La idea del gigante asiático es poder comercializar CPUs con su propia tecnología, para poder competir en el mercado internacional con empresas como Intel, AMD o ARM.
Para lograrlo están trabajando de manera conjunta el Instituto de Tecnología Informática de la Academia China de Ciencias, y la empresa local especializada en superordenadores, Dawning Information Industry.
Por el momento ya han tenido sus primeros frutos, al lograr fabricar el chip Longsoon para netbooks y sintonizadores TDT de gama baja, y están trabajando en el desarrollo de una CPU, que también llevará el nombre en clave de Loongson, que funcionará con el superordenador Dawning 6000, y llegará en el verano.
Además, parece que sus chips podrán emular la arquitectura x86, lo que ha hecho que surjan rumores que apuntan que la idea es sustituir los chips x86.
En ese sentido, las autoridades chinas han anunciado que prefieren tomárselo con calma, y se ponen un plazo de al menos 10 años para que eso ocurra.
Lo que no deja de ser evidente es que los chinos trabajan para conseguir desarrollar unos chips que estén a la altura de los productos norteamericanos y tengan un coste inferior.
El tiempo mostrará si acaban teniendo éxito o se quedan a medio camino.
the INQUIRER
No hay comentarios:
Publicar un comentario