Internet es la salvación para el cine". Fue la frase más destacada y polémica del discurso de despedida de Álex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine durante el acto de entrega de los últimos Premios Goya. Quizá, dicho así suene exagerado, pero los movimientos en la industria de los contenidos audiovisuales parecen demostrar que por ahí van los tiros. Este martes, una de las grandes majors de Hollywood, Warner, anunciaba que empieza a alquilar películas de su catálogo a través de Facebook, la mayor red social del mundo. Por ahora, solo en EE UU y con un film: El caballero oscuro, con las aventuras de Batman. Las película puede alquilarse por 30 Facebook Credits (moneda creada por la empresa de Mark Zuckerberg para comprar productos digitales dentro de la red social), una cifra que equivale a tres dólares (2,15 euros).
También Digital+, la plataforma de televisión por satélite del Grupo Prisa, anunció que este miércoles estrenaba su videoclub online, inicialmente solo para los abonados a la plataforma de pago (casi 1.800.000), aunque su plan es abrirlo en los próximos meses a todo el mundo a través de la web. El espectador, que tendrá acceso a películas y también a series de televisión, dispone de 30 días para ver el contenido desde que lo descarga y de 48 horas para verlo desde que inicia su visionado. Digital+ espera tener en mayo un catálogo de 400 títulos. Alquilar una película de estreno costará 3,99 euros (en formato estándar) y 4,99 euros en alta definición, mientras un título de catálogo costará 1,99 euros (2,99 en alta definición) y las series irán desde 1,99 a 2,99 euros.
Ambas ofertas evidencian que los hábitos han cambiado y que las películas ya no llegan de la misma forma al espectador, sino que estos ven los largometrajes que quieran, donde quieran y como quieran (en la televisión, en el ordenador, en el tablet o en el móvil).
Los expertos del sector coinciden en que 2011 es el año del boom de los videoclubs online. Y es que a los jugadores habituales de este entorno, como puedan ser iTunes, se están sumando fabricantes de PC y electrónica de consumo, retailers, operadoras de telecomunicaciones, empresas de otras ventanas tradicionales de explotación de contenidos... Muchos actores para un mercado que empieza a despuntar y que ya tiene algunos líderes internacionales claros, como Netflix que, pese a operar solo en EE UU y Canadá, ya cuenta con 10 millones de suscriptores online, que por una tarifa plana de 7,99 dólares al mes se puede acceder a toda su videoteca.
La alianza Warner-Facebook y el lanzamiento de Digital+ Videoclub también dejan claro otra cuestión: la oportunidad que se abre para estas empresas es enorme, pero nadie puede dormirse en los laureles (y eso incluye a las compañías españolas) si quieren ser actores fundamentales de este cambio. Y es que internet es internacional y se compite con gigantes que están gestionando contenidos a escala mundial, así que es de suponer que cualquiera que quiera jugar fuerte debe tener una estrategia internacional clara o un partner que le dé dicha dimensión, "si no morirá o se quedará en un nicho muy concreto", opina Pablo Valera, responsable de desarrollo de negocio de ADNstream, un portal español de contenidos español.
Valera advierte que el movimiento de Warner y Facebook "es tan potente como el de Youtube emitiendo contenidos de broadcasters o cine". Hay que recordar que la citada red social tiene casi 600 millones de usuarios en el mundo. "Se trata de una jugada lógica y una llamada de atención a Netflix (que cayó en Bolsa tras el anuncio de Warner) y a todos los actores tradicionales de este mercado, porque si el experimento funciona, la conclusión a la que pueden llegar las majors es que no les necesitan para distribuir sus contenidos a los usuarios", explica el ejecutivo. "Si alguien no estaba convencido de que consumir contenidos online es una realidad, esto posiblemente termine de convencerlo", continúa Valera, que recuerda que las majors saben bien que controlar la distribución es controlar gran parte del negocio. "Netflix se les ha hecho muy grande y no quieren repetir ese mismo error fuera de EE UU".
Aunque gigantes como Apple con su iTunes tienen algunas ventajas (su hardware propietario, sus servicios creados ad hoc y una capacidad de inversión en contenidos casi ilimitada), los expertos creen que, al menos en 2011, será complicado que una oferta destaque por encima del resto por el contenido en sí (porque cerrar acuerdos sobre un catálogo ingente de títulos de cine es fundamentalmente una cuestión de capacidad de inversión) o por precios. "La verdadera clave para liderar el mercado está en el mecanismo de pago, en simplificar el uso del servicio para llegar a un público masivo, en extenderse en el mayor número posible de dispositivos y en hacer un buen marketing", apuntan.
También Digital+, la plataforma de televisión por satélite del Grupo Prisa, anunció que este miércoles estrenaba su videoclub online, inicialmente solo para los abonados a la plataforma de pago (casi 1.800.000), aunque su plan es abrirlo en los próximos meses a todo el mundo a través de la web. El espectador, que tendrá acceso a películas y también a series de televisión, dispone de 30 días para ver el contenido desde que lo descarga y de 48 horas para verlo desde que inicia su visionado. Digital+ espera tener en mayo un catálogo de 400 títulos. Alquilar una película de estreno costará 3,99 euros (en formato estándar) y 4,99 euros en alta definición, mientras un título de catálogo costará 1,99 euros (2,99 en alta definición) y las series irán desde 1,99 a 2,99 euros.
Ambas ofertas evidencian que los hábitos han cambiado y que las películas ya no llegan de la misma forma al espectador, sino que estos ven los largometrajes que quieran, donde quieran y como quieran (en la televisión, en el ordenador, en el tablet o en el móvil).
