El Pais
Los coches de Street View, el callejero fotográfico de Google, deberán circular perfectamente identificados en Italia. Las autoridades de este país, además, han ordenado a la compañía que publique con tres días de antelación las ciudades y las rutas que realizarán para conocimiento de los ciudadanos. "Existe una gran alarma y hostilidad en muchos países europeos contra la toma de fotos por parte de Street View. Hemos recibido protestas incluso de ayuntamientos", ha admitido un portavoz de las autoridades italianas. Italia ordenó bloquear el procesamiento de datos por parte de Street View después de que en mayo de este año se descubriera que sus coches captaban la existencia de redes privadas wifi no cifradas y recogían el contenido de las comunicaciones.
Google negó en un principio estos hechos para admitir posteriormente que, por error, había almacenado datos de tráfico. La compañía ha mantenido que no ha usado comercialmente los mismos y que se trata de datos muy fragmentarios. Con todo, la semana pasada, ante el alud de críticas, Google admitió que se enfrentaba a un serio problema de privacidad y anunció un programa de formación de sus empleados en la salvaguardia de la privacidad. La compañía reonoció que entre los datos almacenados figuraban direcciones de correo electónico.
En España, después de que la fiscalía de Guipúzcoa archivara una investigación sobre la política de Street View en España, la Agencia de Protección de Datos abrió un expediente que puede suponer una multa millonaria para la compañía. El expediente se halla paralizado debido a que un juzgado de Madrid tiene abierta una causa por los mismos hechos en la que deberá comparecer como imputado un representante de Google España. En Alemania, un 3% de ciudadanos cuyos edificios aparecen en el callejero han solicitado formalmente que la empresa difumine la imagen de los mismos.
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