Los medios de Estados Unidos están prestando mucha atención a una aplicación para los teléfonos de Apple y Android, y próximamente Blackberry, que distribuye en tiempo real las fotos y los vídeos que uno haga con las personas más cercanas, aunque sean desconocidas, y cuyo teléfono esté equipado con la misma aplicación.
Se llama Color, y ha sido creada por el fundador del servicio Lala, Bill Nguyen, que fue comprado por Apple. Nguyen ha creado una nueva compañía que ha conseguido 41 millones de dólares por parte de los inversores, ya tiene 30 empleados y ha fichado a un alto ejecutivo de LinkedIn como jefe de proucto.. La aplicación es gratuita y el modelo de negocio estará en la publicidad y la mercadotecnia basada en la geolocalización.
La aplicación propone que para compartir fotos o vídeos no es preciso acudir al correo electrónico o subirlos a una red social. El propio teléfono sirve para ello y abre un nuevo espacio de comunicación en la anunciada era post-PC. Para Wired se trata de combatir la idea de que no es posible acumular amigos. Color lo hace de un modo peculiar. Si alguien con la aplicación toma una foto del concierto al que asiste, todos los espectadores que tengan abierta la aplicación verán la foto o el vídeo, creando una "comunidad instantánea". Para que la difusión libre de este material no caiga en manos de personajes con conductas inapropiadas, el servicio puede cancelar la aplicación que va asociada al ID del cliente del teléfono.
El cliente también puede escoger a amigos que no están cerca pero con quien quiere compartir la imagen que ha tomado. En el caso de grandes aglomeraciones, donde se puedan estar produciendo miles de fotos, los algoritmos de la aplicación seleccionan el material que se descarga en el álbum personal aunque todas las fotos son recuperables en la nube de Internet. Cuando alguien hojea el álbum de fotos de otro éste recibe una notificación y puede hacer una consulta en el del visitante. La aplicación prima el visionado de las imágenes que toman personas con las que el propietario de la aplicación está habitualmente más cerca (compañeros de oficina o familiares). La aplicación presenta un menú para ordenar y catalogar las imágenes.
La aplicación también despierta dudas sobre la protección de la privacidad. Sus creadores defienden que, al igual que un mensaje en Twitter, si se cuelga..es para compartir. El creado de la foto puede en todo momento suprimirla (no aquellos que aparecen en la misma). En cuanto a la propiedad, las fotos se protegen con la licencia Creative Commons y, de momento, no pueden imprimirse.
El Pais
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