Joven, titulado y en paro. Es el perfil cada vez más habitual de los jóvenes menores de treinta años en España. No hay demasiadas esperanzas a corto plazo, máxime a las cifras de paro registradas en los últimos datos de la Encuesta de Población Activa. La única salida que contemplan ahora es emular épocas pasadas y convertirse en un emigrante laboral.
«Estamos viendo que la gente en principio no quiere irse muy lejos. Ya que voy a emigrar prefiero irme a dos mil kilómetros antes que a seis mil», señala Adrián Zamoro, uno de los cuatro socios fundadores de Binternational, una una web española dedicada a poner en contacto a empresas extranjeras con potenciales trabajadores. Lleva operativa desde hace tres meses y esta semana ha cerrado su primer contrato: un camarero se marcha a Reino Unido para emprender su nueva tarea.
La empresa fue constituida por cuatro jóvenes que rondan los 25 años. Todos ellos sufrieron en sus propias carnes la crueldad de vivir lejos de sus ciudades para buscarse la vida. «Lo creamos para ser una plataforma para poner de acuerdo a candidatos españoles bien formados con ganas de ampliar su horizonte laboral y a contratantes extranjeros que demandan mano de obra bien formada y especializada», señala.
En medio de un caldo de cultivo cada vez más caliente en nuestro país, Carlos Pinilla, Ignacio Barriendos, Fernando Cañellas y Adrián Zamoro, titulados en marketing y empresariales, decidieron emprender por su cuenta y riesgo. «Hemos vivido la aventura de de buscar trabajo en el extranjero. Van bajo nuestro paraguas. Apoyamos a los candidatos en el aspecto final, por ejemplo, de cómo romper barreras. Damos soporte y asesoramiento. Nuestro único ingreso viene por parte del empresario que contrata y solo en caso de la contratación del trabajador», apunta.
La baza del idioma
El perfil más demandado en ofertas laborales proviene, sobre todo, de países del norte de Europa y países escandinavos, que demandan principalmente ingenieros, mientras que en zonas como el Reino Unido buscan a especialistas en hostelería y perfiles sanitarios. Sin embargo, lejos de la creencia de muchos, buscar trabajo fuera no es fácil. «Alemania no es un paraíso de trabajo. Irse sin contrato es una aventura que te puede salir muy bien o muy mal. Irse sin conocer el idioma es una locura muy grande. Las empresas buscan que, al menos, puedan comunicarse con sus compañeros o, simplemente, puedan coger el bus por sí mismos», reconoce.
Desde Binternational ponen el acento en los idiomas como una de las claves a la hora de conseguir un puesto de trabajo. Pero no todo es oro lo que reluce. El nivel de inglés que los españoles acreditan en sus respectivos currículums es criticable dado que no todos lo dominan a la perfeción. «Podría enviar el doble de CV si el nivel de inglés fuera es el que realmente cree la gente tener», señala.
Formación, títulos pero falta de experiencia laboral. Esta son las piedras a las que los españoles se enfrentan. ««Dicen que somos la generación más preparada de España, pero no sabemos si somos la mejor generación de Europa». Dicen que somos muy adaptables, abiertos, que mantenemos relaciones sin ningún tipo de problemas, pero nos falta un punto de vista europeo», manifiesta. Pero que todos tengan algo en cuenta. No se regala nada, no es fácil, pero hay que perder el miedo. «Hoy en día no hay fronteras, vivimos en un mundo global, ¿por qué iba a haber algún tipo de fronteras laborales? El que algo quiere, algo le cuesta. Las oportunidades que hay fuera merecen la pena».
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