Todavía le falta una semana para convertirse en el nuevo CEO de Google, pero Larry Page ya se ha incorporado a su puesto para recoger el testigo de Eric Schmidt sin hacer demasiado ruido. Según informa The Wall Street Journal, el co-fundador de Google ya ha empezado a tomar parte en reuniones de la junta directiva a la vez que participa en sesiones de brainstorming con otros empleados en los cuarteles generales de Google.
De cualquier forma, Eric Schmidt permanecerá durante un tiempo en la compañía para suavizar la transición, mientras se hace cargo de las relaciones exteriores de la empresa, en caso de que no se llegue a confirmar su salto a la Casa Blanca como nuevo Secretario de Comercio estadounidense.
Al parecer, el relevo de CEO supondrá también un notable cambio en la gestión de la compañía. Page pretende mantener reuniones diarias con los ejecutivos clave de la empresa y ha dado instrucciones a los altos cargos para que describan por email y en menos de 60 palabras en qué están trabajando exactamente. El uso de portátiles personales en las reuniones queda prohibido.
Las nuevas normas inquietan a algunos de sus empleados, y varios encargados creen que Page eliminará proyectos en los que no cree para centrar a sus empleados en iniciativas más importantes. Uno de los proyectos perjudicados podría ser Google Health. Lo que está claro es que, tal y como él mismo confirmó, Larry Page quiere devolver a Google a sus “raíces de startup“, permitiendo a algunos equipos de proyectos trabajar de manera independiente como lo haría una compañía más pequeña, del mismo modo en el que trabajan YouTube o Android.
Silicon News
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