Actualmente, la comunidad internacional tiene la vista fija en las movilizaciones en Egipto y gran parte de la información se obtiene gracias a Internet. Las concentraciones en la plaza Tarhir las convocan los ciberactivistas a través del móvil y de Internet. Por ello, el 27 de enero el gobierno egipcio cortó las comunicaciones a través de estos dos sistemas. No fueron restablecidas hasta 5 días después.
Google se ha convertido en el gran chivato digital con su Informe de transparencia, una página web donde muestra la cantidad de peticiones de información sobre usuarios que les envían los gobiernos, así como las solicitudes de retirada o censura de contenido.
En esta página se puede verificar el apagón de los 5 días. Por su parte, Google y Twitter trabajaron conjuntamente para habilitar una serie de números de telefonía convencional, que no se vio afectada por el corte, donde los egipcios podían llamar y dejar un mensaje de voz. La herramienta Speak to Tweet transformaba este mensaje de forma automática en uno de 140 caracteres que se publicaba en Twitter con el hashtag #egypt. Buscando esta etiqueta en la red social, vemos toda la actividad durante esos 5 días.
Facebook ha sido otra de las vías de comunicación digital del conflicto. La cantidad de usuarios egipcios ha aumentado de forma espectacular y ya hay más de 30.000 grupos creados sobre el tema. Eventos como una marcha virtual en solidaridad con los que protestan en Egipto han conseguido aglutinar a más de 600.000 perfiles digitales.
Pero no es la primera vez que las redes sociales se hacen eco de problemas en el norte de África. Tras la muerte de Mohamed Bouazizi, el joven informático que se quemó a lo bonzo en Túnez en diciembre de 2010, para protestar por su desesperada situación económica, las redes sociales se convirtieron el principal altavoz hacia el mundo.
Hace poco, 4 jóvenes marroquíes han creado el grupo Democracia y Libertad Ahora en Facebook llamando a un levantamiento popular. El grupo congrega miles de seguidores con el fin de «romper la barrera del miedo que tienen los jóvenes marroquíes hacia el régimen», según comenta Osama El Jlifi, el único que se ha manifestado abiertamente. El reciente desplazamiento del ejército marroquí al norte del país puede ser un síntoma de la importancia de estos movimientos en la Red.
Algo importante está pasando en el norte de África e Internet está influyendo en la forma en que las noticias salen desde los países en conflicto y en cómo los protagonistas se organizan. Algunos internautas comentan ya en sus páginas web que «apagar Internet hoy en día, significa lo mismo que el estado de sitio».
Canarias7
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