Google le dio hoy el puntapié inicial a Android One, su plataforma para la creación de smartphones económicos para países donde el precio es un punto crucial en la compra; dicen que apuntan a los 5000 millones de personas que todavía no tienen un smartphone o no podían -en teoría- comprar uno hasta ahora.
Android One es una plataforma que ofrece un smartphone prediseñado. Al trabajar con fabricantes de equipos y de hardware para usar diseños de referencia y algunos componentes específicos (y bajar su precio al aumentar la demanda) reducen el costo de crear y fabricar un smartphone. Parte de esa reducción de costo tiene que ver con la versión de Android que usan: es la "pura", es decir, sin modificaciones. Estos equipos corren Android 4.4.4 y estarán entre los primeros en recibir Android L; los fabricantes no tienen que gastar recursos en adaptarla al hardware, que al ser similar en todos los modelos requiere un mínimo de ajustes (aunque pueden hacerle cambios cosméticos).
¿Qué tienen estos equipos? Por lo que se ve en los primeros modelos, una pantalla de 4,5 pulgadas, chip de cuatro núcleos a 1,3 GHz, 1 GB de RAM, 4 GB de memoria interna, cámara de 5 megapixeles y un precio de 6400 rupias (en India), unos 105 dólares.
Por qué en India
Los primeros modelos fueron presentados en India, el segundo mercado en volumen de celulares, y el tercer mercado de smartphones del planeta detrás de China y Estados Unidos. Este año podría superar a Estados Unidos y quedar segundo por la rápida migración del mercado indio de celulares convencionales a smartphones, según estimaciones de la consultora Mediacells que publicó The Guardian a principios de año.
En India, entonces, debuta Android One, donde compañías locales como Micromax (que se disputa con Samsung el liderazgo de ese mercado), Karbonn o Spice usarán diseños de MediaTek (el fabricante chino de procesadores de para smartphones) para sus equipos. Y se suman Qualcomm, Acer, Alcatel, Asus, HTC, Intex, Lava, Lenovo, Panasonic y Xolo. Google dice que luego irá por Indonesia, Filipinas, Bangladesh, Nepal, Pakistán y Sri Lanka para fin de año.
No hay que ser un genio de la geografía para darse cuenta que Android One no alcanza, por ahora al menos, a China, el mayor mercado de smartphones del mundo. La razón parece estar en la contraparte de Android One, que es Android AOSP. Veamos: Android AOSP es la versión básica de Android, de código abierto, disponible sin costo para cualquiera; pero que no incluye los servicios y aplicaciones de Google (de código cerrado), ni está certificado por esa compañía.
Es la versión que usan múltiples fabricantes chinos -grandes y pequeños- para sus equipos; y de hecho el 20% del mercado de smartphones en el segundo trimestre del año, según ABI Research, corresponde a equipos con Android AOSP; el Android oficial tiene el 65 por ciento.
China es, para Google, un mercado muy difícil de recuperar: los fabricantes ya replicaron allí los servicios de Google y tienen sus tiendas de aplicaciones, sus servicios de mapas, sus sistemas de ventas de publicidad en el software, etcétera.
Así que la alternativa es plantar bandera donde todavía esto no sucedió y apostar a reducir todo lo posible el costo de fabricar un teléfono, para que los fabricantes indios usen la versión de Android que le reporta algún beneficio a Google (la que tiene sus servicios integrados) y no la AOSP, que está fuera de su control y lo reporta ningún beneficio económico.
Sí, el núcleo de Android lo sigue haciendo Google (junto con el resto de la comunidad que desarrolla Linux), pero una vez que lo publica, como es un proyecto de código abierto, cualquiera es libre de hacer lo que le guste, incluyendo crear un producto que no tenga los servicios de Google y, por lo tanto, compita con el Android que promueve la compañía.
Es interesante, porque es la misma estrategia que implementó Microsoft con Windows Phone: tener un diseño de referencia para reducir costos y asegurar un piso común de rendimiento, calidad de interacción, etcétera. Los resultados han sido diferentes, claro.
Como fuere, la buena noticia es que Android One sirve para crear un denominador mínimo común de rendimiento aceptable. Esto se hubiera dado naturalmente, por el simple progreso del hardware y del mercado, que tiene su propio camino para reducir costos y mejorar expectativas de uso, pero así Google controla un poco más cuál es esa base; aunque Android One está pensado para los mercados asiáticos por ahora, eventualmente repercutirá en la oferta más económica que los fabricantes lleven a otros países.
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