Los ingresos de Amazon, el gigante del comercio electrónico que nació como una tienda de libros y hoy vende prácticamente de todo, siguen aumentando año tras año a muy buen ritmo.
Sin embargo, la estrategia de negocio de la compañía fundada hace ya 20 años por Jeff Bezos sigue centrada en el largo plazo, de manera que hasta ahora, a pesar de las grandes cifras de ventas alcanzadas –superiores a los 74.000 millones de dólares el pasado año-, Amazon nunca ha dado grandes beneficios.
La empresa sigue aumentando su base de clientes en todo el mundo y acumulando una muy valiosa información sobre los gustos y hábitos de consumo de millones de consumidores. La atención al cliente y la prestación de un servicio exquisito son prioridades absolutas en Amazon. Los márgenes comerciales se sacrifican en favor, por ejemplo, de rapidez y bajos precios –o incluso gratuidad- en los envíos.
En paralelo, la empresa sigue invirtiendo fuertes sumas en áreas como la creación de contenidos (series de televisión), el lanzamiento de nuevos productos propios (como el teléfono Fire), la mejora del sistema logístico –es frecuente la apertura de nuevos centros de distribución- o la reciente adquisición del portal de vídeo especializado en videojuegos Twitch, entre otras muchas iniciativas.
A día de hoy la paciente estrategia de Bezos y su equipo cuenta con el respaldo del mercado, pero todos los analistas se hacen la misma pregunta: ¿cuándo empezará Amazon a obtener grandes beneficios?
Los siguientes gráficos ofrecen un retrato global del negocio de Amazon: evolución de los ingresos globales, evolución de los resultados, evolución del negocio durante los últimos nueve trimestres y evolución de las ventas por tipo de producto.
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