Los controles de China en Internet, que Washington volvió a poner en entredicho, podrían afrontar tiempos aún más difíciles debido a los 125 millones de chinos que se han dado de alta en sitios de 'microblogs' en línea para comentar temas, protestar y movilizarse.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo hace unas semanas que China se enfrenta a un "dilema del dictador" en cuanto a la censura en Internet y a los riesgos de ser superado por la propagación 'online' de la opinión.
El derrocamiento de los mandatarios de Egipto y Túnez tras protestas avivadas a través de Internet, ha demostrado que los Gobiernos no pueden elegir qué libertades conceden a sus ciudadanos, dijo Clinton.
El año pasado, Pekín y Washington mantuvieron una discusión sobre la censura en Internet que llevó a Google a redirigir a los usuarios de su portal chino al de Hong Kong.
El último campo de batalla por el control de Internet del Gobierno comunista chino se encuentra en las páginas web de estilo Twitter en las que los usuarios expresan sus opiniones en unos 140 caracteres. Twitter está bloqueado en China, al igual que Facebook y otras páginas web muy populares en otros países.
Los censores de Pekín tienen el control por el momento, y la mayoría de los chinos usan los 'microblogs' para seguir a personajes famosos. Pero los activistas pueden ser muy astutos.
"Aquellos que tienen potencial para formar opinión pública están conectados y buscan líderes, pero también tienen un claro sentido de dónde están los límites", dijo Liu Yawei, jefe del programa sobre China del Centro Carter en Atlanta, sobre los microblogueros del país asiático.
"Inicialmente, las agencias del Gobierno no esperaban que los 'microblogs' fuesen tan poderosos", dijo Li Yonggang, un experto en sociedad e Internet en la Universidad de Nanjing, en el este de China.
"Debido a que las publicaciones en los microblogs son muy rápidas y cortas, la gente se ha acostumbrado a expresarse de forma que la gente informada entienda lo que se está diciendo, pero los que no, puedan no comprenderlo", agregó en una entrevista telefónica.
Oficialmente, las páginas chinas de 'microblogs' están operando sólo de manera experimental. Los reguladores del gobierno podrían retener un permiso definitivo o revocar el permiso provisional para ejercer más presión sobre estas páginas web, añadió Li.
Por ahora, algunos funcionarios chinos están estudiando también formas de utilizar los 'microblogs' para enviar su mensaje.
A diferencia de la prensa convencional y los blogs de Internet de actualización más lenta, los microblogs pueden propagar información antes de que los censores hayan tenido oportunidad de bloquearla, dijo Li.
El 37% de los internautas chinos, unos 125 millones de personas, usan 'microblogs', según un informe de diciembre de iResearch, una firma consultora china. Una proporción mucho menor de estadounidenses utiliza Twitter. Al menos 65 millones de ellos usan Sina, dijo la compañía en septiembre, y la firma espera elevar esa cifra a casi 100 millones.
El Mundo
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo hace unas semanas que China se enfrenta a un "dilema del dictador" en cuanto a la censura en Internet y a los riesgos de ser superado por la propagación 'online' de la opinión.
El derrocamiento de los mandatarios de Egipto y Túnez tras protestas avivadas a través de Internet, ha demostrado que los Gobiernos no pueden elegir qué libertades conceden a sus ciudadanos, dijo Clinton.
El año pasado, Pekín y Washington mantuvieron una discusión sobre la censura en Internet que llevó a Google a redirigir a los usuarios de su portal chino al de Hong Kong.
El último campo de batalla por el control de Internet del Gobierno comunista chino se encuentra en las páginas web de estilo Twitter en las que los usuarios expresan sus opiniones en unos 140 caracteres. Twitter está bloqueado en China, al igual que Facebook y otras páginas web muy populares en otros países.
Los censores de Pekín tienen el control por el momento, y la mayoría de los chinos usan los 'microblogs' para seguir a personajes famosos. Pero los activistas pueden ser muy astutos.
"Aquellos que tienen potencial para formar opinión pública están conectados y buscan líderes, pero también tienen un claro sentido de dónde están los límites", dijo Liu Yawei, jefe del programa sobre China del Centro Carter en Atlanta, sobre los microblogueros del país asiático.
Comunicación instantánea y poderosa
Los microblogueros de la popular Sina.com y otras páginas web de China extendieron recientemente el debate sobre Egipto, a menudo utilizando referencias ambiguas para librarse de los filtros que intentan bloquear las conversaciones sobre el malestar y la desestabilización de los altos funcionarios."Inicialmente, las agencias del Gobierno no esperaban que los 'microblogs' fuesen tan poderosos", dijo Li Yonggang, un experto en sociedad e Internet en la Universidad de Nanjing, en el este de China.
"Debido a que las publicaciones en los microblogs son muy rápidas y cortas, la gente se ha acostumbrado a expresarse de forma que la gente informada entienda lo que se está diciendo, pero los que no, puedan no comprenderlo", agregó en una entrevista telefónica.
Oficialmente, las páginas chinas de 'microblogs' están operando sólo de manera experimental. Los reguladores del gobierno podrían retener un permiso definitivo o revocar el permiso provisional para ejercer más presión sobre estas páginas web, añadió Li.
Por ahora, algunos funcionarios chinos están estudiando también formas de utilizar los 'microblogs' para enviar su mensaje.
A diferencia de la prensa convencional y los blogs de Internet de actualización más lenta, los microblogs pueden propagar información antes de que los censores hayan tenido oportunidad de bloquearla, dijo Li.
El 37% de los internautas chinos, unos 125 millones de personas, usan 'microblogs', según un informe de diciembre de iResearch, una firma consultora china. Una proporción mucho menor de estadounidenses utiliza Twitter. Al menos 65 millones de ellos usan Sina, dijo la compañía en septiembre, y la firma espera elevar esa cifra a casi 100 millones.
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