Fuente: Libertad Digital.
Según ha declarado a Gizmodo, el cofundador de Apple Steve Wozniak tuvo la oportunidad de jugar un par de minutos con el iPad el día de su lanzamiento, que empleó en probar la hoja de cálculo Numbers. Se lo permitió un ingeniero de Apple que pagó muy cara su osadía: posteriormente fue despedido por la empresa.
Se da el caso de que Wozniak sigue siendo legalmente empleado de Apple y recibe un pequeño sueldo por ello, aunque dejó de tener actividad en la empresa en 1987. Al parecer, el ingeniero despedido se lo enseñó el día oficial del lanzamiento porque pensaba que ya podía; el problema es que el modelo en cuestión era 3G, que aún no estaba a disposición del público y, por tanto, era objeto de las mismas restricciones de no divulgación que cualquier prototipo.
En cualquier caso, hasta donde él sabe, Gray Powell, el ingeniero que se dejó el iPhone en una cervecería alemana, no ha sido despedido. Quizá la diferencia es que los responsables de Apple pensaron que el primero dejó el iPad voluntariamente, mientras que el segundo lo perdió.
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