Fuente: La Nacion.
John Battelle es mucho más que un periodista: fue uno de los editores fundacionales de la emblemática revista Wired y también es un autor de best-sellers: su libro Buscar , recientemente editado en castellano, es un impactante e imprescindible registro de esta época que tiene éxito merecido.
Para entender su temática bien vale el subtítulo del libro: "Cómo Google y sus rivales han revolucionado los mercados y transformado nuestra cultura". Pero también vale la pena conocer personalmente a Battelle: un tipo histriónico, de buen humor y con dotes de comediante.
Así se lo vio en el rol de maestro de ceremonias y moderador de las charlas más interesantes del Web 2.0 summit de San Francisco, siempre curioso y entusiasta: "El impacto de las economías basadas en las búsquedas, en las intenciones, en las redes sociales, recién estamos empezando a verlo", sostuvo en charla informal, fuera del protocolo de las conferencias.
El googleólogo. En su libro concentra la atención, justamente, en la historia de Google, haciendo de sus 400 páginas casi una biografía no autorizada de la historia del buscador que nace como un proyecto de dos estudiantes de Stanford.
A un conocimiento personal de sus fundadores Larry Page y Sergey Brin, Battelle suma más de trescientas entrevistas a todas las personas clave en esa historia, incluyendo al CEO Eric Schmidt y narra del proceso que llevó al gigante de las búsquedas a convertirse en un coloso tanto de la tecnología como de los mercados financieros. A eso le sumó un detallado trabajo de investigación. "La base de datos de las intenciones" es el disparador de las conjeturas sobre la revolución que Google pone en marcha. Y para eso Battelle refleja desde el nacimiento del esquema de alogritmos que rige al buscador hasta las fantasías conspirativas que auguran un futuro dominado por la información circulante en Google o en las redes a través de nuestras búsquedas o ejecuciones online.
Además se preguntaba por los límites entre la información de servicio del buscador y los enlaces patrocinados en un universo conversacional como las plataformas actuales. A Battelle le gusta remarcar que Google siempre prefiere aclarar: "No somos una empresa de medios", aunque tiene un claro rol en la distribución de los datos.
También, justo es decirlo, John –quien estaba en San Francisco acompañado de sus hijos- sabe ser un animador ácido: cuando un inversor financiero reconocía que pese a los millones en danza no tenía certezas sobre el futuro económico de un emprendimiento, Battelle dirigía una mirada cómplice y socarrona al público, se acomodaba los caros lentes de diseño y acotaba: "¡Bienvenido a Silicon Valley!".
Ernesto Martelli
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