturas en condiciones secas, ya que precisa humedad", explicó Jarvis.
En el caso de la yuca, un cultivo resistente que puede soportar calor y sequías, la principal limitante no es el clima, sino su efecto indirecto, el posible aumento de pestes o enfermedades.

Responder en 2030

Jarvis confía en que puedan desarrollarse variedades adaptadas de cultivos de los que dependen para su alimentación millones de personas, pero advierte que no debe perderse tiempo.

"Necesitamos acciones ahora. El mejoramiento de cultivos no es algo que podamos decidir hoy, de forma que en dos años aparezca la variedad mágica de frijol".
"Se trata de una inversión a largo plazo que a veces tarda décadas. El trabajo del CIAT sobre frijoles con tolerancia a sequías fue iniciado hace 25 años. Desarrollar nuevas variedades toma mucho tiempo, por eso es urgente que haya hoy estrategias de investigación que aseguren la existencia de cultivos para responder al cambio climático en 2030".

2011/09/16

Cambio climático: 24 horas de noticias contra los escépticos

El tema de cómo la actividad humana acelera el cambio climático y los efectos catastróficos que podría tener a nivel global vuelve a ser uno de los temas más discutidos en el ámbito político estadounidense.
El exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore -demócrata y férreo activista en favor de la protección ambiental- lideró el lanzamiento, este martes pasado, de un nuevo proyecto llamado 24 Horas de Realidad para llamar la atención del mundo sobre problema.

La iniciativa se da en el marco de los debates para elegir el candidato republicano a las elecciones presidenciales de 2012 en los cuales se ha escuchado un rechazo, casi unánime, de la evidencia científica tradicionalmente aceptada en torno al tema.
¿Qué opinión, entonces, puede formarse el ciudadano común que no es experto en estos asuntos?

"Industria de la negación"

24 Horas de Realidad fue un evento interactivo mundial, auspiciado por el Climate Reality Project, que resalta lo que llaman la "crisis climática".
Se inició con una transmisión en internet desde México que le dio la vuelta al mundo con presentaciones multimedios sobre recientes fenómenos climáticos extremos y la intervención de científicos y otros ambientalistas.
Maggie Fox, la presidenta y gerente ejecutiva del Climate Reality Project, dijo a BBC Mundo que ha llegado el momento para enfrentar a los que niegan los hechos.
"Es una realidad que, en este último año en particular, se ha manifestado en todas partes del mundo con eventos extremos en Estados Unidos, América Latina y Asia".
Fox explica que lo que buscan es enfrentar a los escépticos de la evidencia científica, estimular la conversación sobre el tema y llevarlo más allá de esa negación buscando soluciones.
"Hay una industria de negación, no sólo en Estados Unidos", asegura. "Esta industria está creada y financiada en parte por los intereses del sector de energía de (combustibles) fósiles que quieren mantener el estatus quo".

Blancos, conservadores y escépticos

El movimiento ecologista señala que el consumo de energía fósil es uno de los grandes responsables del derretimiento del hielo polar y de los glaciares, del ascenso del nivel del mar, inundaciones sin precedentes, las hambrunas y la escasez de alimentos generados por sequías.
Para esto se basan en estudios científicos internacionales del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), respaldados por Naciones Unidas.

Estos hacen una conexión directa entre el cambio climático y la contaminación producida por la actividad industrial masiva y el transporte motorizado que dependen de la quema de petróleo y carbón.
"El 98% de todos los científicos del mundo especializados en el clima y de todos los que se especializan en disciplinas relacionadas concuerdan con esto", subrayó Maggie Fox.
Pero un considerable número de personas en Estados Unidos rechazan estos estudios y consideran que las conclusiones no son hechos sino teorías.
En un artículo reciente, la revista alternativa estadounidense Mother Jones, catalogó a estos escépticos como un grupo conformado en su mayoría por hombres blancos conservadores (HBC).
Hace una comparación entre estos y la población en general. Por ejemplo, en cuanto al asunto del calentamiento global causado por la actividad humana, tres de cada diez adultos rechaza esa idea, pero esa relación se duplica cuando se trata de hombres blancos conservadores. En ese caso son seis de cada diez HBC los incrédulos.

Postura republicana

Más significativo, sin embargo, es la postura generalizada del sector político republicano en EE.UU. y que se ha visto reflejada en los argumentos de los candidatos a la nominación presidencial del partido.
"En Estados Unidos, por lo menos, la opinión sobre la aceleración del cambio climático se divide a lo largo de líneas claramente partidistas", expresó Dennis Avery, autor y experto ambiental del Instituto Hudson de Washington.
"Los demócratas de izquierda están enamorados de la injerencia a gran escala del gobierno", indicó. "Esas personas están convencidas de que el gobierno nos va a salvar y están perfectamente preparados a que elimine la industria de combustibles fósiles".