Los expertos del sector coinciden en que 2011 es el año del boom de los videoclubs online. Y es que a los jugadores habituales de este entorno, como puedan ser iTunes, se están sumando fabricantes de PC y electrónica de consumo, retailers, operadoras de telecomunicaciones, empresas de otras ventanas tradicionales de explotación de contenidos... Muchos actores para un mercado que empieza a despuntar y que ya tiene algunos líderes internacionales claros, como Netflix que, pese a operar solo en EE UU y Canadá, ya cuenta con 10 millones de suscriptores online, que por una tarifa plana de 7,99 dólares al mes se puede acceder a toda su videoteca.
La alianza Warner-Facebook y el lanzamiento de Digital+ Videoclub también dejan claro otra cuestión: la oportunidad que se abre para estas empresas es enorme, pero nadie puede dormirse en los laureles (y eso incluye a las compañías españolas) si quieren ser actores fundamentales de este cambio. Y es que internet es internacional y se compite con gigantes que están gestionando contenidos a escala mundial, así que es de suponer que cualquiera que quiera jugar fuerte debe tener una estrategia internacional clara o un partner que le dé dicha dimensión, "si no morirá o se quedará en un nicho muy concreto", opina Pablo Valera, responsable de desarrollo de negocio de ADNstream, un portal español de contenidos español.
Valera advierte que el movimiento de Warner y Facebook "es tan potente como el de Youtube emitiendo contenidos de broadcasters o cine". Hay que recordar que la citada red social tiene casi 600 millones de usuarios en el mundo. "Se trata de una jugada lógica y una llamada de atención a Netflix (que cayó en Bolsa tras el anuncio de Warner) y a todos los actores tradicionales de este mercado, porque si el experimento funciona, la conclusión a la que pueden llegar las majors es que no les necesitan para distribuir sus contenidos a los usuarios", explica el ejecutivo. "Si alguien no estaba convencido de que consumir contenidos online es una realidad, esto posiblemente termine de convencerlo", continúa Valera, que recuerda que las majors saben bien que controlar la distribución es controlar gran parte del negocio. "Netflix se les ha hecho muy grande y no quieren repetir ese mismo error fuera de EE UU".
Aunque gigantes como Apple con su iTunes tienen algunas ventajas (su hardware propietario, sus servicios creados ad hoc y una capacidad de inversión en contenidos casi ilimitada), los expertos creen que, al menos en 2011, será complicado que una oferta destaque por encima del resto por el contenido en sí (porque cerrar acuerdos sobre un catálogo ingente de títulos de cine es fundamentalmente una cuestión de capacidad de inversión) o por precios. "La verdadera clave para liderar el mercado está en el mecanismo de pago, en simplificar el uso del servicio para llegar a un público masivo, en extenderse en el mayor número posible de dispositivos y en hacer un buen marketing", apuntan.
Cinesa y Yelmo ultiman su oferta
Los videoclubs online han proliferado en los últimos meses. Los nombres que son referencia a nivel mundial son Netflix (con un catálogo de unos 100.000 títulos); iTunes (de Apple), que solo ofrece la compra de títulos y no suscripción mensual a un servicio en streaming, y Hulu, que impulsada por News Corp, NBC y Disney, ofrece unas 5.000 películas y series para ver en streaming también en EE UU de forma gratuita (se financia con publicidad).También están Amazon, que en febrero lanzó un nuevo servicio por el cual sus clientes en EE UU podrán tener acceso ilimitado a más de 5.000 películas y series de televisión en streaming. El servicio no tiene coste adicional para los clientes preferentes de Amazon, que pagan 79 dólares al año. Y Ultraviolet, un proyecto de las grandes productoras de Hollywood (Warner, Lionsgate, Paramount, Sony Pictures, Universal y Twentieth Century Fox). Una propuesta, esta última buena, pero muy difícil de llevar a cabo porque supone armonizar demasiados intereses en demasiados países, según aseguran algunos expertos.
En España, la oferta legal también empieza a crecer, a pesar de los problemas tan criticados de piratería. Además del nuevo videoclub de Digital+ y de iTunes y Samsung Movies (que son ofertas internacionales, pero que también presentes en nuestro país), los videoclubs online más conocidos son Filmotech, creado por Egeda en 2007, con un catálogo de películas mayoritariamente españolas (el alquiler de las películas que se ven en streaming va de los 2 a los 4 euros), y Filmin, que con un catálogo de más de 600 películas, está especializado en el cine independiente. Este sitio ofrece títulos por un precio de entre 1.95 y 2,95 euros, aunque también da la opción de suscribirse (15 euros por mes, 30 euros por tres meses y 110 euros anuales).
Pero la lista es más larga y lo va a ser mucho más en los próximos meses porque algunas empresas preparan sus lanzamientos. Así, junto al citado ADNStream (una start-up española con más de 600 películas gratuitas más un videoclub de pago), el distribuidor de cine Cinesa ultima su portal Cinesa Play, y Yelmo da los últimos retoques a su Youzee. También crecen los rumores en el sector de que El Corte Inglés está preparando su propio videoclub online. Ahora queda ver si se otros jugadores internacionales se animan a entrar en España y cómo evolucionará el sector tras la aprobación de la ley Sinde. "Su éxito debería depender más de la oferta que logre generar que de lo que logre cerrar, pero lamentablemente no vemos ayudas en ese sentido", dicen desde el sector.
La cifra
10 millones de suscriptores online tiene Netflix, pese a que la compañía solo tiene operaciones en EE UU y Canadá.Cinco Dias
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