En total, la expansión ocupará 40 hectáreas que se ubicarán en las instalaciones que la empresa tiene en la ciudad de Leixlip. El proyecto ya ha recibido el visto bueno de An Bord Pleanala, la responsable del departamento del gobierno encargado de aprobar las licencias necesarias.
El diario irlandés Independent ha desvelado que en esa fábrica Intel podría trabajar en su nueva generación de chips, aunque en ese sentido parece que en la empresa de Santa Clara todavía no han decidido si finalmente realizarán allí la producción.
En ese sentido, Leixlip tendrá que competir contra Arizona e Israel, dos lugares que también están en las quinielas para fabricar sus futuros chips.
En cualquier caso, en Irlanda confían en que el régimen fiscal del país sea decisivo para que la producción de los nuevos semiconductores de Intel acabe llegando a la fábrica del condado de Kildare.
Las estimaciones de las autoridades irlandesas hablan de que el proyecto de Intel creará un mínimo de 4.300 nuevos empleos. De ellos, 800 pasarían a formar parte de la plantilla de la fábrica, que ya da trabajo a 4.500 operarios, mientras que los otros 3.500 serían temporales y se encargarían de la construcción de la ampliación.
En cuanto al inicio de las obras, se desconoce cuánto tardará Intel en empezarlas aunque pueden tomárselo con calma, ya que gozan de un margen de 10 años de permiso para llevarlas a cabo.
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