Avery sostiene que los resultados científicos que respaldan el actual calentamiento global son limitados y no incluyen datos sobre otras investigaciones internacionales que concluyen que este es un fenómeno cíclico de la Tierra.
"No existe buena evidencia de que el ser humano haya exacerbado el calentamiento global", aseguró. "Los que están negando la evidencia son los ecologistas".
"Encuentro fascinante que los más susceptibles en caer en esas ideas de desastres catastróficos son los que tienen más preparación", declaró. "Han delegado la investigación del cambio climático a personas que tienen intereses creados en exagerar los resultados".

Intereses

Paul Wapner, profesor de política ambiental global de la Universidad Americana de Washigton, coincide en que hay intereses creados, pero que estos están conectados con los escépticos del cambio climático.
"Ellos se basan en un puñado de científicos, en gran parte financiados por la industria petroquímica, con la intención específica de confundir al público", manifestó el académico.
Según Wapner, el problema está en que el debate no lo conduce la ciencia sino la ciencia política.

"Es inocente pensar que la ciencia se puede encargar de todo. Las personas interpretan esto de acuerdo a su perspectiva", añadió. "El asunto es qué conclusión saca una persona que no tiene intereses creados".
Cualquier acuerdo internacional sobre el cambio climático, sugiere Paul Wapner, solo se podría lograr vinculando la causa a ganancias palpables en términos de creación de empleos, desarrollo, bienestar y calidad ambiental.
"Posiblemente, ni siquiera eso sería suficiente para convencer al mundo", concluyó.

2011/09/14

El cambio climático se come la costa europea

"El impacto que el cambio climático tendrá en el medio ambiente marino de Europa durante el siglo XXI incluirá un aumento del nivel del mar, un incremento del número y la intensidad de las tormentas, un mayor número de inundaciones y una mayor erosión de la costa". Así de contundentes son las conclusiones del proyecto CLAMER, un macroestudio internacional llevado a cabo por 17 institutos marinos europeos en el que se han recopilado más de cien estudios financiados por la Unión Europea (UE), realizados durante los últimos 12 años.
El informe final se hará público en una conferencia que tendrá lugar en Bruselas entre hoy y mañana. Durante la reu-nión, también se presentará un documental sobre el cambio climático y los resultados de una encuesta de opinión sobre la percepción que los europeos tienen de la situación del medio marino.


Aunque no es la primera vez que un estudio alerta sobre el impacto del cambio climático, este proyecto recopila gran parte de la información científica de la última década y "demuestra, más allá de toda duda razonable, que el cambio climático ya está afectando a los mares y océanos de Europa". Además, pone de relieve los posibles costes que derivarán de los cambios que se avecinan, tanto desde un punto de vista económico como social.
Uno de los problemas a los que se enfrentará la UE será el aumento del nivel del mar. Según el informe, el 33 por ciento de la población de la UE vive a menos de 50 kilómetros de la costa, con lo que "un aumento del nivel del mar de 47 centímetros incrementaría hasta en 800.000 las personas expuestas a posibles inundaciones", asegura el informe. Además, la combinación de una subida del nivel del mar con un aumento de los vientos ha contribuido a que se haya erosionado el 15% de las costas europeas. "Las crecidas comienzan a ser un problema en varias regiones costeras, junto a la erosión de las playas en zonas turísticas", explica el profesor de investigación Carlos Duarte, del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats (CSIC).
El estudio también llama la atención sobre el efecto del calentamiento de los océanos y los mares, que está provocando la aparición de patógenos marinos y biotoxinas, lo que podría dar lugar a intoxicaciones alimentarias o, en menor medida, a la aparición de epidemias. En los últimos 25 años, la temperatura del mar se ha incrementado de forma sostenida, según el informe, especialmente en mares cerrados como el Mediterráneo.

El informe también destaca que se está produciendo una migración de especies hacia el norte. Estas migraciones tendrán un impacto en la industria pesquera, especialmente en "aquellos países con grandes flotas, como España", señala el informe.

Percepción pública

En lo que respecta a la percepción de los ciudadanos europeos, la encuesta señala que "el nivel de información es relativamente bueno", explica Duarte. El investigador, que ha sido uno de los responsables del diseño de la encuesta, así como del análisis de los resultados, destaca que el orden que los europeos dan a los problemas medioambientales "coincide con el de los científicos", aunque reconoce que hay "cierto distanciamiento entre la ciudadanía y los investigadores", dado que la mayor parte de la información se obtiene de internet. También destaca que un porcentaje significativo sigue considerando, erróneamente, que "el deshielo del ártico no es un problema actual" y resalta la menor preocupación de países como Noruega, donde "ven el deshielo como una oportunidad de negocio". Duarte se lamenta de esta actitud y recuerda que "todos sufriremos las consecuencias".

