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2010/10/29

¿Quién paga por el medio ambiente? A. Latina da el ejemplo

¿Qué tiene que ver tomar una cerveza en un bar de Bogotá con proteger la biodiversidad?
El vínculo es real gracias a proyectos innovadores en América Latina para financiar el cuidado del medio ambiente. Varias iniciativas en la región están siendo presentadas en la Cumbre de Biodiversidad, que tiene lugar hasta el viernes en Nagoya, Japón, y en la que participan más de 190 naciones.
"Los países latinoamericanos están mostrando el camino con enfoques innovadores para la protección de ecosistemas", dijo a BBC Mundo Chris Knight, experto en sostenibilidad y cambio climático de la consultora PriceWaterhouse Coopers.
El pago por servicios ambientales en Costa Rica y los fondos de agua en los Andes con participación de empresas cerveceras son algunos de los proyectos pioneros que están siendo implementados en América Latina.

Pagar por el medio ambiente

Costa Rica es uno de los primeros países en el mundo que implementó un sistema de Pagos por Servicios Ambientales (PSA).
"Los bosques de Costa Rica no son únicamente productores de madera, sino que producen bienes y servicios que la sociedad demanda. La sociedad entonces debe pagar por ellos", dijo a BBC Mundo el Ing. Óscar Sánchez, director del departamento de Pago por Servicios Ambientales en el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO).
Por ley se reconoce que los bosques dan servicios como absorber gases de efecto invernadero, proteger la biodiversidad (vital para nuevos medicamentos), asegurar los recursos hídricos y proveer belleza escénica, claves para el turismo.
¿Quién paga por esos servicios? Hay varias opciones. Gracias a un impuesto al consumo de hidrocarburos, cada vez que alguien pone gasolina en su auto, aporta recursos. También hay pagos voluntarios de agencias de viajes, cadenas de hoteles y aerolíneas.
El dinero es luego volcado a los propietarios de bosques particulares, que reciben un pago por los servicios de los árboles en su predio "igual que el que obtiene quien siembra maíz y lo vende".
Cada propietario recibe actualmente unos US$64 por hectárea por año. Con más de 10.000 beneficiarios que antes simplemente cortaban el bosque para ganadería extensiva, el sistema ha tenido un gran impacto.
"En 1987 la cobertura forestal del país era un 20%. En el año 2005 teníamos un 51,4% de cobertura forestal", asegura Sánchez.

Por siempre Costa Rica

En la cumbre de Japón se anunció el aporte de US$ 50 millones para el proyecto Por Siempre Costa Rica, otra iniciativa de este país que busca consolidar y extender la protección de ecosistemas.
Lo novedoso es que se trata de una sociedad entre financiadores públicos y privados. El gobierno solicitó contribuciones a través de la iniciativa internacional Lifeweb, que une proyectos con donantes internacionales.
El proyecto ya aseguró fondos a través de canjes de deuda por naturaleza con el gobierno de Estados Unidos, acordados con la participación de The Nature Conservancy, o TNC, una de las principales organizaciones de conservación a nivel internacional.
El proyecto también recibe aportes de varias fundaciones como el Linden Trust y las fundaciones Gordon y Betty Moore.
Costa Rica ya tiene un 26% de su territorio terrestre protegido y "quizás lo más novedoso de Por Siempre Costa Rica es que nos hemos propuesto ahora trabajar con áreas de protección marina", señaló a BBC Mundo Lorena Guevara, viceministro de Medio Ambiente de Costa Rica y jefe de la delegación de su país en la cumbre de Japón.

Fondos de Agua en los Andes

El pago por servicios ambientales también se implementa en Colombia. "A los usuarios del agua, por ejemplo en la ciudad de Bogotá, les decimos, si quieres agua de buena calidad, hay que reconocer que hay ecosistemas que están prestando esos servicios ambientales, en el caso de Colombia, los páramos", dijo a BBC Mundo José Yunis, representante en Colombia del TNC.
El páramo es una esponja natural, donde las nubes chocan con el cerro, generando precipitaciones y es allí donde "arranca el ciclo de agua dulce que baja por los Andes".
En los páramos viven campesinos con actividades económicas, como ganadería, y la idea es que los llamados fondos de agua permitan a los campesinos mejorar su ingreso y conservar la biodiversidad, además de otros trabajos de conservación.
Yunis señala que en Bogotá se piensa lanzar una campaña estilo teletón, diciéndole a la gente, "tu agua viene del parque nacional natural Chingaza y el páramo se está deteriorando, ¿estarías dispuesto a colaborar en un cajero automático?"
El TNC trabaja en 30 países y espera establecer más de 20 fondos de agua en América Latina.

La cerveza y los sedimentos

Lo que se busca es establecer una "sinergia entre el sector público y el privado", según Yunis, y uno de los aportes a los fondos es de las empresas locales de cerveza como Bavaria.
La compañía, subsidiaria en Colombia de la empresa internacional de cervezas SABMiller, reconoció que aumenta el costo de su principal materia prima, el agua, si ésta llega a Bogotá con demasiados sedimentos.
"El agua es nuestra principal materia prima, así que estamos trabajando proactivamente en la conservación de nuestro recurso más importante", señala Cristina Hanabergh, directora de responsabilidad social de Bavaria.
SABMiller publicó un informe el año pasado señalando que en 2030 la demanda global de agua excederá en un 40% la oferta. Conservar este recurso es una prioridad.
Según Yunis, "la idea es que en 10 años el fondo de Bogotá haya desembolsado US$60 millones que hayan evitado dos mil toneladas de sedimentos trabajando en 60 mil hectáreas".

Por primera vez, cifras

La importancia de estos proyectos innovadores queda en claro con el estudio pionero presentado esta semana en la cumbre de Japón por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, y el TNC.
El estudio mide y compara por primera vez, con una misma metodología, la desfinanciación, es decir, la falta de recursos para áreas protegidas en 18 países de América Latina.
Por primera vez hay una cifra y los países pueden comparar sus inversiones por hectárea. "No se puede programar para el futuro si no se sabe cuánta plata falta para gasolina, funcionarios, entrenamiento, monitoreo", señala Yunis.
El informe establece una brecha de US$314 millones para la región por año para actividades básicas de manejo de áreas protegidas, y de US$700 millones para un manejo óptimo. Cerrar la brecha es enteramente posible con una inversión de US$1 per cápita, señala el documento, "menos que el costo de una lata de refresco".
"Esta información es muy valiosa para la región. Ayuda a cada país a identificar las necesidades financieras para sus áreas protegidas y compararlas con otros países. Muestra qué áreas necesitan mayores cambios", dijo a BBC Mundo, Andrew Bovarnick, economista en ecosistemas y recursos naturales del PNUD.
Se espera que la información también facilite la participación de donantes internacionales, al dejar en claro qué recursos hacen falta y en qué sectores.
El informe, según sus autores, podría revolucionar el manejo de áreas protegidas en América Latina en el futuro. Y según los últimos datos dados a conocer esta semana en la cumbre de Japón, no hay tiempo que perder: una de cada cinco especies está amenazada con desaparecer.

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