A pocos días de la realización de las elecciones parlamentarias de medio término, las noticias que genera la economía no parecen ayudar a la campaña en la que está embarcado el presidente Barack Obama a favor de su Partido Demócrata.
Según datos presentados este viernes por el Departamento de Comercio, la economía creció a un ritmo anual del 2% en el último trimestre, lo que significa un incremento con respecto al 1,7% del trimestre previo, pero aún considerado insuficiente como para empezar a reducir el alto desempleo que se ubica cerca de 10%.La cifra va en línea con lo esperado, tanto por el gobierno como por economistas, y se basó en un aumento del consumo doméstico del 2,6%, el más alto desde que la recuperación empezó oficialmente en junio de 2009.
Sin embargo, dado que el impulso no termina de hacer despegar la producción, la creación de empleos no se acerca a los más de 130.000 que se estima que son necesarios para absorber la mano de obra que entra al mercado de trabajo mensualmente.
Esperando por Obama
Está previsto que este viernes, dentro de un evento de campaña cerca de Washington, el presidente Obama ofrezca comentarios sobre la marcha de la economía en general, y que haga énfasis en la leve mejora experimentada en el último trimestre.Obama ha defendido la tesis de que las medidas adoptadas por su gobierno evitaron que el país cayera en una gran recesión al estilo de los años 30 del siglo XX, pero ha reconocido que habría esperado un mejor panorama al que puede ofrecer en estos momentos.
Aunque modesta, la continua expansión de la economía estadounidense lleva a muchos economistas a asegurar que los riesgos de una recaída en la recesión están superados.
Pero otros advierten que las cosas podrían enfriarse un poco más a medida que el paquete de estímulo económico vaya dejando de tener efecto.
El comportamiento a lo largo de 2010 dificulta los análisis, pues tras un primer trimestre en el que se registró un 3,7% de crecimiento, cayó al 1,7% para remontarse ligeramente en el último período.
Por sectores las señales también son mixtas: las ventas de casas y el comercio al detal han crecido, y las bolsas siguen recuperando valor. Pero la administración pública enfrenta crecientes déficit y se sigue eliminando programas y puestos de trabajo oficiales
Castigo económico
La economía es la principal preocupación de la ciudadanía estadounidense que, tras casi dos años de gobierno del presidente Obama, empieza a adjudicarle casi completamente a su gestión la culpa de no haber superado el problema que empezó en tiempos del republicano George Bush.Las ejecuciones de hipotecas, que han implicado que centenares de miles de familias hayan perdido sus casas por falta de pago, y el alto desempleo son los dos factores que más frustran a la población.
Muchos analistas políticos esperan que la tibia recuperación económica experimentada pese a la inversión multimillonaria de planes de ayuda y estímulo fiscal por parte del gobierno, active un voto de castigo contra los demócratas que ayude a los republicanos a ganar terrenos en el Congreso.
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