2011/08/10

Raíces más profundas contra el cambio climático

Plantando cultivos con raíces más profundas podría reducirse en forma dramática los niveles en la atmósfera de dioxido de carbono, CO2, uno de los principales gases responsables del calentamiento global, asegura un experto británico.

Las raíces más profundas no sólo permitirían a las plantas capturar más CO2 atmosférico, sino que las haría más resistentes a las sequías, asegura Douglas Kell, profesor de Ciencias Bioanalíticas en la Universidad de Manchester, en Inglaterra, y Director del Consejo de Investigaciones en Ciencias Biotecnológicas y Biológicas (BBSRC por sus singlas en inglés).
Las plantas con raíces de mayor longitud podrían ser cruciales para ayudar a combatir el cambio climático, señaló Kell.
La mayoría de las variedades cultivadas tienen raíces que no van mucho más allá de un metro de profundidad, "pero algunas tienen raíces de dos metros, por lo que capturan más dióxido de carbono", dijo el experto a BBC Mundo.
Si esas raíces se extendieran al menos un metro más, podría llegar a duplicarse la cantidad de CO2 atmosférico capturado, de acuerdo al científico, que creó incluso un "calculador de secuestro de carbono" para cuantificar los beneficios de cultivos con raíces de mayor profundidad.

Mejoramiento genético

"Las plantas fijan y atrapan CO2 atmosférico mediante la fotosíntesis", dijo Kell a BBC Mundo.
"La parte superior de la planta es cosechada, pero la biomasa bajo tierra, o sea, las raíces y los compuestos que la planta libera en el suelo sirven para capturar y remover CO2 de la atmósfera".

El suelo ya contiene el doble de carbono que la atmósfera y el potencial de aumentar esta cantidad con raíces más profundas es muy grande, de acuerdo al científico.
Dos de las plantas conocidas que ya tienen raíces de dos metros son la remolacha (Beta vulgaris) y los girasoles (Helianthus annuus).
"Lo que importa no es tanto lo que sucede ahora, sino lo que podría lograrse desarrollando plantas específicamente con esas características".
"Es cuestión de mejorar genéticamente las plantas adecuadas. Usualmente nos hemos centrado en cultivos de alto rendimiento que son cosechados anualmente. Debemos enfocarnos ahora en plantas que también tienen raíces profundas".
El experto no ve obstáculos para que esto se logre, especialmente a medida que avanza el conocimiento sobre los genes responsables de la longitud de las raíces.
Por otra parte, los árboles tienen raíces más profundas que los cultivos, pero podrían ser seleccionados para tener un sistema radicular de aún mayor longitud, según el experto.
El estudio del Prof. Kell fue publicado en la revista Annals of Botany.

2011/07/01

Ocho mil árboles para frenar el cambio climático

En Figueruela de Abajo (Zamora) planean plantar cien árboles para recuperar un paraje conocido como La Ribirica. No parece mucho, pero ya son más árboles que habitantes tiene el pueblo. Si se escalara el esfuerzo a nivel naciona, serían 45 millones de árboles, una cifra más que respetable de nueva masa forestal que, como un gran sumidero de CO2, ayudaría a combatir el cambio climático.
Esa es la filosofía del programa Árboles, custodia y voluntariado . Impulsado por la Fundación Biodiversidad , busca crear a escala local sumideros de carbono en forma de bosques, con la participación de voluntarios que plantan árboles en terrenos privados o municipales. No se trata de un proyecto faraónico impulsado desde arriba para replantar media España, sino de actuaciones locales que consiguen implicar a distintos actores, como ONG medioambientales, asociaciones culturales o ayuntamientos y los propietarios de las tierras.
La idea de la custodia es sencilla. Una organización local, preocupada por el medio ambiente, puede llegar a un acuerdo con el propietario de una finca para que permita una intervención forestal en sus tierras. Las fórmulas son muy variadas; se puede hacer un arriendo, una cesión o inclu-so una venta del terreno. La Fundación Biodiversidad apoya estas iniciativas con asesoramiento y ayuda financiera.
Es el caso de Buraco Asociación Cultural. Como explica Lorena Estévez, miembro de la asociación, piensan actuar en unos terrenos que son del ayuntamiento. "Hablamos con ellos y nos dieron su conformidad", dice. Piensan plantarlos en noviembre con la participación de buena parte de los 107 miembros del colectivo.
Su iniciativa es una de las 22 seleccionadas por la Fundación Biodiversidad para 2011. Las hay de todo tipo, desde la recuperación de las riberas de los ríos catalanes Francolí o Ter hasta la creación de islas boscosas entre las extensiones cerealísticas de Castilla. Este año se plantarán unas 8.000 especies arbóreas y 9.000 especies arbustivas con la participación de más de 2.000 voluntarios. En la mayoría de los casos, se trata de actuaciones en no más de cuatro hectáreas y con una ayuda de entre 6.000 y 9.000 euros.
Esta filosofía de la acción pequeña da grandes cifras: según el Inventario de Iniciativas de Custodia, hay más de 1.300 acuerdos de custodia, lo que supone doblar la cifra de 2008. Más aún, en 2010, había registradas unas 292.000 hectáreas bajo este singular régimen, el triple que dos años atrás.

