En España, alrededor de 700 farmacias han instalado ya un robot en su rebotica para que les ayude a almacenar, localizar y servir los medicamentos. Todavía no son muchas, porque el territorio nacional cuenta con unos 21.500 establecimientos de este tipo. Así que la empresa vallisoletana Farma Nitram ha visto un interesante negocio que explotar y acaba de lanzar al mercado un robot farmacéutico -"el primero de segunda generación", defienden-, listo para competir con la tecnología alemana, clara dominadora de este campo.
El autómata, que ha llevado dos años de trabajo a un equipo de 20 personas y que fue presentado en el Congreso Europeo de Farmacia de Barcelona, se llama Nitram R-evolution y tiene una peculiaridad que le diferencia de los de su género: está basado en el uso de campos magnéticos de imanes permanentes, similar a la levitación magnética del Maglev, el conocido tren bala japonés.
"Esto es muy importante, porque supone que el coste total del robot en 10 años es aproximadamente un 66% más económico que un robot de primera generación, ya que no existen costes de mantenimiento, que hoy rondan los 600-800 euros por mes", explica Javier Martín, director general de la compañía.
El directivo cuenta que ello se logra porque el nuevo autómata elimina los cables en movimiento (que habitualmente suponen el 90% de esos costes de mantenimiento), usa tecnología inalámbrica para transmitir las órdenes desde el terminal del farmacéutico y no lleva cables ni para la corriente eléctrica.
"Estamos convencidos de que la aparición de la segunda generación de robots y la drástica disminución en los costes totales hace que la cuota de mercado potencial va a pasar del 3% actual al 20% de las farmacias de España en cinco años, lo que nos abre las puertas a un gran negocio", advierte Martín.
La empresa española, que ha invertido algo más de 500.000 euros en el desarrollo de su robot bala, ha patentado esta tecnología y está dispuesta a dar la batalla a las grandes multinacionales alemanas, que copan el 90% del sector, con tres claros líderes, Rowa, Match 4 y Willach-Heise. "Está claro que algo fallaba con la oferta que había porque hay una clara disfunción entre oferta y demanda, ya que 20.000 farmacias no se han animado a comprar uno de estos robots", continúa.
Martín está convencido que los costes de mantenimiento que exigen los modelos de primera generación hacen inviables comprarlos salvo para aquellas farmacias con alto tráfico de clientes, capacidad de hacer marketing en el punto de venta y horarios de apertura permanentes.
El precio del robot vallisoletano, capaz de manipular 720 medicamentos a la hora, "el doble que la competencia", se sitúa en torno a los 100.000 euros (varía según su capacidad) frente a los 120.000-130.000 euros que cuesta la mayoría de modelos actuales.
El autómata, que ha llevado dos años de trabajo a un equipo de 20 personas y que fue presentado en el Congreso Europeo de Farmacia de Barcelona, se llama Nitram R-evolution y tiene una peculiaridad que le diferencia de los de su género: está basado en el uso de campos magnéticos de imanes permanentes, similar a la levitación magnética del Maglev, el conocido tren bala japonés.
"Esto es muy importante, porque supone que el coste total del robot en 10 años es aproximadamente un 66% más económico que un robot de primera generación, ya que no existen costes de mantenimiento, que hoy rondan los 600-800 euros por mes", explica Javier Martín, director general de la compañía.
El directivo cuenta que ello se logra porque el nuevo autómata elimina los cables en movimiento (que habitualmente suponen el 90% de esos costes de mantenimiento), usa tecnología inalámbrica para transmitir las órdenes desde el terminal del farmacéutico y no lleva cables ni para la corriente eléctrica.
"Estamos convencidos de que la aparición de la segunda generación de robots y la drástica disminución en los costes totales hace que la cuota de mercado potencial va a pasar del 3% actual al 20% de las farmacias de España en cinco años, lo que nos abre las puertas a un gran negocio", advierte Martín.
La empresa española, que ha invertido algo más de 500.000 euros en el desarrollo de su robot bala, ha patentado esta tecnología y está dispuesta a dar la batalla a las grandes multinacionales alemanas, que copan el 90% del sector, con tres claros líderes, Rowa, Match 4 y Willach-Heise. "Está claro que algo fallaba con la oferta que había porque hay una clara disfunción entre oferta y demanda, ya que 20.000 farmacias no se han animado a comprar uno de estos robots", continúa.
Martín está convencido que los costes de mantenimiento que exigen los modelos de primera generación hacen inviables comprarlos salvo para aquellas farmacias con alto tráfico de clientes, capacidad de hacer marketing en el punto de venta y horarios de apertura permanentes.
El precio del robot vallisoletano, capaz de manipular 720 medicamentos a la hora, "el doble que la competencia", se sitúa en torno a los 100.000 euros (varía según su capacidad) frente a los 120.000-130.000 euros que cuesta la mayoría de modelos actuales.
De los coches y la siderurgia a las farmacias
Detrás de Farma Nitram está una empresa de capital 100% español con 20 años a sus espaldas. Se trata de Automatismos J. Martín, centrada durante dos décadas en montar robots en las fábricas de automóviles, en la siderurgia y en empresas de agroalimentación. Han trabajado para Renault, Nissan, Volkswagen, Peugeot, Nestlé, Mecalux y Mercadona, entre otras, y han llevado su experiencia a Argentina, Alemania, Eslovenia, EE UU, México, Polonia y Portugal. "En 2008", recuerda Javier Martín, "vimos que el negocio del automóvil y la siderurgia pintaba mal y decidimos buscar otros sectores rentables y sólidos que nos permitiera explotar nuestro know-how, y apuntamos al farmacéutico".Martín asegura que en los sectores de los que vienen los costes de mantenimiento que tienen los actuales robots de farmacia serían inaceptables, "así que sabíamos que teníamos una oportunidad". Su autómata ha tenido una excelente acogida en Barcelona y, dice, que dos empresas se han interesado por comprar la tecnología.
Cinco Dias
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