El cambio climático en el mundo reducirá la disponibilidad de agua para producir alimentos y tendrá severos efectos en la productividad de cultivos las próximas décadas, previno un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) difundido el día 9.
Según el estudio "Cambio climático, agua y seguridad alimentaria", es previsible una baja del caudal de los ríos y de la alimentación de los acuíferos en el Mediterráneo y las zonas en América, Australia y Africa meridional.
"En Asia se verán también afectadas amplias zonas que dependen del deshielo y de los glaciares de montaña, mientras que las áreas densamente pobladas de los deltas fluviales están amenazadas al combinarse un menor flujo de agua, aumento de la salinidad y la subida del nivel del mar", dijo el estudio difundido este jueves por la oficina de la FAO en la capital chilena.
Se prevé además una aceleración del ciclo hidrológico del planeta, ya que las temperaturas al alza incrementarán la tasa de evaporación de la tierra y el mar, dijo el estudio.
"La lluvia aumentará en los trópicos y en las latitudes más altas, pero disminuirá en las zonas que tienen ya carácter seco y semiárido y en el interior de los grandes continentes", señala la FAO
En consecuencia, habrá una mayor frecuencia de sequías e inundaciones, pero se espera que las zonas del mundo que sufren ya de escasez de agua se vuelvan más secas y calurosas, abundó.
El documento explica que "es previsible que el incremento de la frecuencia de sequías promueva un mayor aprovechamiento del agua subterránea para amortiguar el riesgo para la producción de los agricultores".
La FAO subraya que "la pérdida de glaciares -que sostienen cerca del 40 por ciento del riego a nivel mundial- afectará finalmente a la cantidad de agua de superficie disponible para el riego en las principales cuencas productoras".
El alza en las temperaturas alargará la temporada de crecimiento de los cultivos en las zonas templadas del norte, pero la reducirá en casi todos los demás lugares, a lo que se agrega una mayor tasa de evapotranspiración, con un descenso en el rendimiento agrícola, insistió.
Los medios de vida de las comunidades rurales y la seguridad alimentaria de las poblaciones urbanas se encuentran amenazados, "pero los pobres rurales, que son los más vulnerables, podrían verse afectados de forma desproporcionada",dijo.
El informe de la FAO también hace recomendaciones a los gobiernos para enfrentar estos nuevos desafíos.
Entre las propuestas destaca la medición meticulosa del suministro, los trasvases y transacciones de agua para poder tomar decisiones sobre la forma en que los recursos hídricos pueden ser gestionados y utilizados en condiciones cada vez más variables.
"La contabilidad del agua en la mayor parte de los países en desarrollo es muy limitada, y los procesos de asignación o bien no existen o están poco desarrollados o son distintos para cada caso", destaca.
"Una prioridad será ayudar a los países en desarrollo a adquirir buenas prácticas para contabilizar el agua y desarrollar sistemas de asignación que sean robustos y flexibles", afirma.
La FAO también advierte que se conoce muy poco sobre cómo será el impacto del cambio climático en el agua para la agricultura a nivel regional y subregional, y dónde estarán más amenazados los campesinos.
Indica que los productores pueden cambiar sus planes de cultivos para permitir una siembra más temprana o más tardía, reducir su utilización de agua y optimizar el riego.
"La siembra de cultivos de raíces profundas permitiría a los campesinos explotar mejor la humedad del suelo disponible", agrega.
Sin embargo, el informe de la FAO subraya igualmente que los pequeños productores en los países en desarrollo se enfrentarán a dificultades para adoptar estas estrategias.
Pueblo en Linea
No hay comentarios:
Publicar un comentario