Publico 

2011/06/13

El cambio climático toma protagonismo en la iPad

Una de las actividades más placenteras que encontré con la iPad es la lectura. Aún no me siento cómodo con el teclado virtual, salvo para escribir un par de frases, por lo tanto vengo leyendo varias revistas en su edición digital a través de aplicaciones como Zinio. Me impresionaron algunas publicidades interactivas que al tocar la pantalla ejecutaban algún video pero nunca había visto algo tan didáctico, interesante y divertido como la aplicación del nuevo libro de Al Gore, Our choice (Nuestra elección, en español).
La aplicación es en realidad un libro digital de ultima generación. Si bien el ex vicepresidente norteamericano es el autor del contenido, fue Mike Matas, fundador de Push Pop Press quien estuvo a cargo del novedoso formato interactivo.
A través de veinte capítulos cuidadosamente seleccionados, Gore nos va paseando a través de la problemática del cambio climático, resumiendo un poco las conclusiones de su libro/documental anterior Una verdad incómoda . Pero el mayor foco de Our Choice está en la otra cara de la moneda que es presentar las soluciones existentes que nos llevarán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para detener paulatinamente el cambio climático.
Las energías solar, eólica, geotérmica, de biomasa e inclusive la controvertida nuclear son explicadas con simpleza pero invitando al lector a elegir el nivel de profundidad del conocimiento que desea adquirir. Gore toca también temas delicados como el aumento poblacional y las razones políticas por las cuales la amenaza del cambio climático todavía no figuran como prioridad en las agendas de muchos países. Aunque hace hincapié en la generación de energías más limpias, también destaca el rol fundamental de los individuos al consumir más responsablemente y reducir su consumo energético a través de artefactos más eficientes, medios de transporte menos contaminantes y viviendas que minimizan o directamente no requieren energía del exterior.

Un importante logro del libro es el de comunicar de manera entretenida las soluciones al problema del cambio climático, concepto a veces difícil de seguir y entender. Las imágenes son de excelente calidad y poseen todas un botón para ubicarlas instantáneamente en un mapa. Lo más novedoso son las infografías interactivas. Las infografías, utilizadas con frecuencia en la web y en revistas, son una manera eficiente de transmitir conceptos.
En el caso de Our Choice , se las lleva un paso más lejos al permitir que el lector interactúe directamente con distintos elementos de la pantalla pudiendo analizar la información desde distintas perspectivas. La más original trata de un molino eólico que alimenta simultáneamente una casa y un banco de baterías. Cuando el lector sopla en el micrófono del iPad o iPhone, el molino comienza a girar y se muestra como la energía alimenta tanto a la casa como al banco de baterías. Cuando el molino deja de girar, la energía del banco de baterías fluye hasta la casa hasta agotarse. Esta infografía interactiva, me pareció una manera muy visual de explicar la desventaja que tienen varias de las energías renovables en cuanto a su falta de constancia.
Como ambientalista, es un orgullo que el primer libro de este calibre sea dedicado a la temática del cambio climático. Espero que en poco tiempo se realice la traducción en más idiomas dado que todavía solamente se encuentra en inglés y con un claro enfoque norteamericano. Para Matas, dicha temática fue su plataforma de lanzamiento para establecer un revolucionario sistema que ayudará a que millones de personas aprendan de manera divertida conceptos cada vez más complejos. Claro que para ello habrá que esperar también que las nuevas tabletas con tecnología touch bajen de precio unos cuantos cientos de dólares.

La Nacion

2011/06/10

Cambio climático reducirá agua para producir alimentos, alerta la FAO

El cambio climático en el mundo reducirá la disponibilidad de agua para producir alimentos y tendrá severos efectos en la productividad de cultivos las próximas décadas, previno un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) difundido el día 9.

Según el estudio "Cambio climático, agua y seguridad alimentaria", es previsible una baja del caudal de los ríos y de la alimentación de los acuíferos en el Mediterráneo y las zonas en América, Australia y Africa meridional.

"En Asia se verán también afectadas amplias zonas que dependen del deshielo y de los glaciares de montaña, mientras que las áreas densamente pobladas de los deltas fluviales están amenazadas al combinarse un menor flujo de agua, aumento de la salinidad y la subida del nivel del mar", dijo el estudio difundido este jueves por la oficina de la FAO en la capital chilena.

Se prevé además una aceleración del ciclo hidrológico del planeta, ya que las temperaturas al alza incrementarán la tasa de evaporación de la tierra y el mar, dijo el estudio.

