La compañía asiática Foxconn, conocida por ser la ensambladora para productos de numerosos fabricantes de hardware como Apple o HP, ha emitido un comunicado en el que anuncia la reanudación de la producción en su factoría de Chengdu, cerrada desde el pasado 20 de mayo.
En esta fecha una fuerte explosión se produjo en las instalaciones, ocasionando la muerte de tres empleados y daños a una quincena de trabajadores.
Foxconn explica que, de momento, sigue investigando las causas del incidente, y se reitera en que la causa más probable fuera una explosión de polvo de aluminio en un conducto de ventilación. En este sentido, la ensambladora habría puesto en marcha “mejoras en el taller ventilación y una renovación total de las políticas y prácticas relativas a la disposición del polvo, mediante la aplicación de nuevas tecnologías que mejorarán aún más la seguridad”.
“Las nuevas medidas que se están empleando en nuestros talleres, con las que hemos reaunadado las operaciones después de la revisión mencionada, son una respuesta directa a nuestros esfuerzos para asegurar que estamos aplicando las más altas prácticas en materia de seguridad”, continúa el escrito.
Aunque la firma perjuró que el problema no repercutiría en la cadena de suministros del iPad 2, ya que la actividad productiva del tablet se derivaría a otras factorías, los analistas no han opinado lo mismo. La consultora IHS Suppli señaló que podría producirse una pérdida de entre 1,8 y 2,8 millones de unidades, aunque para sus estimaciones contaba con que las instalaciones de Chengdu estuvieran inoperativas un mes y no únicamente dos semanas.
Esta no es la primera polémica a la que debe hacer frente la firma. Los suicidios entre su plantilla, las malas condiciones salariales de sus trabajadores, los maltratos físicos, filtraciones de información y alguna intoxicación han puesto a Foxconn en el candelero en los últimos meses.
ITespresso
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