Aunque la vía de entrada al organismo de las sustancias que provocan la contaminación atmosférica es la respiratoria, los peligros para la salud de la polución van más allá, según los especialistas. De hecho, uno de los pocos estudios publicados sobre el impacto directo de la contaminación en la mortalidad de los ciudadanos madrileños concluía, el pasado noviembre en la revista Science of the Total Enviroment, que la concentración elevada de partículas PM2,5 (2,5 milésimas de milímetro) eran un factor de riesgo "importante" para mortalidad por causas circulatorias en Madrid.
El presidente de la Sociedad de Neumología de esta comunidad, José Miguel Rodríguez, afirma que el hecho de que la contaminación ambiental es causa de muerte prematura "se sabe desde hace tiempo". Dos son las vías que tiene la polución de influir en la mortalidad: agrava las patologías respiratorias y causa enfermedad cardiovascular. De esta última son responsables las partículas en suspensión más pequeñas, que son aquellas capaces de traspasar los pulmones y "causar enfermedad sistémica" al pasar a la sangre.
El investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental del CSIC Xavier Querol coincide en este diagnóstico y explica, además, que son estas partículas más finas, las que salen del tubo de escape de los coches, la causa de aproximadamente dos tercios de la contaminación de los grandes núcleos urbanos.
Rodríguez señala que los niños y los ancianos son los más vulnerables a los efectos de la contaminación, pero que nadie es inmune. "Estamos viendo más casos de rinitis, como si se hubiera adelantado la alergia", comenta el neumólogo. El jefe del servicio de Alergología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, Pedro Guardia, comenta que la contaminación está detrás del aumento de casos de alergia en los países desarrollados. Tanto la combustión proveniente de las calefacciones, como del diésel, "irrita las vías aéreas y facilita la penetración de los alérgenos". Además, comenta, los pólenes "reaccionan a la contaminación" y se hacen "más agresivos".
Los expertos no recomiendan, en cualquier caso, usar mascarillas por la calle, aunque sí son partidarios de reducir el ejercicio al aire libre "en este momento".
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El presidente de la Sociedad de Neumología de esta comunidad, José Miguel Rodríguez, afirma que el hecho de que la contaminación ambiental es causa de muerte prematura "se sabe desde hace tiempo". Dos son las vías que tiene la polución de influir en la mortalidad: agrava las patologías respiratorias y causa enfermedad cardiovascular. De esta última son responsables las partículas en suspensión más pequeñas, que son aquellas capaces de traspasar los pulmones y "causar enfermedad sistémica" al pasar a la sangre.
El investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental del CSIC Xavier Querol coincide en este diagnóstico y explica, además, que son estas partículas más finas, las que salen del tubo de escape de los coches, la causa de aproximadamente dos tercios de la contaminación de los grandes núcleos urbanos.
Rodríguez señala que los niños y los ancianos son los más vulnerables a los efectos de la contaminación, pero que nadie es inmune. "Estamos viendo más casos de rinitis, como si se hubiera adelantado la alergia", comenta el neumólogo. El jefe del servicio de Alergología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, Pedro Guardia, comenta que la contaminación está detrás del aumento de casos de alergia en los países desarrollados. Tanto la combustión proveniente de las calefacciones, como del diésel, "irrita las vías aéreas y facilita la penetración de los alérgenos". Además, comenta, los pólenes "reaccionan a la contaminación" y se hacen "más agresivos".
Los expertos no recomiendan, en cualquier caso, usar mascarillas por la calle, aunque sí son partidarios de reducir el ejercicio al aire libre "en este momento".
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