"La lluvia aumentará en los trópicos y en las latitudes más altas, pero disminuirá en las zonas que tienen ya carácter seco y semiárido y en el interior de los grandes continentes", señala la FAO

En consecuencia, habrá una mayor frecuencia de sequías e inundaciones, pero se espera que las zonas del mundo que sufren ya de escasez de agua se vuelvan más secas y calurosas, abundó.

El documento explica que "es previsible que el incremento de la frecuencia de sequías promueva un mayor aprovechamiento del agua subterránea para amortiguar el riesgo para la producción de los agricultores".

La FAO subraya que "la pérdida de glaciares -que sostienen cerca del 40 por ciento del riego a nivel mundial- afectará finalmente a la cantidad de agua de superficie disponible para el riego en las principales cuencas productoras".

El alza en las temperaturas alargará la temporada de crecimiento de los cultivos en las zonas templadas del norte, pero la reducirá en casi todos los demás lugares, a lo que se agrega una mayor tasa de evapotranspiración, con un descenso en el rendimiento agrícola, insistió.

Los medios de vida de las comunidades rurales y la seguridad alimentaria de las poblaciones urbanas se encuentran amenazados, "pero los pobres rurales, que son los más vulnerables, podrían verse afectados de forma desproporcionada",dijo.

El informe de la FAO también hace recomendaciones a los gobiernos para enfrentar estos nuevos desafíos.

Entre las propuestas destaca la medición meticulosa del suministro, los trasvases y transacciones de agua para poder tomar decisiones sobre la forma en que los recursos hídricos pueden ser gestionados y utilizados en condiciones cada vez más variables.

"La contabilidad del agua en la mayor parte de los países en desarrollo es muy limitada, y los procesos de asignación o bien no existen o están poco desarrollados o son distintos para cada caso", destaca.

"Una prioridad será ayudar a los países en desarrollo a adquirir buenas prácticas para contabilizar el agua y desarrollar sistemas de asignación que sean robustos y flexibles", afirma.

La FAO también advierte que se conoce muy poco sobre cómo será el impacto del cambio climático en el agua para la agricultura a nivel regional y subregional, y dónde estarán más amenazados los campesinos.

Indica que los productores pueden cambiar sus planes de cultivos para permitir una siembra más temprana o más tardía, reducir su utilización de agua y optimizar el riego.

"La siembra de cultivos de raíces profundas permitiría a los campesinos explotar mejor la humedad del suelo disponible", agrega.

Sin embargo, el informe de la FAO subraya igualmente que los pequeños productores en los países en desarrollo se enfrentarán a dificultades para adoptar estas estrategias.

Pueblo en Linea

2011/05/09

Menos trigo por culpa del cambio climático

Los cambios en el clima durante las tres últimas décadas son culpables de la disminución del 5,5% de la producción mundial de trigo, según un estudio.
Un equipo de investigadores estadounidenses evaluó el impacto de las variaciones en la temperatura y las lluvias sobre cuatro de los principales cultivos de alimentos: el trigo, el arroz, el maíz y la soja.

Según la investigación, publicada en la edición digital de la revista Science, en algunos países, las tendencias climáticas son lo suficientemente fuertes como para borrar las ganancias producidas por otros factores como la tecnología.
"Nos centramos en esos cuatro cultivos porque componen la mayoría de las calorías consumidas diariamente", explicó el jefe del equipo científico que realizó el estudio, David Lobell, de la Universidad de Stanford.
"Ya hay cambios evidentes que se están produciendo en muchas de las regiones tradicionalmente agrícolas, y tienen efectos mesurables en la producción alimenticia", dijo a la BBC.
Añadió que "sin embargo, en términos de temperatura, Norteamérica, por extraño que parezca, no presenta esa tendencia en absoluto en los últimos 30 años".
Mientras que lugares como Europa, China y Brasil -más o menos el resto del mundo en términos de gran producción agrícola- "han experimentado un notable calentamiento".
"Cuando el equipo evaluó los datos de lluvia halló que había tantos lugares en los que aumentaron las lluvias como aquellos que experimentaron un declive, por lo que en ese aspecto no parece haber una tendencia global en absoluto", indicó Lobell.

No extrapolable

El equipo llevó a cabo una gran investigación estadística que trató de aislar los efectos de la temperatura y las precipitaciones en los cultivos de otros factores como los cambios tecnológicos y la gestión de la tierra.

El maíz y el trigo resultaron los más afectados por los cambios en el clima.
"Podemos ver en qué grado esas variables afectan a los cultivos... por ejemplo, para un cultivo como el trigo, un calentamiento global de un grado centígrado se traduce en una pérdida de producción de un 5%", apuntó el experto.
Lobell matizó que el estudio sólo es aplicable al pasado, ya que extrapolar sus resultados a tendencias futuras requeriría considerar otra serie de supuestos.
"En concreto, tendríamos que ver cómo sería la respuesta y cuán diferentes serían los cultivos del futuro de los de hoy", dijo.

