Apple y Microsoft mantienen una pelea por el empleo de la marca App Store por parte de la empresa de Steve Jobs. Microsoft planteó en enero ante las autoridades que regulan las patentes que Apple no podía usar este término por tratarse de un concepto genérico al que Apple le da un uso secundario. Ahora ha llegado la respuesta de Apple. Lo primera que argumenta la empresa es que la propia Microsoft usa términos genéricos para bautizar sus productos y le recuerda su empleo de "Windows" (ventanas), palabra que lleva años identificando su sistema operativo. También podría considerarse un genérico. Ello debería haber enseñado a Microsoft, que ha usado el término Windows sin problemas, que para determinar si se trata de un genérico se deben atender distintos aspectos y uno muy principal es el significado primario que tiene para una parte sustancial de los clientes, argumenta Apple.
Apple afirma que a Microsoft los árboles no le dejan ver el bosque y que no ha hecho este análisis a la hora de plantear el conflicto. Microsoft había argumentado que el propio patrón de la compañía, Jobs, ha utilizado en algunas ocasiones la expresión "app store" para referirse a las tiendas de aplicaciones que tienen abiertas competidores suyos. En su réplica, Apple repasa las marcas usadas por las compañías competidoras para anunciar sus tiendas de aplicaciones sin que advierta ningún conflicto por el empleo por su parte de App Store. Microsoft, por ejemplo, la denomina Marketplace. De hecho, explica Apple, cuando ha advertido el empleo de su marca en otras tiendas se ha dirigido formalmente a las compañías que lo empleaban para que desistieran de ello, cosa que ha conseguido en gran parte.
La decisión ahora está en manos de la autoridad de patentes de Estados Unidos. La existencia de la App Store data de 2008. Apple la abrió con la salida de sus teléfonos inteligentes. El éxito de la fórmula ha generado un notable mercado para los desarrolladores de aplicaciones y todas las marcas han abierto su propia tienda. De hecho, al margen del propio negocio en la distruibución y venta de aplicaciones, que una marca de móviles disponga de un amplio catálogo de aplicaciones también es un potente argumento de compra para los clientes y de fidelización, en la medida que un cambio de teléfono puede suponer la pérdida de las aplicaciones disponibles en el primero.
El Pais
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