Arroz y soja, sin cambios

"Creo que está muy claro que el clima no es el desencadenante determinante del cambio a largo plazo de la producción agrícola", reconoció el experto.
"En general, se ve que el rendimiento de los cultivos ha ido en aumento en los últimos 30 años, pero la cuestión es cuánto ha cambiado el clima y qué habría pasado si el clima no estuviera cambiando", dijo.
El investigador matizó que "en algunos países, vemos que el clima sólo ha afectado en un pequeño porcentaje. En otros, los rendimientos habrían estado aumentando el doble de rápido".
Concluyó que "en promedio mundial, observamos que la producción de trigo sería un 5% superior si no hubiera habido calentamiento desde 1980. Observamos lo mismo con el maíz".
"Sin embargo, en el caso del arroz y la soja, encontramos que la producción es la misma que si el clima no hubiera presentado ninguna modificación", señaló.

BBC Mundo

2011/04/13

El cambio climático vuelve al entorno más "azul"

El "color" del medio ambiente se está volviendo cada vez más "azul", un cambio que podría tener importantes implicaciones en los animales y sus posibilidades de extinguirse, dice un estudio del Imperial College de Londres, en el Reino Unido.
Para entender cómo los científicos llegaron a esta conclusión y qué significa, pongamos un ejemplo real de esta semana en Londres: el sábado pasado la temperatura ascendió hasta los 22ºC. Este miércoles, la máxima solo será de 12ºC. La fluctuación de la temperatura ha sido muy rápida.

Los científicos usan el color espectral para describir la rapidez en las fluctuaciones de la temperatura.
Entonces, como en el ejemplo de Londres, si las fluctuaciones de la temperatura han sido rápidas, se suele definir como de un espectro "azul".
En cambio, si las fluctuaciones son más lentas, se dice que la temperatura tiene un espectro "rojo".
Y según los científicos, las fluctuaciones o variaciones en la temperatura se están haciendo cada vez más rápidas y extremas debido al calentamiento global, de ahí que se diga que el entorno sea cada vez más "azul".
Vale aclarar que no se trata de un fenómeno físico. "No significa que todo se esté volviendo más azul, sino que es una manera de facilitar la explicación sobre el cambio en las fluctuaciones de la temperatura", aclara a BBC Mundo Bernardo García-Carreras, uno de los autores del estudio.

Datos mundiales

Para llegar a estas conclusiones, el doctor Daniel Reuman y García-Carreras, investigadores del Imperial College de Londres, analizaron los cambios de la temperatura durante todo el siglo XX, mediante datos de las estaciones meteorológicas en todo el mundo.
"Vale señalar que estos cambios en las fluctuaciones de las temperaturas que hemos descrito no son a lo largo de una temporada específica, sino a lo largo de años y en continentes enteros", señala García-Carreras.
"Revisamos los datos de la temperatura media anual y durante cada estación y comparamos cómo habían cambiado entre la primera mitad del siglo pasado y la segunda mitad y el resultado fue que el clima se ha ido haciendo más azul".
El otro resultado de este estudio tiene que ver con las poblaciones de animales.
Los modelos existentes y las teorías sugieren que el color espectral del medio ambiente afecta al color espectral de las poblaciones de animales.
Los especialistas usaron una base de datos sobre la población dinámica mundial, de la que se extrajeron los datos sobre los cambios en la población de 147 especies de aves, mamíferos, insectos, peces y crustáceos en los últimos 30 años.
"Miramos si había una correlación entre la rapidez de las fluctuaciones de las poblaciones de animales y las fluctuaciones del clima", explica García Carreras.

¿Cambio climático positivo?

El resultado fue que se descubrió que en zonas donde las temperaturas varían con rapidez, también lo hacen las poblaciones de animales.
"Poniendo los dos resultados juntos, sabemos que el clima se está volviendo más azul, sabemos que los animales suelen vivir en lugares correspondientes al tipo de fluctuaciones que ellos mismos tienen y por tanto es posible que las fluctuaciones de los animales también se estén volviendo más rápidas por culpa de el cambio climático", indica García-Carreras.
El impacto de este resultado puede ser polémico.
"Algunos modelos aplicados parecen sugerir que si las fluctuaciones de los animales se vuelven más rápidas, su peligro de extinción disminuye", apunta el especialista español.
"Esto podría verse como un impacto positivo del cambio climático, pero hay que tomarlo en un contexto mucho más amplio en el que hay muchísimos otros factores, como la destrucción del hábitat, que ponen en peligro a los animales", aclara el investigador.

BBC Mundo

2011/01/21

El cambio climático bate otro récord

El planeta sigue con fiebre. El calentamiento global vuelve a hacer historia en 2010. El pasado año, la temperatura media del planeta igualó los dos años más calurosos del planeta. 2005 y 1998 ya tienen un tercer año en el podio de los más calientes. Así aumenta la posibilidad de que los desastres naturales ganen en intensidad y frecuencia.
La tierra se sitúa en una temperatura global con una media de 0,53 grados centígrados superior al periodo de referencia adoptado por la institución científica que va de 1961 a 1990, según ha confirmado la Organización Meterológica Mundial (OMM) .
Desde 1998 se han producido los diez años más calurosos registrados, según ha señalado el director general de la OMM, Michel Jarraud, en conferencia de prensa.Sostuvo que el calentamiento global es un hecho que ya nadie puede negar y que la novedad es su clara tendencia a reforzarse año a año. Según Jarraud, no es posible mantener el escepticismo "frente a los hechos" que corroboran el cambio climático, un fenómeno que no se puede explicar "sin tener en cuenta la actividad humana".
"La concentración de gases es mayor que nunca y las leyes de la física dicen que sólo pueden calentar", explicó. Jarraud sostuvo que no hay duda de que el cambio climático es una realidad que persistirá "por años" y que la única interrogante es "la amplitud que tendrá".Ello dependerá de las acciones que adopten los gobiernos para reducir las emisiones, principalmente de dióxido de carbono. El científico no quiso establecer una relación directa entre el calentamiento global y los graves desastres naturales ocurridos a lo largo de 2010 en distintos puntos del planeta, aunque reconoció que el fenómeno tiene que ver con la cada vez mayor frecuencia y fuerza de las olas de calor, lluvias torrenciales -seguidas de inundaciones y deslizamientos de tierras- y huracanes.
Según los datos recopilados por la OMM -basados en estadísticas aportadas por Estados Unidos, el Reino Unido y la NASA, 2010 fue un año excepcionalmente caliente en la mayor parte de África, en el sur y oeste de Asia, así como en Groenlandia y el Ártico canadiense. A nivel mundial pocos lugares experimentaron temperaturas inferiores a la media: el norte de Europa y el centro y oriente de Australia fueron las principales excepciones.

El ártico se queda sin hielo

En partes de Escandinavia, particularmente fría,  se llegaron a medir 10 grados centígrados menos que la norma. Como otra "mala noticia" presentó Jarraud el dato de que el pasado diciembre la capa de hielo en el Ártico fue la más reducida desde que existe esa medición y su extensión fue de sólo 12.000 millones de kilómetros cuadrados, es decir 1,35 millones de kilómetros cuadrados menos que la media entre los años 1979 y 2000. Entre las consecuencias de esto, el director de la OMM mencionó la subida del nivel del mar, causante a su vez de la erosión de zonas costeras y de graves problemas en las islas habitadas, así como el hecho de que el agua salada se esté mezclando con fuentes de agua dulce.

Publico

2011/01/17

Los gases de efecto invernadero son inmunes a la crisis

Si la tibieza de los acuerdos adoptados en la cumbre del clima celebrada el pasado diciembre en Cancún pudiera transmitirse a la atmósfera, el calentamiento global sería un problema irrisorio. Por desgracia no es así, y ni siquiera el actual escenario de crisis económica logra hacer la menor mella en el aumento imparable de los gases de efecto invernadero, como atestiguan los últimos datos publicados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La comunidad científica esperaba que la reducción de la actividad industrial, fruto de las dificultades económicas por las que pasan buena parte de los países desarrollados, facilitaría una disminución en las cantidades emitidas a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido de nitrógeno (N2O), los tres gases de origen antrópico más influyentes en el proceso de calentamiento global. En cambio, el último Boletín de Gases de Efecto Invernadero del organismo meteorológico de la ONU afirma que las concentraciones han llegado en 2009 último año estudiado a sus niveles más altos de los últimos 10.000 años, en un incremento sostenido que coincide con el comienzo de la época preindustrial, es decir, mediados del siglo XVIII.
"La concentración habría sido mucho mayor si no se hubiesen tomado las acciones internacionales para reducirlos", afirma Michel Jarraud, secretario general de la OMM. Para Len Barrie, director del Departamento de Investigación de este organismo, existe un problema añadido: "Los gases de efecto invernadero, como el CO2, tienen una vida muy larga, y aunque frenásemos su emisión hoy mismo, permanecerían en la atmósfera durante décadas, haciendo que prosiguiera el calentamiento".

Un vínculo indudable

La similitud entre el ritmo de crecimiento del CO2 en la atmósfera y la subida de temperaturas a escala global fue una de las razones para que, en el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado en el año 2007, se estableciera como "muy probable" más del 90% que los gases de efecto invernadero fueran los responsables del calentamiento global. Según Barrie, sus efectos "ya se aprecian, por ejemplo, en el deshielo del Ártico, la subida del nivel del mar, los cambios en la intensidad de las sequías o las inundaciones causadas por tormentas".
La pasada semana, científicos australianos sugerían que el cambio climático puede influir en la aparición de episodios inusualmente intensos del fenómeno de La Niña, provocando lluvias torrenciales como las que han inundado parte de aquel país en fechas recientes.
Los últimos datos suministrados por la OMM establecen que el año 2010 está entre los tres más cálidos desde 1850, cuando se iniciaron las observaciones meteorológicas instrumentales, después de 1998 y 2005. Los datos más recientes de la agencia climática de EEUU sitúan 2010 en el podio del año más cálido, junto a 2005. Además, la pasada década se convertirá en el periodo de diez años con temperaturas más altas. Entre las incidencias meteorológicas más importantes de este año destacan el tercer mínimo histórico de superficie de hielo en el Ártico, las peores inundaciones de la historia en Pakistán, el verano tórrido en Rusia o la tercera temporada de huracanes más intensa en el Atlántico, con 19 tormentas tropicales, además de las tierras anegadas en Australia.

España reduce sus emisiones

En España, la emisión de gases de efecto invernadero disminuyó en 2009 un 8,2% respecto al año anterior, aunque los compromisos adquiridos en el Protocolo de Montreal siguen lejos. El incremento respecto a las emisiones del año 1990 es de un 28,5%, cuando no deberíamos sobrepasar el 15%. Según las proyecciones realizadas por el ministerio de Medio Ambiente y la oficina de Cambio Climático, en 2010 se produjo una reducción "muy significativa", cercana al 6% o al 8%.
Detrás de estos descensos están el menor consumo de gasóleo y gasolina fruto de la reducción en la actividad industrial y un menor uso de carbón para producir electricidad. A fecha 31 de octubre, las emisiones del sector eléctrico habían bajado más de un 14% respecto a 2009, y las de transporte (a fecha de agosto) un 1,5% respecto al año anterior.
El dióxido de carbono es el gas que más efecto invernadero provoca después del vapor de agua en la atmósfera de la Tierra. Pese a que los seres vivos lo expulsan a través de la respiración, la diferencia entre un ciclo natural autorregulado y el crecimiento incontrolado de este gas radica en el origen antrópico por la quema de combustibles fósiles, la deforestación o los cambios en el uso del suelo. Las mediciones continuas realizadas desde 1958 han permitido especificar que el 55% del aumento de la concentración de CO2 responde a la quema de carbón, petróleo y gas natural.

La característica más importante del CO2 es que es responsable del 63% del forzamiento radiativo aumento neto de la cantidad de energía que retiene la Tierra y que provoca un calentamiento de la superficie que se ha producido durante la última década.
El segundo actor en el efecto invernadero es el metano. Su contribución al calentamiento global es menor que la del CO2, pero aún así es responsable en un 18% del forzamiento radiativo que se produce en la atmósfera. Desde principios de la década de los 80 y hasta el año 2006, la concentración de metano había disminuido progresivamente, pero desde 2007 ha vuelto a aumentar.
Existen dos causas para justificar este cambio de tendencia: las precipitaciones por encima de lo normal que se produjeron en 2007 en latitudes tropicales fruto del fenómeno de La Niña y las altas temperaturas que afectaron en el mismo año a las regiones más frías, cercanas a las latitudes polares. Allí, la descongelación del suelo helado facilita una liberación del metano generado por la descomposición de la materia orgánica y que queda atrapado en el hielo.

Emisiones humanas que no dejan de crecer

38% dióxido de carbono
Antes del inicio de la época industrial y durante los últimos 10.000 años, la concentración de CO2 en la atmósfera era de unas 200 partes por millón (ppm, 200 moléculas de CO2 por cada millón de moléculas de aire seco), pero a día de hoy ha subido hasta las 386,8 ppm, un 38% más. Son cifras fruto de la emisión, por ejemplo, de 8.700 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera en el año 2008. Es verdad que el incremento durante la última década se ha ralentizado, pero aún así, durante 2009 se incrementó en 1,6 ppm.
158% metano
La concentración de metano antes de la era industrial rondaba las 700 ppb. Desde entonces, se ha producido un incremento del 158%, acercándose en 2009 hasta las 1.803, cinco más que el año anterior. Los científicos calculan que un 60% corresponde a actividades humanas. La fuentes de estas emisiones antrópicas son los animales rumiantes, los cultivos de arroz, los combustibles fósiles y la quema de biomasa.
19% óxido de nitrógeno
Además de vapor de agua, dióxido de carbono y metano, otros gases también contribuyen al calentamiento global. El óxido de nitrógeno aporta algo más del 6% de forzamiento radiativo, con un crecimiento de un 19% respecto a la era preindustrial. Proviene del uso de fertilizantes, de la quema de biomasa y de varios procesos industriales, aunque también lo emiten los océanos y el suelo. 

Publico